martes, 28 de enero de 2014

Ontoenergética del Invierno: Celebración de "Imbolc" 2013. Segunda Parte.


Celebración de Imbolc "Medio Invierno".
Segunda parte: "Actividades en grupo o familia".
Versión actualizada 2013.

Actividades previas a la festividad de Imbolc

     En Yule creábamos una cueva sagrada en la que nacía el “dios-sol”, en una representación arquetípica con gran poder. Ahora, en Imbolc, vamos a crear una representación simbólica y arquetípica, asimismo poderosa, para todos los participantes sin importar edades ni sexos vinculada con la energía de esta época



  
   Tradicionalmente, en Imbolc, se prendían velas y fuegos para apoyar la luz y calor del sol (el joven dios) para que así incrementara su poder y lo proyectara a la tierra permitiendo el renacer de la vida.  Es una fiesta de fuegos y luces; por ello conviene encender fuego en el hogar y velas para dar la bienvenida al dios. Tomemos, si la hay, nieve y dejemos que se derrita en un cuenco; así, en el ámbito simbólico, contribuimos en el apoyo del sol y el regreso de la primavera. El blanco, las flores blancas y el incienso de azahar representa la doncella, el aspecto primaveral de la Tripe diosa.
     Es por ello que las actividades relativas a esta celebración tengan que ver con las velas y la luz de sus fuegos; así como de las alusiones a la nutricia leche que alimenta a las jóvenes criaturas; y también con el sembrar y alumbrar rectas y provechosos propósitos personales, familiares y de la comunidad. Y en nuestro ser el acentuar la vibración interior, ya deseoso de expandirse, mediante la acción vibratoria de gratos sonidos nacidos de instrumentos musicales.

“Sembrar Intentos de Imbolc”

     Los rayos de luz-calor del joven dios ya empiezan a llegar de forma creciente a la Tierra, anunciando la inminencia del fin del invierno. Todo yace en el seno de la tierra esperando la tibia caricia que le haga despertar y expandir su divina abundancia. Y esto justamente es lo que en primer lugar planteo como actividad principal.
     Al igual que la Tierra, nosotros contamos con potenciales dispuestos a despertar y activarse. Nuestra creatividad está despertando y dispuesta a contribuir en la realización de mejoras y cambios en nosotros y, a través de nosotros, con nuestras relaciones. Podemos gestar, como la tierra con las semillas que guarda, nuevos crecimientos, nuevas habilidades, propósitos y proyectos.
    Con esta intencionalidad compartida, salgamos a la naturaleza. Acudamos a un lugar en el que haya tierra fértil y recojamos de ella; puede ser en el campo, en un jardín e, incluso, si no es posible, comprando un paquete de tierra de jardinería.
     De acuerdo a las condiciones climáticas el siguiente paso se puede hacer en la propia naturaleza o en casa. Precisamos también un molde de pastel. Ahora nos reunimos en círculo alrededor del molde lleno de esta fértil tierra, podemos crear ambiente mediante algo de incienso. Meditamos sobre el significado del potencial nutricio de esta fértil tierra para la vida. Contactemos a través de nuestro sentir con nuestros deseos, cambios, propósitos y proyectos creativos que queremos que se manifiesten en estos próximos meses. Siempre atendiendo a que tal propósito personal tenga, asimismo, repercusión favorable a muchos allegados y a la comunidad. “Que (tal propósito) se cumpla en beneficio mío y de todas mis relaciones” debe ser el sentido de este intento en consideración. Una vez que cada cual concluye su meditación y tiene claro su propósito o proyecto creativo debe escribir en pocas palabras o dibujar una imagen del mismo. No tiene por que ser uno sólo, pueden ser varios; pero tengamos en cuenta que no es un listado de deseos, sino de siembra de propósitos y de intenciones en un ámbito sagrado y trascendente.
     Seguidamente envolvemos con este papel pequeñas semillas  que, a su debido turno,  plantaremos en esa tierra dentro del molde con nuestro propósito.  Démonos cuenta que ofrecemos a la madre tierra la semilla, el comprometido intento de algo que queremos que brote y se realice en nuestro ser para beneficio de todos. Esto hay que hacerlo en respetuoso silencio hacia uno mismo y hacia los demás. Cuando todos han plantado “su semilla de intento”, cada persona toma una velita de cumpleaños y la clava justo encima de donde ha plantado su “intento”. Luego tomamos este molde o “Tierra del común intento” y lo colocamos en el altar a la espera del atardecer de Imbolc.
     Con el anochecer del día de Imbolc, reunidos otra vez frente o alrededor del altar y del “molde del intento”, realicemos un pequeño rito en el que encendemos las velas sobre nuestro “intento” solicitando a los poderes del Universo y de la Tierra el que apoyen su realización. Sintamos como la luz de la vela, en particular, y del conjunto de todos, en general, alumbran y bendicen los “intentos” plantados en nuestro ser. Hecho esto dejemos que las velas se consuman por sí mismas y que el “molde del intento” permanezca unas 24 horas en el altar. Después podemos guardar la tierra y las semillas para plantar afuera, en el jardín, campo o jardinera con la llegada de la primavera.

 
 “Preparar velas”


   
    Imbolc, tradicionalmente ligado a las velas, es una fecha oportuna para encender nuestras propias velas artesanas. Velas que habremos realizado algunos días antes con este fin a propósito. Ya en Yule y sus fiestas aconsejé que los restos de las velas utilizadas se guardaran para su reciclaje; pero ésta debería ser una actitud operativa a lo largo de todo el año; de forma que en nuestra caja de “viejas velas” haya cierta cantidad de materia prima. Se puede completar con la adquisición de cera de abeja en bloques o de parafina mezclada con los restos de las velas que se han utilizado durante el año. Tengamos en cuenta que la parafina suele ser demasiado blanda para utilizarla sin nada que aporte endurecimiento.
     Estas velas especiales de Imbolc tendrán un significado especial y serán utilizadas rememorando los sentimientos de este día. Además de que estarán imbuidos del significado mágico y arquetípico del fulgor del creciente joven sol de la celebración.
     Fieles a la intención, en esta labor debe participar todo el conjunto familiar, pero atentos y cuidando de los pequeños estando en la cocina.
     Cubramos la mesa de trabajo con papel de periódico para que la cera que pueda derramarse no estropee el mueble; y vitamos ropa que no lamentemos que pueda estropearse con la actividad.
     Preparar en artesanía domestica velas es una auténtica labor de reciclaje ya desde su previo comienzo. Como material precisamos:
a)      Restos de velas consumidas y almacenadas en la caja a ello dedicada; además de ello, obtengamos parafina y/o cera de abejas.
b)      Si se trabaja exclusivamente con parafina es conveniente añadir “estearina”, un endurecedor de la estructura, conveniente si la vela tiene más de 5 centímetros de longitud.
c)       Las mechas o pábilos, que es hilo de algodón trenzado de diferentes anchuras dependiendo del grueso de la vela.
d)      Se pueden añadir aromas para velas y también colorantes para velas; aunque también resulta añadir un poco de acuarela o tempera a la cera fundida. Y como indicaré más adelante, aromatizar ritualmente las velas después de hechas.
e)      Disponer de ojalillos que permiten que la vela se apoye y no dañe la base sobre la que está ubicada. Se pueden reutilizar los de las velas de té o votivas ya usadas, sólo es conveniente limpiarlos un poco y abrir su abertura para que pase la nueva mecha.
f)       Moldes, que pueden ser muy diversos. Se puede utilizar como tales brics viejos de leche o zumos de cualquier medida, envases de yogurt, vasos, tapas de aerosoles, potes diversos, etc., medias naranjas, limones, limas o pomelos también considerarse y son muy decorativos.

g)      Desmoldante; pudiendo ser glicerina o incluso aceite de cocina que se distribuye con un algodón uniformemente por la cara interior del molde para que la cera no se quede adherida a su superficie y haga imposible separarla de su molde.
h)      Recipientes para fundir la cera o la estearina y mantenerla caliente al baño maría de acuerdo con el tiempo de realización de todo el proceso.
i)        Algo de plastilina para sellar.

     Una recomendación previa es realizar el agujerito del molde por el que se introducirá la mecha.
     Si no derretimos la cera al baño maría, hagámoslo en una sartén o cacerola de grueso fondo, con el fuego muy lento, pues la cera es inflamable y puede ocasionar problemas desagradables tanto si se convierte en humo como si se inflama. La parafina se inflama espontáneamente al alcanzar los 150 grados centígrados. Si tal sucediera sofoca el fuego, no utilices agua para ello. Antes de ello se producirá un denso humo de muy desagradable olor, lo que indica que la temperatura alcanzada es excesivamente alta. Entonces apaga el fuego y deja que se enfrié. Tendrás que ventilas la estancia. A fuego lento y con la conveniente atención todo debe discurrir sin contratiempos.
    Como es inevitable salpicar con la cera fundida, procura ponerte ropa vieja para esta actividad.
    Derrite la cera en el recipiente al baño maría o a fuego muy lento, la que estimes suficiente para llenar el molde o el recipiente de la vela. Mientras se calienta y funde unta con el desmoldante todo el interior del molde, úntalo con un algodón concienzudamente. También, si utilizas molde, acuérdate de hacer un agujero pequeño en la base, un clavo caliente puede sr suficiente y úntalo también de desmoldante. Y si utilizas ojalillos, el agujero es innecesario, pero adhiere el ojalillo al fondo con algo. Yo utilizo unas gotas de cera para ello bajo y sobre el ojalillo.
     Ahora cada participante debe disponer de cierta longitud de mecha de vela, unos pocos centímetros más larga que la profundidad del molde o recipiente que utilice. En este momento debes prepararla; para ello la sumerges en la cera para que se empape de ella, lo podéis hacer por turnos. La mecha empapada la extraes y la alisas con los dedos en caliente. Luego, al enfriarse, se mantendrá rígida, esto es lo que pretendemos. Una vez preparada la mecha, enhébrala a través del pequeño agujerito del fondo del molde y séllalo con un poco de plastilina. Ahora hay que sujetar la mecha para que no se mueva en el extremo superior. El sujetarla entre dos lápices o entre dos palillos puede ser suficiente. Una vez colocada correctamente la mecha y estando sujeta ya puedes verter la cera fundida con cuidado procurando que no se vierta por el exterior del molde y dejas que se vaya enfriando. Si le quieres añadir el aroma hazlo en la cera poco antes de verterla en el molde porque el calor volatiliza el aroma. Observarás que se produce una depresión alrededor de la mecha. Eso es debido a que al enfriarse la cera se contrae. Entonces rellena con algo más de cera esa depresión.
     Ahora deja que se enfrié y una vez fría extraer el molde, si el desmoldante está bien distribuido no tiene que producirse problema alguno.
    Hechas las velas, se puede recurrir al método tradicional para perfumarlas untándolas de aceite esencial así, mientras se queman, liberan el perfume lo que añade un matiz especial a las celebraciones en las que se utilizan. Es bien cierto que los niños disfrutan untándolas con los aceites esenciales, y a su propio modo; pero el método tradicional es el de echar un par de gotas de aceite esencial en medio del tronco de la vela y frotarla en dirección ascendente y luego añadir otro par de gotas para frotar en sentido descendente. Desde el punto de vista ontoenergético, es de importancia convertir toda actividad en acto a propósito plenamente consciente, por ello al abrir los sentidos y visualizar el propósito es todo un trabajo personal. Y, por supuesto, la elección del perfume también tiene su significado, no cualquier perfume es oportuno para cualquier festividad. Cada una de ellas pide algo peculiar.
     En el caso que ahora nos ocupa, Imbolc, los aromas esenciales oportunos para esta operación son los propios de invierno con una llamada hacia la primavera. Con lo que utilizaremos el enebro, el ciprés unido a la salvia.
    Las autoras del libro “La magia de la Tierra” proponen una sugerencia para Imbolc con la cual se apoya la energía de Imbolc:
     “Va a ayudarnos a sentirnos renovados y preparados para la primavera
Aceite de albahaca
Aceite de menta
Aceite de romero.”
   Sugiriendo que mientras se añade estos aceites se proceda imaginando que la vela toma las frescas energías de Imbolc, como una brisa inspiradora que va a fortalecernos y revitalizarnos.
    Además sugieren que preparan una vela especial para esta celebración que denominan “vela de los nuevos inicios”, muy propicia en este inicio de temporada en la que se producen las primeras germinaciones y lactancias en los animales de granja. Nos dicen que la quememos en honor a la nueva vida y cuando demos inicio a algo. Con ello centramos más nuestro intento en el significado de la festividad tocando su aspecto sagrado. Para estas velas nos proponen untarlas  con aceite esencial de incienso (olibanum) y aceite esencial de lavanda; y mientras se hace imaginar que la vela está brillando con energía positiva, visualizando el poder de un nuevo inicio, una nueva oportunidad de hacer crecer cosas buenas.
     Y ahora propongo los aceites esenciales que considero oportunos para las cuatro estaciones y las ocho festividades en consideración en esta serie de escritos:
    Invierno:
          Para Yule por sugerir la pervivencia de la vida
Aceite esencial de pino
Aceite esencial de abeto
Aceite esencial de cedro
Aceite esencial de canela
Aceite esencial de salvia.
         Para Imbolc por sugerir purificación y espera de la primavera
Aceite esencial de enebro
Aceite esencial de ciprés
Aceite esencial de canela
Aceite esencial de salvia
     Primavera:
         Para Ostara, el frescor del inicio primaveral
Aceite esencial de menta
Aceite esencial de manzanilla
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de jazmín
          Para Beltane donde la fragancia floral y de vida se une al erotismo y la celebración de la festividad en toda la naturaleza
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de jazmín
Aceite esencial de benjuí
Aceite esencial de melisa
Aceite esencial de nerolí
Aceite esencial de pachuli
Aceite esencial de ilangilang
Aceite esencial de mejorana
Verano:
     Para Litha con aromas frescos, refrescantes
Aceite esencial de pino
Aceite esencial de naranja
Aceite esencial de limón
Aceite esencial de pomelo
Aceite esencial de mandarina
Aceite esencial de nerolí
Aceite esencial de citronela
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de lavanda
     Para Lughnasad en gratitud a la Madre Tierra por su abundancia e iniciar el proceso de introspección
Aceite esencial de lavanda
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de Artemisa
Aceite esencial de sándalo
Aceite esencial orégano
Aceite esencial de tomillo
Otoño:
     Para Mabon se intensifica la purificación y la introspección. Acción de gracias a la Madre Tierra
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de pimienta negra
Aceite esencial de jengibre
Aceite esencial de salvia
    Para Samhain Se encuentra el mundo material y el multidimensional
Aceite esencial de jengibre
Aceite esencial de salvia
Aceite esencial de Artemisa
Aceite esencial de eucalipto.

      Donde haya más de tres, seleccionar tres entre los propuestos.
     Con esto ya se tiene lo suficiente para preparar las propias velas para esta festividad y para las siguientes del año; pero luego, desde luego, la elaboración de velas se puede refinar de numerosas maneras creando velas muy personalizadas y originales.


"Hacer instrumentos de música"

     Otra de las actividades propicias para las cercanías de imbolc, como ya indiqué al principio, es el acrecentar nuestro estado vibratorio ya que nuestro ser está deseoso de expandirse mediante la acción vibratoria de gratos sonidos nacidos de instrumentos musicales. La creación de sencillos instrumentos musicales es lo que nos ocupa ahora.  
    No es necesario saber de música para crear un ritmo que acompañe algunas canciones. Los niños tienen un cierto sentido innato del ritmo y seguramente responderán positivamente ante la iniciativa de construir unos instrumentos para hacer música.
     Ante todo, de acuerdo con la ontoenergética, tenemos una serie de instrumentos que se asocian con las cuatro direcciones arquetípicas:


     El Norte, en asociación con la mente y el elemento aire, se relaciona con las maracas (que se utilizan para limpiar y atraer partes perdidas del espíritu) y los instrumentos de viento, desde la suavidad de una flauta hasta el fuerte sonido de una caracola.

     El Este, asociado a la luz y la visión, nos pone en contacto con la autenticidad y la verdad personal y existencial, relacionándose con los sonidos vibratorios de cristales y metales en forma de cuencos, platillos, campanas y cascabeles.
     El Sur, asociado a la abuela y madre Tierra, nos pone en contacto con el latir de nuestro corazón y pulso, siendo los instrumentos de percusión los más representativos como panderos, bombos y tambores; y además aquellos que resultan de la vibración de cuerdas tales como las liras, arpas, laudes, guitarras, violines, etc.

     El Oeste, con el contacto con lo misterioso y el umbral de la muerte, nos pone en contacto con instrumentos que han sido material vivo y ya han dejado de serlo como el golpear palos y huesos. Ahí tenemos los palitroques, cajas chinas, castañuelas, etc.  
 
     A partir de ello podemos empezar a preparar instrumentos, algunos de ellos de una simplicidad increíble.
     Podemos preparar sonajeros desde la sencillez de colocar unas pequeñas piedrecitas en una caja de cerillas o en una cajita de madera, metálica o de plástico que nos quepa en la palma de la mano. O bien con unas calabazas pequeñas en las que se corta la parte superior (mango) se dejan secar; y luego se rellenan con piedrecitas o de semillas volviéndose a pegar con cola la parte superior; así se construyen auténticas maracas que después pueden gravarse o pintarse imaginativamente. Otra forma es el cortar cuidadosamente unos trozos de caña de cierto grosor a la altura del nudo, colocar piedrecitas en su interior y luego tapar la apertura con un tapón de corcho; al sacudirla en las manos sonará como una maraca.
      En cuanto al viento, también con tallos de cañas de diferentes longitudes podéis unirlas atándolas creando una flauta de tubos que sonaran distinto al soplarlas. Consiguiendo botellas de cristal de diferentes tamaños, tras llenarlas a la mitad con agua, se sopla por la abertura obteniendo distintos sonidos; se precisa un poquito de práctica el conseguirlos fácilmente.
Aprovechando algunos cuencos o fuentes de cocina, así como cazos metálicos, pueden golpearse suavemente en sus superficies laterales con un bastoncito y hacerles vibrar hermosamente. Si recientemente se ha producido alguna reparación de fontanería, quizá se cuente con algunos fragmentos de tubo de cobre, que se pueden cortar en distintas longitudes y realizar con ellos sonidos musicales al golpearlos con un palo; incluso sujetándolos en dos marcos laterales se puede preparar un tipo de xilófono.

     Si se toma un guante de goma tipo de cirugía o por el estilo y se tensa sobre un bote metálico, recipiente de cocina, o una pequeña maceta o macetero y después se sujeta firmemente con una goma elástica se habrá improvisado un tipo de pequeño tambor. La goma de los globos hinchables también sirve a tal propósito. Sobre cilindros de diferentes diámetros y materiales también se pueden cubrir con estos tímpanos y preparar distintos tambores. También se consigue un ritmo golpeando suavemente dos piedras de suave superficie. Si se tiene ocasión de conseguir algún tronco hueco se puede golpear con un palo. 
     Con las cuerdas se experimenta tensando gomas elásticas de diferentes tamaños y grosores cruzando una bandeja y pellizcándolas, o tensándolas entre clavijas o clavos dispuestos en un marco de madera o sobre una superficie de madera.
     Si se guarda algún hueso largo sin tuétano, éste se puede golpear con un palo proporcionando un peculiar sonido. Golpear entre sí palos secos de distintas maderas, longitudes y diámetros producen sonidos diferentes.
  Cortando el extremo agudo de una caracola marina y puliéndolo, con práctica y ensayos, también se puede producir sonidos muy potentes.
   Y al igual que estos ejemplos, se pueden imaginar y preparar otros muchos, lográndose una amplia variedad de sonidos musicales que, combinándose unos con otros, pueden dar lugar a una curiosa orquesta.
    Constituir una banda familiar y realizar divertidamente improvisaciones. Si os limitáis a mantener un ritmo juntos podéis conseguir, tras algún tiempo, un estado peculiar de conciencia que evoca un auténtico momento mágico.
     Con la práctica, manteniendo el ritmo seguramente irán saliendo improvisados cantos ajustándose al ritmo; se puede cantar a turnos lo que a cada cual le venga siguiendo ese ritmo; esta actividad, a más de ser divertida, probablemente sorprenda a los propios cantores.
     Probad siguiendo el ritmo del corazón. Dejad que salgan estrofas inspiradas con él y experimentad el poder o magia que se produce. Es posible que adoptéis este sistema para prepararos mentalmente antes de celebrar consejos familiares y estas festividades. Os sentiréis mucho más receptivos y relajados.


"Actividad de construir un “Palo de lluvia” "


 El “palo de lluvia” es un instrumento muy afín a las maracas, alargando más el efecto del sonido, así pues, está relacionado con el Norte,  con el invierno arquetípicamente y con la limpieza de nuestra mente siguiendo el espíritu guerrero.
     Por esta razón principalmente y por imitar la lluvia nos recuerda que ésta pronto aparecerá y borrará las nieves que aún señorean en el paisaje invernal permitiendo que las semillas que, aguardan el momento, en el interior del suelo, puedan germinar y asomar a la luz.
     Es un instrumento originario de America Central y del Sur utilizados para relajarse así como en ceremonias. Su construcción domestica es muy fácil con los recursos habituales de un hogar y todos pueden participar en su preparación.
     Se precisa un tubo de cartón de cierta longitud, el diámetro del cilindro no es importante, pero sí lo es el grosor del mismo para que no sea muy frágil y pueda soportar su manipulación sin deformarse rápidamente o romperse. Dos tapas para sus extremos que también se pueden preparar y una cierta cantidad de clavos para un solo palo en construcción. Los clavos tienen que tener la misma longitud que el diámetro del cilindro. Se clavan a lo largo de toda la superficie del cilindro en un diseño improvisado o pensado. Una vez clavados por toda su superficie se pega una de las tapas al final del tubo y se le echa una cierta cantidad de arroz, lentejas o judías secas; dependiendo de sus dimensiones. Si se le colocan diferentes tipos de semillas, el palo producirá diferentes sonidos. Hecho esto ya se puede pegar la otra tapa en el extremo del cilindro.
     Con esto ya lo tenemos hecho, pero seguramente gustaréis de decorarlo cubriendo los clavos pegando papel de envolver y luego pintarlo, dibujarlo o decorarlo con diversos motivos e ideas originales.
     Este también puede ser un instrumento más a añadir a la orquesta familiar; y/o reservarlo para que con su evocador sonido acompañe sesiones de relajación o ceremonias familiares como las que propongo en estos escritos.


"Crear el altar de Imbolc"

     Imbolc es la fiesta de la Doncella, y es la estación hasta el 21 de marzo. Es la estación para prepararse para el crecimiento y la renovación. La serpiente de Brighid emerge desde las entrañas de la Madre Tierra para probar el clima; y en muchos lugares templados empiezan a crecer las primeras flores de la tierra congelada.
     La preparación del altar desde el punto de vista ontoenergético es siempre la misma, representa siempre la rueda de la vida girando en el Universo de misterio; pero esta vez en el Norte y Noreste vamos a hacer énfasis colocando dos o más de las velas hechas en casa, una de ellas que sea de color naranja; y debe figurar también en un pequeño jarrón de  cerámica algunas briznas de plantas que estén brotando del suelo así como alguna flor blanca que nos recuerde la “campanilla blanca de invierno”. También se puede colocar en un pequeño recipiente algo de nieve o de hielo que se irá derritiendo a medida que realicemos el ritual de Imbolc.
     La Doncella, un aspecto de la diosa trina nos trae la promesa de la primavera. En su honor vamos a poner una figura de la diosa en nuestro altar.
     También colocaremos en él el “molde de sembrar intentos” que podemos acompañarlo con un pequeño recipiente con semillas.
     Un pañuelo de color verde cálido o amarillo claro adornando el altar nos recuerda los primeros indicios de la primavera y que en la tierra aún fría, las semillas están despertando a la vida.


"La comida especial de imbolc"

     Imbolc es parte del invierno, por lo que vamos a recordar lo que ya se ha dicho de él en la Visión ontoenergética del invierno.
     Estamos en la estación del sistema Aire-Agua con el sabor salado como asociado, por el hecho de estimular la digestión y realzar el sabor de los alimentos, con lo que se inicia pronto el flujo de saliva y de los fluidos estomacales; pero debemos cuidarnos del exceso de sal ya que vence a los sabores y resulta nociva al organismo densificando el cuerpo, aumentando la presión arterial, facilitando inflamaciones cutáneas y exceso de calor, además de producir cierta adicción al generar tolerancia y así exigir que se aumente.
     Recordamos que el invierno pide alimentos contractivos que generan energía interna como lo son las carnes, quesos curados, bulbos, tubérculos y frutos secos.
     Pero ahora, en Imbolc, vamos a añadir su simbolismo. La presencia de una ensalada con germinados (de alfalfa, de soja) y con semillas como de girasol, calabaza y maíz nos indican que las semillas están a punto de germinar o iniciar su crecimiento. La presencia de tacos o lonchas de quesos tiernos o curados, en frío o caliente nos conectan con el simbolismo de los primeros animales de granja recién nacidos y lactando. Se puede seguir o acompañar con empañadillas, pizzas o crepes rellenos de los alimentos invernales más queso y brotes. O pastelillos de carne o verduras… El caso es que sean platos con alimentos que, al abrirlos, revelen su contenido interior; como la Tierra guardando su vida.
     Las bebidas de Imbolc deberían contar con la presencia de hierbas. Sea en infusión, sirviéndose fría o en caliente en sobremesa. Para los niños también les puede servir un vaso de leche caliente con miel y alguna hierba relajante como la manzanilla; y para los adultos es ocasión de tomar algunos sorbos de licores hechos con hierbas.
     Como postre, se puede hacer algunos pastelillos marrones de chocolate o algarroba y colocar en su interior algunas sorpresas diversas para que los comensales los encuentren. También se puede decorar con velas de cumpleaños encendidas que nos recuerden el “molde de sembrar intentos”. Avisemos que el pastel contiene sorpresas para que así nadie se atragante ni se malogre algún diente. Los bombones rellenos también pueden ser útiles en esta festividad.
     La idea de la comida especial de Imbolc es que la madre Tierra alberga y esconde en su oscuro seno maravillas esperando germinar, y esto de una u otra manera se reproduce en los platos de esta comida o cena.


"La Celebración de Imbolc"


     Imbolc, día 1 de febrero, es una fiesta tradicional en la que se celebra que los días ya se hacen más largos, marcando el declive de la época oscura del año. Es, pues, una fiesta de fuego y luz; es, por ello, también, un medio de purificación en el que el fuego sagrado purifica la Tierra propiciando su fertilidad. Da inicio y nombre a una estación que concluye el día 31 de Abril.
     Imbolc, unos años coincidirá con festivo de sin de semana y otros no; ello, como en otras festividades, obliga a su adaptación a la vida productiva cotidiana. Del mismo modo que con otras celebraciones de estos días sagrados de la “Sagrada Rueda Anual”, los días previos ya moviliza a la familia preparando su celebración. Ya hemos visto que entre sus actividades previas se ha propuesto la preparación de velas y de instrumentos, así como la adquisición de los ingredientes para la comida de la misma que, de acuerdo con la dinámica peculiar de la familia se puede celebrar al mediodía o al cenar.
     Sea como sea, desde el levantarse debe respirarse el ambiente especial de esta jornada y hacerse el programa de dedicar más tiempo al encuentro en el hogar familiar.
    En primer lugar, al tratarse de un día de purificación, debe realizarse una limpieza energética del hogar de cara a la proximidad de la primavera. Es muy posible que en Yule se prendieran las luces en todo el hogar y se pasara el “bastón de olor”  o el incienso por todas las estancias del hogar; pero hoy la limpieza consiste en deshacerse de lo viejo, de lo ya caduco. Es el momento en que los adornos de Yule, ya secos y polvorientos, se quitan y, si se cuenta con una barbacoa o chimenea, se quemen en el fuego de Imbolc; o si es oportuno, se añada al abono que se está preparando para la tierra. Si no se pueden quemar o reciclar como abono propio, entonces verterlo en el contenedor de material orgánico para su reciclado comunal. Al retirar lo viejo y muerto, hacemos espacio para que lo nuevo pueda brotar y crecer. Esta actividad es propiamente un rito en el que nos deshacemos de lo que nos apega al invierno e invitamos a los eventos de la cercana primavera. Se puede también limpiar el jardín, la terraza o balcón preparándolo para la nueva estación.
     Imbolc es una antigua festividad del fuego. Antiguamente se celebraba con hogueras, y en la antigua Roma se celebraba “Lupercalia”, en honor de los poderes de la Naturaleza representados por el dios Pan, con juegos de antorchas lupercales apoyando el poder del joven-dios-sol en su creciente vigor; y luego el cristianismo la reconvirtió en la “Candelaria” donde se celebra la purificación de la Virgen María con el infante Jesús en medio de una procesión de candelas benditas. Es por ello que el elemento fuego debe estar presente en el hogar. Se prenden distintos tipos de fuego en honor a la creciente brillantez del sol y a los días ya visiblemente más largos. La chimenea prendida y/o las velas untadas de olor cumplen este propósito; pero también se pueden prender bengalas con los niños.
     Ahora es el momento de reunirse ante el fuego y reflexionar sobre cualquier cosa o hecho del año transcurrido que hubierais deseado que aconteciera o se hubiese actuado de diferente modo; cualquier cosa mal concluida o errada; es decir, que incluya algún tipo de suciedad emocional en la mente. Entonces la anotáis o dibujáis en un papel, manteniendo su contenido en secreto, a menos que se desee compartirlo. Luego arrugad el papel convirtiéndolo en una bola y echadlo al fuego, liberándose de todo resentimiento, rencor, culpa, etc.
Echad luego a este fuego (que también podría ser un caldero como en Yule) algunas hierbas purificadoras como romero, salvia o eucalipto. ¡Ya se ha ido! ¡Ya no es! Y ahora abriros a las nuevas y numerosas oportunidades de gozo y satisfacción que pueden acontecer a partir de hoy.
     Llegado el momento, con la familia reunida se procede al aspecto sacro de la festividad. El fuego en el hogar está encendido, sea en forma de hoguera o de velas de Imbolc. Ahora se sale al exterior, al huerto, jardín, terraza o balcón para realizar la tradicional práctica de realizar la “ofrenda al surco”; se trata de abrir un surco en la tierra (simboliza el arar) y realizar una ofrenda ritual en la misma convocando su fertilidad y abundancia para la familia y la comunidad. Se abre el surco o, en su caso, un hoyo si se trata de una jardinera o maceta. En actitud de ofrenda, improvisando o recitando una oración o poema o algún canto tradicional a la madre Tierra, se vierte en él un poco de whiskey, “el agua de la vida” y se le añade unos pedacitos de queso y pan; también se puede ofrecer algo de tabaco ritual y/o salvia o romero. Este pequeño rito se puede acompañar de alguna varilla de incienso prendida.
     Seguidamente se procede con el rito de “siembra de intentos” y la preparación del altar de imbolc, ya tratado en las actividades de Imbolc.
     Acompañados de los fuegos de Imbolc se procede con la comida o cena, según el ritmo de la familia; también algunas velas untadas deberían acompañar la mesa en el transcurso de la cena.
Brighid, diosa venerada en Imbolc


     En el momento oportuno, con el anochecer o la noche, antes de la cena o tras ella, se procede al ritual de Imbolc frente al altar doméstico.

   Se necesita un oficiante que sepa el rito, siendo todos los demás ayudantes.

Lo primero es la limpieza energética de la estancia. Al hacerlo visualizar que se ahuyenta toda negatividad. En Ontoenergética lo hacemos sahumando el lugar con salvia, copal o incienso de cedro.
Seguidamente, con el mismo sahumador, o con un bastón de olor se purifica el oficiante y a todos los participantes. Así se crea un sentimiento de pureza y favorece la entrada en un estado de consciencia acrecentada.
Antes de empezar el ritual el oficiante medita acerca de la magnitud de las poderosas energías que subyacen en el invierno, no sólo en la tierra esperando su momento, sino también en nuestros corazones radiantes de vida y amor. Considerando el renacer en una nueva fase o ciclo de vida en la que todo nuestro potencial se renueva y precisa manifestarse. Así en el mundo de afuera y en el de nuestro “ser interno”; y que lo sagrado que tenemos inicia su retorno y manifestación.

Ahora el oficiante se dirige al Norte, invoca al guardián del Norte, al Espíritu del Aire y de todos los alados, Señor de la Mente Pura y del Espíritu del Guerrero.
Ahora se dirige al Este, invoca al Guardián del Este, al Espíritu de la Luz y el Fuego y de todos los seres de sangre fría que puebla la Tierra, Señor de la Inspiración, de la Iluminación y Creatividad y de la visión de la Verdad Interior.
Seguidamente se dirige al Sur, invoca a la Guardiana del Sur, a la Señora de la Vida y Naturaleza con todos sus seres vegetales y de cuatro patas y sangre caliente, Señora del Amor, de la nutrición y Salud.
A continuación se dirige al Oeste, invoca a la Guardiana del Oeste, a la Señora de todas las Aguas y de todos los seres que las pueblan. Señora del Misterio, de lo insondable y oculto, de la Otra Realidad, de la Puerta de la Muerte; del depósito universal de la Sabiduría.
Seguidamente se procede a la invocación por la festividad celebrada, a Imbolc: "Guardianes de las Cuatro esquinas del mundo, en este día de Imbolc, os invoco y convoco para que protejáis este santuario y lo llenéis de vuestros poderes.
Ahora invoca a “Todas nuestras Relaciones” con “Mitakuye Oyasin”, y a nuestros ancestros, a nuestros parientes, amistades, comunidad y humanidad, a todos los seres visibles e invisibles que nos acompañan en este mundo solicitando su apoyo.
Hecho esto se invoca a la Abuela y Madre Tierra, esencia de todo cuanto es material y vive, que nos crea, sustenta y ama. Declaramos ser uno con ella.

Y finalmente se dirige al Gran Misterio, fuente de toda energía, consciencia y vida; declarando aspirar a “ser uno con Él”. Luego el oficiante refuerza “Todo es una Totalidad”. “Todo es Uno”. “Todo es Gran Misterio”.
Se ha realizado un giro completo alrededor del altar, ahora se procede a realizar otro convocando el poder y significado de las Ocho Puertas Sagradas de la Rueda Medicinal:
Convoco el poder de la Puerta de Yula, la del desafía, la de ña Voluntad e Intento de Vivir, concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
 Hoy convocados en la Puerta de Imbolc,  la de la aspiración al despertar de la consciencia; celebramos y potenciamos tu poder para que lo extiendas por todo el mundo. 
Convoco el poder de Puerta de Ostara, la de la inspiración y creatividad; concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Convoco el poder de la Puerta de Beltane, la de la energía vital de la fertilidad y sexo; concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Convoco el poder de la Puerta de Litha, la de la energía del Amor y plenitud, concedeos tu poder en la celebración de Imbolc.
Convoco el poder de la Puerta de Lughnasah, la puerta del amor sabio, leal y fiel, concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
   Convoco el poder de la Puerta de Mabon, la puerta del Misterio, sabiduría y desapego, concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.

Y, finalmente convoco el poder de la Puerta de Samhain, la puerta de la Muerte y Eternidad; concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Que vuestra presencia proteja y purifique las Ocho Puertas y todas ellas nos aporten su fuerza y poder.

Antes de prender las llamas se procede con la invocación tradicional. La recita el oficiante:


“Este es el tiempo de las velas y antorchas.
Con cada lámpara que arde y brilla damos la bienvenida al renacido Abuelo y Padre Sol.
Celebro a la Abuela y Madre Tierra, celebro al Abuelo y Padre Sol.
Toda la aturaleza vibra sumida en sueño
Ofrecemos luz y calor para mitigar frío y oscuridad.
Ahora el Padre Sol se aproxima a la Madre Tierra y, aunque distates, son Unidad”


Ahora prendo la vela anarajada diciendo:

“El Abuelo y Padre Sol, en el Cielo, prosigue su nuevo cicló.
La Abuela y Madre Tierra ante él, le indica el inicio de una nueva vida, tres el periodo de descanso”.


Tomo la vela y camino en el sentido de las agujas del reloj alrededor del altar mietras digo:

“El aire y viento trae el frío del invierno, el agua aún es nieve, hielo y escarcha cubriendo valles y montañas.
El Padre, renacido,señor de la vida, de las plantes, animales y humanos va acrecentando su presencia y ya abraza a la Madre Tierra, señora de la fertilidad.
Te honro Abuelo y Padre Sol.
Te honro Abuela y Madre Tierra”


Me detengo frente al altar con la vela alzada y digo:
“Miremos fijamente la lama, e su aura policroma veamos el arco iris de la vida.
Luz de vida despertando del sueño del invierno, con renovada fuerza y energia”.

    Dejo la vela en el altar y efectuamos una corta meditación considerando las poderosas energías que subyacen en el invierno, no sólo en la tierra esperando su momento, sino también en nuestros corazones radiantes de vida y amor. Ahora es el momento de despertar y del mismo modo que se renueva la sagrada vida en la tierra, asimismo acontece en nuestro ser


   Tras esta oportuna meditación contemplativa, observamos el altar y se dice en coro:
“Madre Tierra, Padre Sol, concededos vuestra gracia y poder.
Beditos seáis. Somos vuestros hijos".

Me dirijo a las Cuatro direcciones y sus guardianes:
-          Cuatro Esquinas del mundo, ayudadnos a obtener la sabiduría.
-         Guardián del Norte, con tu aire barre nuestra importancia persona, que podamos obtener la consciencia pura (soplo el aliento con agua floral por el altar y presentes).
-          Guardián del Este, quema nuestro temor y que nazca nuestra verdad. (Todos hacen una ofrenda de salvia al fuego).
-          Guardiana del Sur, concédenos tu abundancia, tu amor y cuidado y recibe nuestro amor (cada cual arazá al compañero).
-          Guardiana del Oeste,  riega con el agua purificadora el mundo desvelando el asombro de tu misterio (Se salpica el altar y a los presentes con algo de agua del altar).
-          Y a todos nuestros ancestros, las generaciones venideras y a todos los seres visibles e invisibles que comparten con nosotros este mundo. Apoyadnos para que la plenitud y armonía acontezca.

Y nuevamente me dirijo al altar para realizar el cierre diciendo:
-          Agradezco a los Siete poderes de  la Sagrada Rueda de la Vida:
-          Gracias Guardián del Norte, por tu espíritu guerrero.
-          Gracias Guardián del Este, por tu luz e iluminación.
-          Gracias Guardiana del Sur por tu amor, abundancia y Salud.
-          Gracias Guardiana del Oeste por tu sabiduría y misterio.
-          Gracias a los antepasados y demás seres que compartís este mundo por vuestro apoyo.
-          Gracias Abuela Tierra por concedernos y cuidar nuestra vida.
-          Gracias Gran Misterio por darnos vida y consciencia.


Y ahora dirigiéndome a los presentes:
-          Que el poder de Imbolc nos acompañe y permita vivir conforme al Misterio. Que nuestras generaciones venideras puedan seguir asimismo la Sagrada Senda de la Vida.

       Dejo que la vela siga ardiendo junto al incienso y dispuestos a regresar al salón concluyo:
-          Mitakuye Oyasin.   – Todos contestan: Ahó.



     Ya en el salón, cuando el momento de acostarse se aproxima, abrid la ventana durante unos instantes aspirando el fresco aire, oliéndolo, advirtiendo la energía de la tierra que está despertando del letargo invernal  para todos nosotros que, ahora, estamos en armonía con ella y su poder.
     Y luego, mientras dormís en la arrulladora calidez del lecho, sentiros como una semilla en su oscura matriz durmiendo a la espera de que el dulce y amoroso calor del sol os acaricie haciéndoos expandir y brotar entre los últimos resto de nieve.


          ¡Que la integridad, la autenticidad, la salud y la sabiduría florezcan en vuestro ser ahora y siempre! 
           Así sea.

                                                             Ernesto Cabeza Salamó










 
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario