martes, 21 de abril de 2020

Reflexión acerca de la pandemia de covid-19

Reflexión acerca de la pandemia de covid-19

Desde que en febrero se produjo el alud del covid-19, el desconcierto se ha producido; y con la información de este la certeza de una amenaza invisible.
Después se han ido produciendo interpretaciones de cómo ha podido originarse este virus. Teniendo en cuenta las posibilidades científico-tecnológicas hoy en día posibles, no resulta descabellado que pudiera partir de circuitos de biotecnología al servicio de intereses opacos. No es ficción la existencia del espionaje; consideramos que los espías y doble espías son personas de metes retorcidas, pero los hay y no son justamente los villanos de películas y novelas. Hay intereses geoestratégicos que producen, mantienen y financian conflictos bélicos y sociales en numerosas partes del mundo alentando ideas, creencias y otras conflictividades; el caso es que la gente se mata entre sí y también con tecnología sofisticada. Es cierto que hubo bombas atómicas y fueron usadas y es cierto que las hay guardadas en arsenales a pesar de que la Guerra fría concluyó hace unas décadas. Hay corporaciones que crean organismos genéticamente modificados con fines monopolistas en cuanto al control de la producción alimenticia en el planeta; y otros otras que se otorgan propiedades como divinas para investigar y producir los medicamentos que, teóricamente deben cuidar de la salud de la población del planeta, y que, por motivos económicos, se crean políticas de intereses comerciales que conducen a muertes inocentes (daños colaterales). También tenemos políticas de manipulación climática que trata de mantenerse oculta culpando del calentamiento del planeta a las actividades de sus habitantes (siembra de aerosoles estratosféricos) que ocasionas incontables enfermedades en humanos y no humanos. También tenemos un montaje económico financiero que se dedica a la especulación y no al facilitar el libre intercambio de los bienes que permitan una vida económica digna a la mayoría de la población del planeta. Y todo ello con sus matices, con sus héroes, sus villanos, sus arrepentidos y fanatismos.
En relación con la Pandemia, su verdad se conocerá dentro de unas décadas como material de estudios históricos. Hoy por hoy es algo especulativo, motivo de confusión y sujeto a políticas de desinformación de masas. Lo que es imposible negar es el testimonio vivido por gentes próximas. Las familias, amistades y conocidos que trabajan en centros geriátricos y sanitarios han vivido, y no especulado, que algo terrible tenían y tienen entre manos y que se da una lucha a brazo partido por la vida; han visto que colegas y compañeros, a pesar de la protección propia d la profesión, ya sea suficiente o insuficiente o precaria, caían en diversos grados de gravedad y hasta algunos morían.
No podemos negar que la creación de hospitales de campaña ha sido necesaria y que el dolor de ver sufrir, padecer, morir y no poder velar o despedir a los caídos es un dolor enorme.
Los científicos parecen estar en otros mundos, Algunos como Judy Mikovits argumenta que el covid-19 se ha producido en laboratorios siguiendo criterios de política geoestratégica junto a estudios de otros virus y sustancias de importancia en términos de control de la salud planetaria. Lo ve desde el punto de vista desapegado del que está en el laboratorio y participa o dirige grupos de especialistas, El diseño de una sustancia vírica, es decir ni enteramente vivo ni no-vivo, pero con poder de dañar a las células de organismos enteramente vivos. Y hace descripciones técnicas que parecen chocar con otros especialistas, igualmente científicos, que trabajan en un sentido contrastante tratando de evitar el dramático sufrir de la población. Quienes tenemos contacto con gente que ha contraído la enfermedad, han estado, como reiteran, “muy jodidos” y agradecidos por haber salido con bien de ella. Que cuando alguien de la familia la ha pillado, lo más fácil, a pesar de los medios de protección, es que toda la unidad de convivencia la pase, resulta innegable. Hemos visto como, en pocos días (cuestión de semanas) la avalancha de gente enferma acudiendo a los hospitales, es algo real, no se puede negar; y sigue siendo real, aunque ahora ya empiece a ir aflojando y que las medidas de confinamiento estén produciéndolo, y que los profesionales sanitarios puedan respirar un poco más y no desesperarse tanto. Las personas que han tenido oportunidad de acudir en el confinamiento a lugares más abiertos y aislados y, por ello no densos como la gran ciudad, lo han hecho; y allí se sienten más seguros. También hay poblaciones, de muy poca densidad humana, y probablemente con algún aislamiento, que no han tenido personas afectadas, que se han mantenido libres de contagio y que están siendo igualmente protegidas por el confinamiento evitando que la infección las alcance. Las medidas higiénicas de limitar el contacto cercano entre la gente en el que las minúsculas exteriorizaciones de saliva o material mucoso mediante el aliento, estornudos, toses, etc., se proyectan al ambiente. Y por ello las mascarillas que impiden que la saliva que se propulsa involuntariamente al hablar e incluso al exhalar peda afectar a otros; o en el frotarse el rostro (nariz y boca) después, sea con guantes o sin guantes, toquen tal o cual superficie y ésta pueda tocada, a su vez, por otros es una realidad. No se puede decir que es una ficción o una fantasía. Es algo real y su control ha disminuido la explosión de la enfermedad. Si no se hubiese procedido así, la cantidad de ingresos hospitalarios hubiera sido tan abrumador, que el colapso de los hospitales se hubiera producido sin la menor duda. Ahora la curva se suaviza, el tratamiento es posible sin producirse colapso, pero alargándose el tiempo de presencia de la infección en la población. Mientras no esté disponible una vacuna, la población que permanece libre de infección, está en peligro; los que la han superado y creado anticuerpos es aún un escaso % de población, Seguiremos infectándonos en lo sucesivo a un ritmo más lento mientras se espera la llegada de la vacuna tiempo en el que podrá considerarse  que la población queda inmunizada para esta infección concreta de covid-19; sin saber por cuánto tiempo y si este virus mutará o podrán aparecer otros análogos en pocos años. Entre tanto, en cierto % de la población, por razones de edad o de estado de salud, debe cuidarse y protegerse d especial modo.
Me pregunto asimismo ¿quiénes, de forma deliberada y consciente, deciden resistirse a adoptar las medidas de autoprotección propuestas (mascarillas, guantes de látex, lavarse las manos, etc.) por convicción sabiéndose libres de contagio?
Pasando al tema de las vacunas y a su administración o no, tenemos algo muy debatido. Si se pudiera asegurar un modo que permitiera pasar por este estado de infección de forma atenuada, asintomática, o con muy leve riesgo, sería adecuado pensar en que se dejara segur el proceso natural de inmunización; pero, por ahora, o es así. Contamos con muchos testimonios de consecuencias letales, por ello s indicado el acceso de vacuna. Sus posibles efectos adversos resultan aceptables hoy por hoy.
A veces me plateo, al pensar en amistades y conocidos nacidos alrededor de los años 50 y principios de los 60, que padecieron la polio. Hay quienes no la pillaron en la tierna infancia, hay quienes la pillaron quedando con las secuelas discapacitarte. Entonces existía la vacuna, pero no era accesible a cierta gente. Los más pudientes pudieron pagársela. Lo que desarrollaron la enfermedad no pudieron acceder a la vacuna. Hoy en día, habiendo desaparecido la enfermedad, no es necesaria administrarla, a menos que pudiera resurgir; y como ésta, otras. Me gustaría que me dijeran quienes han sido aquejados por esta enfermedad u otros víricas con secuelas, si hubieran deseado tener acceso a la vacuna y así evitarla, y no padecer la menor o mayor discapacidad. Tengo por seguro que la respuesta es afirmativa. Y si preguntase a todos quienes han perdido algún familiar o amistad, si hubieran preferido tener vacuna evitándose la muerte, tengo la seguridad que la respuesta es igualmente afirmativa. Cuando el covid-19 se a historia, obviamente su vacunación preventiva será innecesaria, pero mientras no acontezca aún, el mero riesgo de padecerla con sus posibles consecuencias la hace importante.
Cuando se realizan viajes y turismo a países tropicales, te piden ciertas vacunas para evitar contraer algunas enfermedades no presentes en estos países; y las admitimos por el viaje de placer. Cuando nuestros antepasados colonizaron otros continentes transmitimos plagas en las poblaciones nativas, hay información de ello, y contribuyeron mediante esas infecciones a un genocidio y hasta alguna auténtica extinción. ¡Cuánto horror se hubiera evitado de existir vacunación!  

domingo, 19 de abril de 2020

¡La distopía que nos proponen hoy!


¡La distopía que nos proponen hoy!



Ayer por la tarde aluciné pepinillos. Un grupito de científicos y médicos, profetas de la salud, en uno de tantos programas de TV, declarando sin el menor rubor, que a partir del covid-19, y dado que cada 4 o 5 años viene produciéndose una plaga vírica, dictaminan que las relaciones humanas deben establecer cambios. El motivo es que, con la globalización y la densidad de población humana, las pandemias son inevitables. La solución que proponen es que hay que hacerse a la idea de que estos virus, que ya están, se quedan y que aparecerán más en los próximos años; con lo cual no les parece mal, más bien defienden, que la gente se acostumbre a llevar caretas de forma normalizada y mantengan las distancias y, por supuesto, evitar el contacto físico. Y esto más allá de esta época de infección.

Qué profesionales de la salud, científicos de situaciones epidémicas, lo digan así, sin más, y además apoyando las medidas de control mediante IA (inteligencia artificial) como en China, sin la menos crítica de lo que supone, me indigna enormemente. Espero que en fechas venideras próximas lo reconsideren, porque, así, estaremos más protegidos de diversos virus, pero enfermaremos de falta de contacto y humanidad. Proponer que el contacto y relación humana, lo sea sin contacto físico es condenar a lo más esencial del ser humano (estrecharse, abrazarse, acariciarse, besarse y sonreírse).

Si estas mentes “privilegiadas” tan estructuradas no aciertan a dar con otras respuestas que no sean deshumanizar las relaciones sociales e interpersonales, no merecen sus atributos de personas de conocimiento, de saber. Son marionetas de corrientes de opinión transhumanas.

El temer al contacto físico fuera del periodo de alarma es desmembrar la vida comunitaria y distanciar a cada uno de sus semejantes. ¿Debemos comunicarnos por estos y por medio de móviles a distancia de unos dos metros? ¿Se inventarán algunos chismes o aplicaciones que nos producirán virtualmente la sensación de las caricias y abrazos sin contacto físico humano? ¡Por asepsia renunciar al contacto! ¿Tendrán las madres que evitar dar el pecho a sus retoños y extraerse la leche para dársela mediante biberones con guantes? ¿Renunciarán los amantes a extasiarse en las caricias y juegos de amor? ¿Haremos el amor enfundados con algo parecido a trajes o atuendos de neopreno? 

¡Cómo pueden, ni tan sólo sugerir tales medidas de represión, pretendiendo que sea asumido como auto represión?

Quizá no enfermemos tanto de virus, pero padeceremos de otras más graves enfermedades carenciales de tipo humano; pero claro, se tratan con psicofármacos y otros tratamientos farmacológicos al ser consideradas como crónicas.

¿Qué estamos locos! ¡Seguro! Que lo vemos con toda nitidez. ¿Seguro! Que las ominosas contradicciones de nuestro mundo destapen todas estas vergüenzas.

Resulta que el mundo va al desastre si “lo esencial” se detiene. Eso esencial es todo el conjunto de gente trabajadora que lo hace con sueldos irrisorios. No hace falta tantos empresarios, ni jefes, no se los necesita, lo básico para la vida no depende de ellos. Tengamos presente que, en todos los ámbitos, los servicios esenciales son las personas más humildes. Los “grandes” lo saben, saben que nos hemos dado cuenta. También saben qué es lo que tienen que hacer para mantener el control: sustituirlas por máquinas robóticas y “IA” condenando a la precariedad y al subsidio temporal o permanente a tal población sustituida. De este modo habrá un cierto consumo de gente que se sentirá culpable de su fracaso personal; otro sector con trabajo más o menos condicionado a su actitud, y una estratificación piramidal desde bastante a muy acomodada constituyendo cargos ejecutivos, jefatura y élites que moverán los hilos. Todo sesudamente bajo control, la IA controlando lo económico, la información y la fiscalidad de la masa alienada. ¡Una plena distopía! Se van dando pasos hacia esta dirección y la tecnología de control se va introduciendo a pasos firmes y, no sólo con el consentimiento popular, sino con ferviente adhesión por desear estar en ñ último de la tecnología de la comunicación y computación.

Aún estamos a tiempo de tomar consciencia y poder pararlo, pero el tiempo no es indefinido. Por el temor, la deshumanización, el dinero y el consumo (necesario y superfluo) se nos controlará por completo, y sin apenas darnos cuenta.


Ernesto.

miércoles, 8 de abril de 2020

Pelicula espiritual Nuestro hogar Español HD




Una recreación inspirada del mundo espiritual. Quienes hayan leído el libro "La vida entre vidas" de Michael Newton encontrarán similitudes.

Hace dos años la publiqué aquí mismo. Me he dado cuenta que esa versión de esta película fue bloqueada y ahora la vuelvo a publicar nuevamente. Espero que sea oportuna en estas fechas,cuando tantos de nuestros mayores se están marchando y nuestro mundo se ha parado para reconsiderar qué realmente es importante entre todos nosotros. Esta pelicula me la dió a conocer mi buena amiga María Luisa Roa en su última visita desde México. Mis más tiernos recuerdos y abrazos.