Celebración de Imbolc "Medio Invierno".
Segunda parte: "Actividades en grupo o familia". 
Versión actualizada 2013.
Actividades previas a la festividad de Imbolc
  
   En Yule creábamos una cueva sagrada en la que nacía el “dios-sol”, en
 una representación arquetípica con gran poder. Ahora, en Imbolc, vamos a
 crear una representación simbólica y arquetípica, asimismo poderosa, 
para todos los participantes sin importar edades ni sexos vinculada con 
la energía de esta época
  
Tradicionalmente, en Imbolc, se prendían velas y fuegos para apoyar la luz y calor del sol (el joven dios) para que así incrementara su poder y lo proyectara a la tierra permitiendo el renacer de la vida. Es una fiesta de fuegos y luces; por ello conviene encender fuego en el hogar y velas para dar la bienvenida al dios. Tomemos, si la hay, nieve y dejemos que se derrita en un cuenco; así, en el ámbito simbólico, contribuimos en el apoyo del sol y el regreso de la primavera. El blanco, las flores blancas y el incienso de azahar representa la doncella, el aspecto primaveral de la Tripe diosa.
Tradicionalmente, en Imbolc, se prendían velas y fuegos para apoyar la luz y calor del sol (el joven dios) para que así incrementara su poder y lo proyectara a la tierra permitiendo el renacer de la vida. Es una fiesta de fuegos y luces; por ello conviene encender fuego en el hogar y velas para dar la bienvenida al dios. Tomemos, si la hay, nieve y dejemos que se derrita en un cuenco; así, en el ámbito simbólico, contribuimos en el apoyo del sol y el regreso de la primavera. El blanco, las flores blancas y el incienso de azahar representa la doncella, el aspecto primaveral de la Tripe diosa.
  
   Es por ello que las actividades relativas a esta celebración tengan 
que ver con las velas y la luz de sus fuegos; así como de las alusiones a
 la nutricia leche que alimenta a las jóvenes criaturas; y también con 
el sembrar y alumbrar rectas y provechosos propósitos personales, 
familiares y de la comunidad. Y en nuestro ser el acentuar la vibración 
interior, ya deseoso de expandirse, mediante la acción vibratoria de 
gratos sonidos nacidos de instrumentos musicales.
“Sembrar Intentos de Imbolc”
     Los rayos de luz-calor del joven dios ya empiezan a llegar de forma creciente a la Tierra,
 anunciando la inminencia del fin del invierno. Todo yace en el seno de 
la tierra esperando la tibia caricia que le haga despertar y expandir su
 divina abundancia. Y esto justamente es lo que en primer lugar planteo 
como actividad principal.
  
   Podemos preparar sonajeros desde la sencillez de colocar unas 
pequeñas piedrecitas en una caja de cerillas o en una cajita de madera, 
metálica o de plástico que nos quepa en la palma de la mano. O bien con 
unas calabazas pequeñas en las que se corta la parte superior (mango) se
 dejan secar; y luego se rellenan con piedrecitas o de semillas 
volviéndose a pegar con cola la parte superior; así se construyen 
auténticas maracas que después pueden gravarse o pintarse 
imaginativamente. Otra forma es el cortar cuidadosamente unos trozos de 
caña de cierto grosor a la altura del nudo, colocar piedrecitas en su 
interior y luego tapar la apertura con un tapón de corcho; al sacudirla 
en las manos sonará como una maraca.
     Al igual que la Tierra,
 nosotros contamos con potenciales dispuestos a despertar y activarse. 
Nuestra creatividad está despertando y dispuesta a contribuir en la 
realización de mejoras y cambios en nosotros y, a través de nosotros, 
con nuestras relaciones. Podemos gestar, como la tierra con las semillas
 que guarda, nuevos crecimientos, nuevas habilidades, propósitos y 
proyectos.
   
 Con esta intencionalidad compartida, salgamos a la naturaleza. Acudamos
 a un lugar en el que haya tierra fértil y recojamos de ella; puede ser 
en el campo, en un jardín e, incluso, si no es posible, comprando un 
paquete de tierra de jardinería.
    
 De acuerdo a las condiciones climáticas el siguiente paso se puede 
hacer en la propia naturaleza o en casa. Precisamos también un molde de 
pastel. Ahora nos reunimos en círculo alrededor del molde lleno de esta 
fértil tierra, podemos crear ambiente mediante algo de incienso. 
Meditamos sobre el significado del potencial nutricio de esta fértil 
tierra para la vida. Contactemos a través de nuestro sentir con nuestros
 deseos, cambios, propósitos y proyectos creativos que queremos que se 
manifiesten en estos próximos meses. Siempre atendiendo a que tal 
propósito personal tenga, asimismo, repercusión favorable a muchos 
allegados y a la comunidad. “Que (tal propósito) se cumpla en beneficio 
mío y de todas mis relaciones” debe ser el sentido de este intento en 
consideración. Una vez que cada cual concluye su meditación y tiene 
claro su propósito o proyecto creativo debe escribir en pocas palabras o
 dibujar una imagen del mismo. No tiene por que ser uno sólo, pueden ser
 varios; pero tengamos en cuenta que no es un listado de deseos, sino de
 siembra de propósitos y de intenciones en un ámbito sagrado y 
trascendente.
    
 Seguidamente envolvemos con este papel pequeñas semillas  que, a su 
debido turno,  plantaremos en esa tierra dentro del molde con nuestro 
propósito.  Démonos cuenta que ofrecemos a la madre tierra la semilla, 
el comprometido intento de algo que queremos que brote y se realice en 
nuestro ser para beneficio de todos. Esto hay que hacerlo en respetuoso 
silencio hacia uno mismo y hacia los demás. Cuando todos han plantado 
“su semilla de intento”, cada persona toma una velita de cumpleaños y la
 clava justo encima de donde ha plantado su “intento”. Luego tomamos 
este molde o “Tierra del común intento” y lo colocamos en el altar a la 
espera del atardecer de Imbolc.
    
 Con el anochecer del día de Imbolc, reunidos otra vez frente o 
alrededor del altar y del “molde del intento”, realicemos un pequeño 
rito en el que encendemos las velas sobre nuestro “intento” solicitando a
 los poderes del Universo y de la Tierra
 el que apoyen su realización. Sintamos como la luz de la vela, en 
particular, y del conjunto de todos, en general, alumbran y bendicen los
 “intentos” plantados en nuestro ser. Hecho esto dejemos que las velas 
se consuman por sí mismas y que el “molde del intento” permanezca unas 
24 horas en el altar. Después podemos guardar la tierra y las semillas 
para plantar afuera, en el jardín, campo o jardinera con la llegada de 
la primavera.
  
    
 “Preparar velas”
    Imbolc,
 tradicionalmente ligado a las velas, es una fecha oportuna para 
encender nuestras propias velas artesanas. Velas que habremos realizado 
algunos días antes con este fin a propósito. Ya en Yule y sus fiestas 
aconsejé que los restos de las velas utilizadas se guardaran para su 
reciclaje; pero ésta debería ser una actitud operativa a lo largo de 
todo el año; de forma que en nuestra caja de “viejas velas” haya cierta 
cantidad de materia prima. Se puede completar con la adquisición de cera
 de abeja en bloques o de parafina mezclada con los restos de las velas 
que se han utilizado durante el año. Tengamos en cuenta que la parafina 
suele ser demasiado blanda para utilizarla sin nada que aporte 
endurecimiento.
    
 Estas velas especiales de Imbolc tendrán un significado especial y 
serán utilizadas rememorando los sentimientos de este día. Además de que
 estarán imbuidos del significado mágico y arquetípico del fulgor del 
creciente joven sol de la celebración.
    
 Fieles a la intención, en esta labor debe participar todo el conjunto 
familiar, pero atentos y cuidando de los pequeños estando en la cocina.
    
 Cubramos la mesa de trabajo con papel de periódico para que la cera que
 pueda derramarse no estropee el mueble; y vitamos ropa que no 
lamentemos que pueda estropearse con la actividad.
    
 Preparar en artesanía domestica velas es una auténtica labor de 
reciclaje ya desde su previo comienzo. Como material precisamos:
a)      Restos de velas consumidas y almacenadas en la caja a ello dedicada; además de ello, obtengamos parafina y/o cera de abejas.
b)      Si
 se trabaja exclusivamente con parafina es conveniente añadir 
“estearina”, un endurecedor de la estructura, conveniente si la vela 
tiene más de 5 centímetros de longitud.
c)       Las mechas o pábilos, que es hilo de algodón trenzado de diferentes anchuras dependiendo del grueso de la vela.
d)      Se
 pueden añadir aromas para velas y también colorantes para velas; aunque
 también resulta añadir un poco de acuarela o tempera a la cera fundida.
 Y como indicaré más adelante, aromatizar ritualmente las velas después 
de hechas.
e)      Disponer
 de ojalillos que permiten que la vela se apoye y no dañe la base sobre 
la que está ubicada. Se pueden reutilizar los de las velas de té o 
votivas ya usadas, sólo es conveniente limpiarlos un poco y abrir su 
abertura para que pase la nueva mecha.
f)       Moldes,
 que pueden ser muy diversos. Se puede utilizar como tales brics viejos 
de leche o zumos de cualquier medida, envases de yogurt, vasos, tapas de
 aerosoles, potes diversos, etc., medias naranjas, limones, limas o pomelos también considerarse y son muy decorativos.
g)      Desmoldante;
 pudiendo ser glicerina o incluso aceite de cocina que se distribuye con
 un algodón uniformemente por la cara interior del molde para que la 
cera no se quede adherida a su superficie y haga imposible separarla de 
su molde.
h)      Recipientes
 para fundir la cera o la estearina y mantenerla caliente al baño maría 
de acuerdo con el tiempo de realización de todo el proceso.
i)        Algo de plastilina para sellar.
     Una recomendación previa es realizar el agujerito del molde por el que se introducirá la mecha.
    
 Si no derretimos la cera al baño maría, hagámoslo en una sartén o 
cacerola de grueso fondo, con el fuego muy lento, pues la cera es 
inflamable y puede ocasionar problemas desagradables tanto si se 
convierte en humo como si se inflama. La parafina se inflama 
espontáneamente al alcanzar los 150 grados centígrados. Si tal sucediera
 sofoca el fuego, no utilices agua para ello. Antes de ello se producirá
 un denso humo de muy desagradable olor, lo que indica que la 
temperatura alcanzada es excesivamente alta. Entonces apaga el fuego y 
deja que se enfrié. Tendrás que ventilas la estancia. A fuego lento y 
con la conveniente atención todo debe discurrir sin contratiempos.
    Como es inevitable salpicar con la cera fundida, procura ponerte ropa vieja para esta actividad.
   
 Derrite la cera en el recipiente al baño maría o a fuego muy lento, la 
que estimes suficiente para llenar el molde o el recipiente de la vela. 
Mientras se calienta y funde unta con el desmoldante todo el interior 
del molde, úntalo con un algodón concienzudamente. También, si utilizas 
molde, acuérdate de hacer un agujero pequeño en la base, un clavo 
caliente puede sr suficiente y úntalo también de desmoldante. Y si 
utilizas ojalillos, el agujero es innecesario, pero adhiere el ojalillo 
al fondo con algo. Yo utilizo unas gotas de cera para ello bajo y sobre 
el ojalillo.
    
 Ahora cada participante debe disponer de cierta longitud de mecha de 
vela, unos pocos centímetros más larga que la profundidad del molde o 
recipiente que utilice. En este momento debes prepararla; para ello la 
sumerges en la cera para que se empape de ella, lo podéis hacer por 
turnos. La mecha empapada la extraes y la alisas con los dedos en 
caliente. Luego, al enfriarse, se mantendrá rígida, esto es lo que 
pretendemos. Una vez preparada la mecha, enhébrala a través del pequeño 
agujerito del fondo del molde y séllalo con un poco de plastilina. Ahora
 hay que sujetar la mecha para que no se mueva en el extremo superior. 
El sujetarla entre dos lápices o entre dos palillos puede ser 
suficiente. Una vez colocada correctamente la mecha y estando sujeta ya 
puedes verter la cera fundida con cuidado procurando que no se vierta 
por el exterior del molde y dejas que se vaya enfriando. Si le quieres 
añadir el aroma hazlo en la cera poco antes de verterla en el molde 
porque el calor volatiliza el aroma. Observarás que se produce una 
depresión alrededor de la mecha. Eso es debido a que al enfriarse la 
cera se contrae. Entonces rellena con algo más de cera esa depresión.
    
 Ahora deja que se enfrié y una vez fría extraer el molde, si el 
desmoldante está bien distribuido no tiene que producirse problema 
alguno.
   
 Hechas las velas, se puede recurrir al método tradicional para 
perfumarlas untándolas de aceite esencial así, mientras se queman, 
liberan el perfume lo que añade un matiz especial a las celebraciones en
 las que se utilizan. Es bien cierto que los niños disfrutan untándolas 
con los aceites esenciales, y a su propio modo; pero el método 
tradicional es el de echar un par de gotas de aceite esencial en medio 
del tronco de la vela y frotarla en dirección ascendente y luego añadir 
otro par de gotas para frotar en sentido descendente. Desde el punto de 
vista ontoenergético, es de importancia convertir toda actividad en acto
 a propósito plenamente consciente, por ello al abrir los sentidos y 
visualizar el propósito es todo un trabajo personal. Y, por supuesto, la
 elección del perfume también tiene su significado, no cualquier perfume
 es oportuno para cualquier festividad. Cada una de ellas pide algo 
peculiar.
    
 En el caso que ahora nos ocupa, Imbolc, los aromas esenciales oportunos
 para esta operación son los propios de invierno con una llamada hacia 
la primavera. Con lo que utilizaremos el enebro, el ciprés unido a la 
salvia.
    Las autoras del libro “La magia de la Tierra” proponen una sugerencia para Imbolc con la cual se apoya la energía de Imbolc:
     “Va a ayudarnos a sentirnos renovados y preparados para la primavera
Aceite de albahaca
Aceite de menta
Aceite de romero.”
  
 Sugiriendo que mientras se añade estos aceites se proceda imaginando 
que la vela toma las frescas energías de Imbolc, como una brisa 
inspiradora que va a fortalecernos y revitalizarnos.
    Además sugieren que preparan una vela especial para esta celebración que denominan “vela de los nuevos inicios”,
 muy propicia en este inicio de temporada en la que se producen las 
primeras germinaciones y lactancias en los animales de granja. Nos dicen
 que la quememos en honor a la nueva vida y cuando demos inicio a algo. 
Con ello centramos más nuestro intento en el significado de la 
festividad tocando su aspecto sagrado. Para estas velas nos proponen 
untarlas  con aceite esencial de incienso (olibanum) y aceite esencial 
de lavanda; y mientras se hace imaginar que la vela está brillando con 
energía positiva, visualizando el poder de un nuevo inicio, una nueva 
oportunidad de hacer crecer cosas buenas.
    
 Y ahora propongo los aceites esenciales que considero oportunos para 
las cuatro estaciones y las ocho festividades en consideración en esta 
serie de escritos:
    Invierno:
          Para Yule por sugerir la pervivencia de la vida
Aceite esencial de pino
Aceite esencial de abeto
Aceite esencial de cedro
Aceite esencial de canela
Aceite esencial de salvia.
         Para Imbolc por sugerir purificación y espera de la primavera
Aceite esencial de enebro
Aceite esencial de ciprés
Aceite esencial de canela
Aceite esencial de salvia
     Primavera:
         Para Ostara, el frescor del inicio primaveral
Aceite esencial de menta
Aceite esencial de manzanilla
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de jazmín
          Para Beltane donde la fragancia floral y de vida se une al erotismo y la celebración de la festividad en toda la naturaleza
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de jazmín
Aceite esencial de benjuí
Aceite esencial de melisa
Aceite esencial de nerolí
Aceite esencial de pachuli
Aceite esencial de ilangilang
Aceite esencial de mejorana
Verano:
     Para Litha con aromas frescos, refrescantes
Aceite esencial de pino
Aceite esencial de naranja
Aceite esencial de limón
Aceite esencial de pomelo
Aceite esencial de mandarina
Aceite esencial de nerolí
Aceite esencial de citronela
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de lavanda
     Para Lughnasad en gratitud a la Madre Tierra por su abundancia e iniciar el proceso de introspección
Aceite esencial de lavanda
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de Artemisa
Aceite esencial de sándalo
Aceite esencial orégano
Aceite esencial de tomillo
Otoño:
     Para Mabon se intensifica la purificación y la introspección. Acción de gracias a la Madre Tierra
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de pimienta negra
Aceite esencial de jengibre
Aceite esencial de salvia
    Para Samhain Se encuentra el mundo material y el multidimensional
Aceite esencial de jengibre
Aceite esencial de salvia
Aceite esencial de Artemisa
Aceite esencial de eucalipto.
      Donde haya más de tres, seleccionar tres entre los propuestos.
    
 Con esto ya se tiene lo suficiente para preparar las propias velas para
 esta festividad y para las siguientes del año; pero luego, desde luego,
 la elaboración de velas se puede refinar de numerosas maneras creando 
velas muy personalizadas y originales.
  
"Hacer instrumentos de música"
     Otra de las actividades propicias para las cercanías de imbolc, 
como ya indiqué al principio, es el acrecentar nuestro estado vibratorio
 ya que nuestro ser está deseoso de expandirse mediante la acción 
vibratoria de gratos sonidos nacidos de instrumentos musicales. La 
creación de sencillos instrumentos musicales es lo que nos ocupa ahora.  
    No es necesario saber de música para crear un ritmo que acompañe 
algunas canciones. Los niños tienen un cierto sentido innato del ritmo y
 seguramente responderán positivamente ante la iniciativa de construir 
unos instrumentos para hacer música.
     Ante todo, de acuerdo con la ontoenergética, tenemos una 
serie de instrumentos que se asocian con las cuatro direcciones 
arquetípicas:
   
  El Norte, en asociación con la mente y el elemento aire, se relaciona 
con las maracas (que se utilizan para limpiar y atraer partes perdidas 
del espíritu) y los instrumentos de viento, desde la suavidad de una 
flauta hasta el fuerte sonido de una caracola.
El Este, asociado a la luz y la visión, nos pone en contacto con la autenticidad y la verdad personal y existencial, relacionándose con los sonidos vibratorios de cristales y metales en forma de cuencos, platillos, campanas y cascabeles.
El Sur, asociado a la abuela y madre Tierra, nos pone en contacto con el latir de nuestro corazón y pulso, siendo los instrumentos de percusión los más representativos como panderos, bombos y tambores; y además aquellos que resultan de la vibración de cuerdas tales como las liras, arpas, laudes, guitarras, violines, etc.
El Oeste, con el contacto con lo misterioso y el umbral de la muerte, nos pone en contacto con instrumentos que han sido material vivo y ya han dejado de serlo como el golpear palos y huesos. Ahí tenemos los palitroques, cajas chinas, castañuelas, etc.
El Este, asociado a la luz y la visión, nos pone en contacto con la autenticidad y la verdad personal y existencial, relacionándose con los sonidos vibratorios de cristales y metales en forma de cuencos, platillos, campanas y cascabeles.
El Sur, asociado a la abuela y madre Tierra, nos pone en contacto con el latir de nuestro corazón y pulso, siendo los instrumentos de percusión los más representativos como panderos, bombos y tambores; y además aquellos que resultan de la vibración de cuerdas tales como las liras, arpas, laudes, guitarras, violines, etc.
El Oeste, con el contacto con lo misterioso y el umbral de la muerte, nos pone en contacto con instrumentos que han sido material vivo y ya han dejado de serlo como el golpear palos y huesos. Ahí tenemos los palitroques, cajas chinas, castañuelas, etc.
     A partir de ello podemos empezar a preparar instrumentos, algunos de ellos de una simplicidad increíble.
  
   Podemos preparar sonajeros desde la sencillez de colocar unas 
pequeñas piedrecitas en una caja de cerillas o en una cajita de madera, 
metálica o de plástico que nos quepa en la palma de la mano. O bien con 
unas calabazas pequeñas en las que se corta la parte superior (mango) se
 dejan secar; y luego se rellenan con piedrecitas o de semillas 
volviéndose a pegar con cola la parte superior; así se construyen 
auténticas maracas que después pueden gravarse o pintarse 
imaginativamente. Otra forma es el cortar cuidadosamente unos trozos de 
caña de cierto grosor a la altura del nudo, colocar piedrecitas en su 
interior y luego tapar la apertura con un tapón de corcho; al sacudirla 
en las manos sonará como una maraca.
      En 
cuanto al viento, también con tallos de cañas de diferentes longitudes 
podéis unirlas atándolas creando una flauta de tubos que sonaran 
distinto al soplarlas. Consiguiendo botellas de cristal de diferentes 
tamaños, tras llenarlas a la mitad con agua, se sopla por la abertura 
obteniendo distintos sonidos; se precisa un poquito de práctica el 
conseguirlos fácilmente.
Aprovechando
 algunos cuencos o fuentes de cocina, así como cazos metálicos, pueden 
golpearse suavemente en sus superficies laterales con un bastoncito y 
hacerles vibrar hermosamente. Si recientemente se ha producido alguna 
reparación de fontanería, quizá se cuente con algunos fragmentos de tubo
 de cobre, que se pueden cortar en distintas longitudes y realizar con 
ellos sonidos musicales al golpearlos con un palo; incluso sujetándolos 
en dos marcos laterales se puede preparar un tipo de xilófono.
     Si se 
toma un guante de goma tipo de cirugía o por el estilo y se tensa sobre 
un bote metálico, recipiente de cocina, o una pequeña maceta o macetero y
 después se sujeta firmemente con una goma elástica se habrá improvisado
 un tipo de pequeño tambor. La goma de los globos hinchables también 
sirve a tal propósito. Sobre cilindros de diferentes diámetros y 
materiales también se pueden cubrir con estos tímpanos y preparar 
distintos tambores. También se consigue un ritmo golpeando suavemente 
dos piedras de suave superficie. Si se tiene ocasión de conseguir algún 
tronco hueco se puede golpear con un palo. 
  
   Con las cuerdas se experimenta tensando gomas elásticas de diferentes
 tamaños y grosores cruzando una bandeja y pellizcándolas, o tensándolas
 entre clavijas o clavos dispuestos en un marco de madera o sobre una 
superficie de madera.
  
   Si se guarda algún hueso largo sin tuétano, éste se puede golpear con
 un palo proporcionando un peculiar sonido. Golpear entre sí palos secos
 de distintas maderas, longitudes y diámetros producen sonidos 
diferentes.
   Cortando el
 extremo agudo de una caracola marina y puliéndolo, con práctica y 
ensayos, también se puede producir sonidos muy potentes.
  
 Y al igual que estos ejemplos, se pueden imaginar y preparar otros 
muchos, lográndose una amplia variedad de sonidos musicales que, 
combinándose unos con otros, pueden dar lugar a una curiosa orquesta.
  
  Constituir una banda familiar y realizar divertidamente 
improvisaciones. Si os limitáis a mantener un ritmo juntos podéis 
conseguir, tras algún tiempo, un estado peculiar de conciencia que evoca
 un auténtico momento mágico.
  
   Con la práctica, manteniendo el ritmo seguramente irán saliendo 
improvisados cantos ajustándose al ritmo; se puede cantar a turnos lo 
que a cada cual le venga siguiendo ese ritmo; esta actividad, a más de 
ser divertida, probablemente sorprenda a los propios cantores.
  
   Probad siguiendo el ritmo del corazón. Dejad que salgan estrofas 
inspiradas con él y experimentad el poder o magia que se produce. Es 
posible que adoptéis este sistema para prepararos mentalmente antes de 
celebrar consejos familiares y estas festividades. Os sentiréis mucho 
más receptivos y relajados.
 El
 “palo de lluvia” es un instrumento muy afín a las maracas, alargando 
más el efecto del sonido, así pues, está relacionado con el Norte,  con 
el invierno arquetípicamente y con la limpieza de nuestra mente 
siguiendo el espíritu guerrero.
  
   Se precisa un tubo de cartón de cierta longitud, el diámetro del 
cilindro no es importante, pero sí lo es el grosor del mismo para que no
 sea muy frágil y pueda soportar su manipulación sin deformarse 
rápidamente o romperse. Dos tapas para sus extremos que también se 
pueden preparar y una cierta cantidad de clavos para un solo palo en 
construcción. Los clavos tienen que tener la misma longitud que el 
diámetro del cilindro. Se clavan a lo largo de toda la superficie del 
cilindro en un diseño improvisado o pensado. Una vez clavados por toda 
su superficie se pega una de las tapas al final del tubo y se le echa 
una cierta cantidad de arroz, lentejas o judías secas; dependiendo de 
sus dimensiones. Si se le colocan diferentes tipos de semillas, el palo 
producirá diferentes sonidos. Hecho esto ya se puede pegar la otra tapa 
en el extremo del cilindro.
  
   Con esto ya lo tenemos hecho, pero seguramente gustaréis de decorarlo
 cubriendo los clavos pegando papel de envolver y luego pintarlo, 
dibujarlo o decorarlo con diversos motivos e ideas originales.
"Actividad de construir un “Palo de lluvia” "
     Por
 esta razón principalmente y por imitar la lluvia nos recuerda que ésta 
pronto aparecerá y borrará las nieves que aún señorean en el paisaje 
invernal permitiendo que las semillas que, aguardan el momento, en el 
interior del suelo, puedan germinar y asomar a la luz.
     Es
 un instrumento originario de America Central y del Sur utilizados para 
relajarse así como en ceremonias. Su construcción domestica es muy fácil
 con los recursos habituales de un hogar y todos pueden participar en su
 preparación.
  
   Se precisa un tubo de cartón de cierta longitud, el diámetro del 
cilindro no es importante, pero sí lo es el grosor del mismo para que no
 sea muy frágil y pueda soportar su manipulación sin deformarse 
rápidamente o romperse. Dos tapas para sus extremos que también se 
pueden preparar y una cierta cantidad de clavos para un solo palo en 
construcción. Los clavos tienen que tener la misma longitud que el 
diámetro del cilindro. Se clavan a lo largo de toda la superficie del 
cilindro en un diseño improvisado o pensado. Una vez clavados por toda 
su superficie se pega una de las tapas al final del tubo y se le echa 
una cierta cantidad de arroz, lentejas o judías secas; dependiendo de 
sus dimensiones. Si se le colocan diferentes tipos de semillas, el palo 
producirá diferentes sonidos. Hecho esto ya se puede pegar la otra tapa 
en el extremo del cilindro.
  
   Este también puede ser un instrumento más a añadir a la orquesta 
familiar; y/o reservarlo para que con su evocador sonido acompañe 
sesiones de relajación o ceremonias familiares como las que propongo en 
estos escritos.
  
"Crear el altar de Imbolc"
     Imbolc es la fiesta de la Doncella,
 y es la estación hasta el 21 de marzo. Es la estación para prepararse 
para el crecimiento y la renovación. La serpiente de Brighid emerge 
desde las entrañas de la Madre Tierra para probar el clima; y en muchos lugares templados empiezan a crecer las primeras flores de la tierra congelada.
    
 La preparación del altar desde el punto de vista ontoenergético es 
siempre la misma, representa siempre la rueda de la vida girando en el 
Universo de misterio; pero esta vez en el Norte y Noreste vamos a hacer 
énfasis colocando dos o más de las velas hechas en casa, una de ellas 
que sea de color naranja; y debe figurar también en un pequeño jarrón de
  cerámica algunas briznas de plantas que estén brotando del suelo así 
como alguna flor blanca que nos recuerde la “campanilla blanca de 
invierno”. También se puede colocar en un pequeño recipiente algo de 
nieve o de hielo que se irá derritiendo a medida que realicemos el 
ritual de Imbolc.
     La Doncella,
 un aspecto de la diosa trina nos trae la promesa de la primavera. En su
 honor vamos a poner una figura de la diosa en nuestro altar.
     También colocaremos en él el “molde de sembrar intentos” que podemos acompañarlo con un pequeño recipiente con semillas.
    
 Un pañuelo de color verde cálido o amarillo claro adornando el altar 
nos recuerda los primeros indicios de la primavera y que en la tierra 
aún fría, las semillas están despertando a la vida.
  
"La comida especial de imbolc"
     Imbolc es
 parte del invierno, por lo que vamos a recordar lo que ya se ha dicho 
de él en la Visión ontoenergética del invierno.
    
 Estamos en la estación del sistema Aire-Agua con el sabor salado como 
asociado, por el hecho de estimular la digestión y realzar el sabor de 
los alimentos, con lo que se inicia pronto el flujo de saliva y de los 
fluidos estomacales; pero debemos cuidarnos del exceso de sal ya que 
vence a los sabores y resulta nociva al organismo densificando el 
cuerpo, aumentando la presión arterial, facilitando inflamaciones 
cutáneas y exceso de calor, además de producir cierta adicción al 
generar tolerancia y así exigir que se aumente.
    
 Recordamos que el invierno pide alimentos contractivos que generan 
energía interna como lo son las carnes, quesos curados, bulbos, 
tubérculos y frutos secos.
     Pero 
ahora, en Imbolc, vamos a añadir su simbolismo. La presencia de una 
ensalada con germinados (de alfalfa, de soja) y con semillas como de 
girasol, calabaza y maíz nos indican que las semillas están a punto de 
germinar o iniciar su crecimiento. La presencia de tacos o lonchas de 
quesos tiernos o curados, en frío o caliente nos conectan con el 
simbolismo de los primeros animales de granja recién nacidos y lactando.
 Se puede seguir o acompañar con empañadillas, pizzas o crepes rellenos 
de los alimentos invernales más queso y brotes. O pastelillos de carne o
 verduras… El caso es que sean platos con alimentos que, al abrirlos, 
revelen su contenido interior; como la Tierra guardando su vida.
    
 Las bebidas de Imbolc deberían contar con la presencia de hierbas. Sea 
en infusión, sirviéndose fría o en caliente en sobremesa. Para los niños
 también les puede servir un vaso de leche caliente con miel y alguna 
hierba relajante como la manzanilla; y para los adultos es ocasión de 
tomar algunos sorbos de licores hechos con hierbas.
    
 Como postre, se puede hacer algunos pastelillos marrones de chocolate o
 algarroba y colocar en su interior algunas sorpresas diversas para que 
los comensales los encuentren. También se puede decorar con velas de 
cumpleaños encendidas que nos recuerden el “molde de sembrar intentos”. 
Avisemos que el pastel contiene sorpresas para que así nadie se 
atragante ni se malogre algún diente. Los bombones rellenos también 
pueden ser útiles en esta festividad.
    
 La idea de la comida especial de Imbolc es que la madre Tierra alberga y
 esconde en su oscuro seno maravillas esperando germinar, y esto de una u
 otra manera se reproduce en los platos de esta comida o cena.
  
   Imbolc es una antigua festividad del fuego. Antiguamente se celebraba
 con hogueras, y en la antigua Roma se celebraba “Lupercalia”, en honor 
de los poderes de la Naturaleza
 representados por el dios Pan, con juegos de antorchas lupercales 
apoyando el poder del joven-dios-sol en su creciente vigor; y luego el 
cristianismo la reconvirtió en la “Candelaria” donde se celebra la 
purificación de la Virgen María
 con el infante Jesús en medio de una procesión de candelas benditas. Es
 por ello que el elemento fuego debe estar presente en el hogar. Se 
prenden distintos tipos de fuego en honor a la creciente brillantez del 
sol y a los días ya visiblemente más largos. La chimenea prendida y/o 
las velas untadas de olor cumplen este propósito; pero también se pueden
 prender bengalas con los niños.
  
   Ahora es el momento de reunirse ante el fuego y reflexionar sobre 
cualquier cosa o hecho del año transcurrido que hubierais deseado que 
aconteciera o se hubiese actuado de diferente modo; cualquier cosa mal 
concluida o errada; es decir, que incluya algún tipo de suciedad 
emocional en la mente. Entonces la anotáis o dibujáis en un papel, 
manteniendo su contenido en secreto, a menos que se desee compartirlo. 
Luego arrugad el papel convirtiéndolo en una bola y echadlo al fuego, 
liberándose de todo resentimiento, rencor, culpa, etc.
  
"La Celebración de Imbolc"
     Imbolc,
 día 1 de febrero, es una fiesta tradicional en la que se celebra que 
los días ya se hacen más largos, marcando el declive de la época oscura 
del año. Es, pues, una fiesta de fuego y luz; es, por ello, también, un 
medio de purificación en el que el fuego sagrado purifica la Tierra propiciando su fertilidad. Da inicio y nombre a una estación que concluye el día 31 de Abril.
  
   Imbolc, unos años coincidirá con festivo de sin de semana y otros no;
 ello, como en otras festividades, obliga a su adaptación a la vida 
productiva cotidiana. Del mismo modo que con otras celebraciones de 
estos días sagrados de la “Sagrada Rueda Anual”, los días previos ya 
moviliza a la familia preparando su celebración. Ya hemos visto que 
entre sus actividades previas se ha propuesto la preparación de velas y 
de instrumentos, así como la adquisición de los ingredientes para la 
comida de la misma que, de acuerdo con la dinámica peculiar de la 
familia se puede celebrar al mediodía o al cenar.
  
   Sea como sea, desde el levantarse debe respirarse el ambiente 
especial de esta jornada y hacerse el programa de dedicar más tiempo al 
encuentro en el hogar familiar.
   
 En primer lugar, al tratarse de un día de purificación, debe realizarse
 una limpieza energética del hogar de cara a la proximidad de la 
primavera. Es muy posible que en Yule se prendieran las luces en todo el
 hogar y se pasara el “bastón de olor”  o el incienso por todas las 
estancias del hogar; pero hoy la limpieza consiste en deshacerse de lo 
viejo, de lo ya caduco. Es el momento en que los adornos de Yule, ya 
secos y polvorientos, se quitan y, si se cuenta con una barbacoa o 
chimenea, se quemen en el fuego de Imbolc; o si es oportuno, se añada al
 abono que se está preparando para la tierra. Si no se pueden quemar o 
reciclar como abono propio, entonces verterlo en el contenedor de 
material orgánico para su reciclado comunal. Al retirar lo viejo y 
muerto, hacemos espacio para que lo nuevo pueda brotar y crecer. Esta 
actividad es propiamente un rito en el que nos deshacemos de lo que nos 
apega al invierno e invitamos a los eventos de la cercana primavera. Se 
puede también limpiar el jardín, la terraza o balcón preparándolo para 
la nueva estación.
  
   Imbolc es una antigua festividad del fuego. Antiguamente se celebraba
 con hogueras, y en la antigua Roma se celebraba “Lupercalia”, en honor 
de los poderes de la Naturaleza
 representados por el dios Pan, con juegos de antorchas lupercales 
apoyando el poder del joven-dios-sol en su creciente vigor; y luego el 
cristianismo la reconvirtió en la “Candelaria” donde se celebra la 
purificación de la Virgen María
 con el infante Jesús en medio de una procesión de candelas benditas. Es
 por ello que el elemento fuego debe estar presente en el hogar. Se 
prenden distintos tipos de fuego en honor a la creciente brillantez del 
sol y a los días ya visiblemente más largos. La chimenea prendida y/o 
las velas untadas de olor cumplen este propósito; pero también se pueden
 prender bengalas con los niños.
  
   Ahora es el momento de reunirse ante el fuego y reflexionar sobre 
cualquier cosa o hecho del año transcurrido que hubierais deseado que 
aconteciera o se hubiese actuado de diferente modo; cualquier cosa mal 
concluida o errada; es decir, que incluya algún tipo de suciedad 
emocional en la mente. Entonces la anotáis o dibujáis en un papel, 
manteniendo su contenido en secreto, a menos que se desee compartirlo. 
Luego arrugad el papel convirtiéndolo en una bola y echadlo al fuego, 
liberándose de todo resentimiento, rencor, culpa, etc.
Echad
 luego a este fuego (que también podría ser un caldero como en Yule) 
algunas hierbas purificadoras como romero, salvia o eucalipto. ¡Ya se ha
 ido! ¡Ya no es! Y ahora abriros a las nuevas y numerosas oportunidades 
de gozo y satisfacción que pueden acontecer a partir de hoy.
  
   Llegado el momento, con la familia reunida se procede al aspecto 
sacro de la festividad. El fuego en el hogar está encendido, sea en 
forma de hoguera o de velas de Imbolc. Ahora se sale al exterior, al 
huerto, jardín, terraza o balcón para realizar la tradicional práctica 
de realizar la “ofrenda al surco”; se trata de abrir un surco en la 
tierra (simboliza el arar) y realizar una ofrenda ritual en la misma 
convocando su fertilidad y abundancia para la familia y la comunidad. Se
 abre el surco o, en su caso, un hoyo si se trata de una jardinera o 
maceta. En actitud de ofrenda, improvisando o recitando una oración o 
poema o algún canto tradicional a la madre Tierra, se vierte en él un 
poco de whiskey, “el agua de la vida” y se le añade unos pedacitos de 
queso y pan; también se puede ofrecer algo de tabaco ritual y/o salvia o
 romero. Este pequeño rito se puede acompañar de alguna varilla de 
incienso prendida.
  
   Seguidamente se procede con el rito de “siembra de intentos” y la 
preparación del altar de imbolc, ya tratado en las actividades de 
Imbolc.
    
 Acompañados de los fuegos de Imbolc se procede con la comida o cena, 
según el ritmo de la familia; también algunas velas untadas deberían 
acompañar la mesa en el transcurso de la cena.
![]()  | 
| Brighid, diosa venerada en Imbolc | 
  
   En el momento oportuno, con el anochecer o la noche, antes de la cena
 o tras ella, se procede al ritual de Imbolc frente al altar doméstico.
  
Se necesita un oficiante que sepa el rito, siendo todos los demás ayudantes.
Lo primero es la limpieza energética de la estancia. Al hacerlo
visualizar que se ahuyenta toda negatividad. En Ontoenergética lo hacemos
sahumando el lugar con salvia, copal o incienso de cedro.
Seguidamente, con el mismo sahumador, o con un bastón de olor se
purifica el oficiante y a todos los participantes. Así se crea un sentimiento
de pureza y favorece la entrada en un estado de consciencia acrecentada.
Antes de
empezar el ritual el oficiante medita acerca de la magnitud de las poderosas energías que subyacen en
el invierno, no sólo en la tierra esperando su momento, sino también en
nuestros corazones radiantes de vida y amor. Considerando el renacer en una
nueva fase o ciclo de vida en la que todo nuestro potencial se renueva y
precisa manifestarse. Así en el mundo de afuera y en el de nuestro “ser
interno”; y que lo sagrado que tenemos inicia su retorno y manifestación.
Ahora el oficiante se dirige al Norte, invoca al guardián del Norte,
al Espíritu del Aire y de todos los alados, Señor de la Mente Pura y del
Espíritu del Guerrero.
Ahora se dirige al Este, invoca al Guardián del Este, al Espíritu de
la Luz y el Fuego y de todos los seres de sangre fría que puebla la Tierra,
Señor de la Inspiración, de la Iluminación y Creatividad y de la visión de la
Verdad Interior.
Seguidamente se dirige al Sur, invoca a la Guardiana del Sur, a la
Señora de la Vida y Naturaleza con todos sus seres vegetales y de cuatro patas
y sangre caliente, Señora del Amor, de la nutrición y Salud.
A continuación se dirige al Oeste, invoca a la Guardiana del Oeste, a
la Señora de todas las Aguas y de todos los seres que las pueblan. Señora del
Misterio, de lo insondable y oculto, de la Otra Realidad, de la Puerta de la
Muerte; del depósito universal de la Sabiduría.
Seguidamente se procede a la invocación por la festividad celebrada, a
Imbolc: "Guardianes de las Cuatro esquinas del mundo, en este día de Imbolc,
os invoco y convoco para que protejáis este santuario y lo llenéis de vuestros
poderes.
Ahora invoca a “Todas nuestras Relaciones” con “Mitakuye Oyasin”, y a
nuestros ancestros, a nuestros parientes, amistades, comunidad y humanidad, a
todos los seres visibles e invisibles que nos acompañan en este mundo
solicitando su apoyo.
Hecho esto se invoca a la Abuela y Madre Tierra, esencia de todo
cuanto es material y vive, que nos crea, sustenta y ama. Declaramos ser uno con
ella.
Y finalmente se dirige al Gran Misterio, fuente de toda energía,
consciencia y vida; declarando aspirar a “ser uno con Él”. Luego el oficiante
refuerza “Todo es una Totalidad”. “Todo es Uno”. “Todo es Gran Misterio”.
Se ha realizado un giro completo alrededor del altar, ahora se procede
a realizar otro convocando el poder y significado de las Ocho Puertas Sagradas
de la Rueda Medicinal:
Convoco
el poder de la Puerta de Yula, la del desafía, la de ña Voluntad e Intento de
Vivir, concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
 Hoy convocados
en la Puerta de Imbolc,  la de la aspiración al
despertar de la consciencia; celebramos y potenciamos tu poder para que lo
extiendas por todo el mundo.  
Convoco el poder de Puerta de Ostara, la de la inspiración y
creatividad; concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Convoco el poder de la Puerta de Beltane, la de la energía vital de la
fertilidad y sexo; concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Convoco el poder de la Puerta de Litha, la de la energía del Amor y
plenitud, concedeos tu poder en la celebración de Imbolc. 
Convoco el poder de la Puerta de Lughnasah, la puerta del amor sabio,
leal y fiel, concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
   Convoco el poder de la Puerta de Mabon, la puerta del
Misterio, sabiduría y desapego, concédenos tu poder en la celebración de
Imbolc.
Y, finalmente convoco el poder de la Puerta de Samhain, la puerta
de la Muerte y Eternidad; concédenos tu poder en la celebración de Imbolc. 
Que vuestra presencia proteja y purifique las Ocho Puertas y todas
ellas nos aporten su fuerza y poder.
Antes
de prender las llamas se procede con la invocación tradicional. La recita el
oficiante:
“Este
es el tiempo de las velas y antorchas.
Con
cada lámpara que arde y brilla damos la bienvenida al renacido Abuelo y Padre
Sol.
Celebro
a la Abuela y Madre Tierra, celebro al Abuelo y Padre Sol.
Toda
la aturaleza vibra sumida en sueño
Ofrecemos
luz y calor para mitigar frío y oscuridad.
Ahora
el Padre Sol se aproxima a la Madre Tierra y, aunque distates, son Unidad”
Ahora
prendo la vela anarajada diciendo:
“El
Abuelo y Padre Sol, en el Cielo, prosigue su nuevo cicló.
La
Abuela y Madre Tierra ante él, le indica el inicio de una nueva vida, tres el
periodo de descanso”.
Tomo
la vela y camino en el sentido de las agujas del reloj alrededor del altar
mietras digo:
“El
aire y viento trae el frío del invierno, el agua aún es nieve, hielo y escarcha
cubriendo valles y montañas.
El
Padre, renacido,señor de la vida, de las plantes, animales y humanos va
acrecentando su presencia y ya abraza a la Madre Tierra, señora de la
fertilidad.
Te
honro Abuelo y Padre Sol.
Te
honro Abuela y Madre Tierra”
Me
detengo frente al altar con la vela alzada y digo:
“Miremos
fijamente la lama, e su aura policroma veamos el arco iris de la vida.
Luz
de vida despertando del sueño del invierno, con renovada fuerza y energia”.
    Dejo la vela en el altar y efectuamos una
corta meditación considerando las poderosas energías que subyacen en el
invierno, no sólo en la tierra esperando su momento, sino también en nuestros
corazones radiantes de vida y amor. Ahora es el momento de despertar y del
mismo modo que se renueva la sagrada vida en la tierra, asimismo acontece en
nuestro ser
  
Tras esta oportuna meditación contemplativa, observamos el altar y se dice en
coro: 
“Madre Tierra, Padre Sol, concededos
vuestra gracia y poder.
Beditos seáis. Somos vuestros
hijos".
Me dirijo a las Cuatro direcciones y sus guardianes:
-         
Cuatro Esquinas del mundo, ayudadnos a
obtener la sabiduría.
-         Guardián del Norte, con tu aire barre nuestra importancia persona, que
podamos obtener la consciencia pura (soplo el aliento con agua floral por el
altar y presentes).
-         
Guardián del Este, quema nuestro temor y
que nazca nuestra verdad. (Todos hacen una ofrenda de salvia al fuego).
-         
Guardiana del Sur, concédenos tu
abundancia, tu amor y cuidado y recibe nuestro amor (cada cual arazá al
compañero).
-         
Guardiana del Oeste,  riega con el
agua purificadora el mundo desvelando el asombro de tu misterio (Se salpica el
altar y a los presentes con algo de agua del altar).
-         
Y a todos nuestros ancestros, las
generaciones venideras y a todos los seres visibles e invisibles que comparten
con nosotros este mundo. Apoyadnos para que la plenitud y armonía acontezca.
Y nuevamente me dirijo al altar para realizar el cierre diciendo:
-         
Agradezco a los Siete poderes de  la
Sagrada Rueda de la Vida:
-         
Gracias Guardián del Norte, por tu
espíritu guerrero.
-         
Gracias Guardián del Este, por tu luz e
iluminación.
-         
Gracias Guardiana del Sur por tu amor,
abundancia y Salud.
-         
Gracias Guardiana del Oeste por tu
sabiduría y misterio.
-         
Gracias a los antepasados y demás seres
que compartís este mundo por vuestro apoyo.
-         
Gracias Abuela Tierra por concedernos y
cuidar nuestra vida.
-         
Gracias Gran Misterio por darnos vida y
consciencia.
Y ahora dirigiéndome a los presentes:
-         
Que el poder de Imbolc nos acompañe y
permita vivir conforme al Misterio. Que nuestras generaciones venideras puedan
seguir asimismo la Sagrada Senda de la Vida.
       Dejo que la vela
siga ardiendo junto al incienso y dispuestos a regresar al salón concluyo:
-         
Mitakuye Oyasin.   – Todos
contestan: Ahó.
     Ya en el salón, cuando el momento de acostarse se aproxima, abrid la ventana durante 
unos instantes aspirando el fresco aire, oliéndolo, advirtiendo la 
energía de la tierra que está despertando del letargo invernal  para 
todos nosotros que, ahora, estamos en armonía con ella y su poder.
    
 Y luego, mientras dormís en la arrulladora calidez del lecho, sentiros 
como una semilla en su oscura matriz durmiendo a la espera de que el 
dulce y amoroso calor del sol os acaricie haciéndoos expandir y brotar 
entre los últimos resto de nieve.
          ¡Que la integridad, la autenticidad, la salud y la sabiduría florezcan en vuestro ser ahora y siempre! 
           Así sea.
                                                             Ernesto Cabeza Salamó














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