Celebración de Imbolc "Medio Invierno".
Segunda parte: "Actividades en grupo o familia".
Versión actualizada 2013.
Actividades previas a la festividad de Imbolc
En Yule creábamos una cueva sagrada en la que nacía el “dios-sol”, en
una representación arquetípica con gran poder. Ahora, en Imbolc, vamos a
crear una representación simbólica y arquetípica, asimismo poderosa,
para todos los participantes sin importar edades ni sexos vinculada con
la energía de esta época
Tradicionalmente, en Imbolc, se prendían velas y fuegos para apoyar la luz y calor del sol (el joven dios) para que así incrementara su poder y lo proyectara a la tierra permitiendo el renacer de la vida. Es una fiesta de fuegos y luces; por ello conviene encender fuego en el hogar y velas para dar la bienvenida al dios. Tomemos, si la hay, nieve y dejemos que se derrita en un cuenco; así, en el ámbito simbólico, contribuimos en el apoyo del sol y el regreso de la primavera. El blanco, las flores blancas y el incienso de azahar representa la doncella, el aspecto primaveral de la Tripe diosa.
Tradicionalmente, en Imbolc, se prendían velas y fuegos para apoyar la luz y calor del sol (el joven dios) para que así incrementara su poder y lo proyectara a la tierra permitiendo el renacer de la vida. Es una fiesta de fuegos y luces; por ello conviene encender fuego en el hogar y velas para dar la bienvenida al dios. Tomemos, si la hay, nieve y dejemos que se derrita en un cuenco; así, en el ámbito simbólico, contribuimos en el apoyo del sol y el regreso de la primavera. El blanco, las flores blancas y el incienso de azahar representa la doncella, el aspecto primaveral de la Tripe diosa.
Es por ello que las actividades relativas a esta celebración tengan
que ver con las velas y la luz de sus fuegos; así como de las alusiones a
la nutricia leche que alimenta a las jóvenes criaturas; y también con
el sembrar y alumbrar rectas y provechosos propósitos personales,
familiares y de la comunidad. Y en nuestro ser el acentuar la vibración
interior, ya deseoso de expandirse, mediante la acción vibratoria de
gratos sonidos nacidos de instrumentos musicales.
“Sembrar Intentos de Imbolc”
Los rayos de luz-calor del joven dios ya empiezan a llegar de forma creciente a la Tierra,
anunciando la inminencia del fin del invierno. Todo yace en el seno de
la tierra esperando la tibia caricia que le haga despertar y expandir su
divina abundancia. Y esto justamente es lo que en primer lugar planteo
como actividad principal.
Al igual que la Tierra,
nosotros contamos con potenciales dispuestos a despertar y activarse.
Nuestra creatividad está despertando y dispuesta a contribuir en la
realización de mejoras y cambios en nosotros y, a través de nosotros,
con nuestras relaciones. Podemos gestar, como la tierra con las semillas
que guarda, nuevos crecimientos, nuevas habilidades, propósitos y
proyectos.
Con esta intencionalidad compartida, salgamos a la naturaleza. Acudamos
a un lugar en el que haya tierra fértil y recojamos de ella; puede ser
en el campo, en un jardín e, incluso, si no es posible, comprando un
paquete de tierra de jardinería.
De acuerdo a las condiciones climáticas el siguiente paso se puede
hacer en la propia naturaleza o en casa. Precisamos también un molde de
pastel. Ahora nos reunimos en círculo alrededor del molde lleno de esta
fértil tierra, podemos crear ambiente mediante algo de incienso.
Meditamos sobre el significado del potencial nutricio de esta fértil
tierra para la vida. Contactemos a través de nuestro sentir con nuestros
deseos, cambios, propósitos y proyectos creativos que queremos que se
manifiesten en estos próximos meses. Siempre atendiendo a que tal
propósito personal tenga, asimismo, repercusión favorable a muchos
allegados y a la comunidad. “Que (tal propósito) se cumpla en beneficio
mío y de todas mis relaciones” debe ser el sentido de este intento en
consideración. Una vez que cada cual concluye su meditación y tiene
claro su propósito o proyecto creativo debe escribir en pocas palabras o
dibujar una imagen del mismo. No tiene por que ser uno sólo, pueden ser
varios; pero tengamos en cuenta que no es un listado de deseos, sino de
siembra de propósitos y de intenciones en un ámbito sagrado y
trascendente.
Seguidamente envolvemos con este papel pequeñas semillas que, a su
debido turno, plantaremos en esa tierra dentro del molde con nuestro
propósito. Démonos cuenta que ofrecemos a la madre tierra la semilla,
el comprometido intento de algo que queremos que brote y se realice en
nuestro ser para beneficio de todos. Esto hay que hacerlo en respetuoso
silencio hacia uno mismo y hacia los demás. Cuando todos han plantado
“su semilla de intento”, cada persona toma una velita de cumpleaños y la
clava justo encima de donde ha plantado su “intento”. Luego tomamos
este molde o “Tierra del común intento” y lo colocamos en el altar a la
espera del atardecer de Imbolc.
Con el anochecer del día de Imbolc, reunidos otra vez frente o
alrededor del altar y del “molde del intento”, realicemos un pequeño
rito en el que encendemos las velas sobre nuestro “intento” solicitando a
los poderes del Universo y de la Tierra
el que apoyen su realización. Sintamos como la luz de la vela, en
particular, y del conjunto de todos, en general, alumbran y bendicen los
“intentos” plantados en nuestro ser. Hecho esto dejemos que las velas
se consuman por sí mismas y que el “molde del intento” permanezca unas
24 horas en el altar. Después podemos guardar la tierra y las semillas
para plantar afuera, en el jardín, campo o jardinera con la llegada de
la primavera.
“Preparar velas”
Imbolc,
tradicionalmente ligado a las velas, es una fecha oportuna para
encender nuestras propias velas artesanas. Velas que habremos realizado
algunos días antes con este fin a propósito. Ya en Yule y sus fiestas
aconsejé que los restos de las velas utilizadas se guardaran para su
reciclaje; pero ésta debería ser una actitud operativa a lo largo de
todo el año; de forma que en nuestra caja de “viejas velas” haya cierta
cantidad de materia prima. Se puede completar con la adquisición de cera
de abeja en bloques o de parafina mezclada con los restos de las velas
que se han utilizado durante el año. Tengamos en cuenta que la parafina
suele ser demasiado blanda para utilizarla sin nada que aporte
endurecimiento.
Estas velas especiales de Imbolc tendrán un significado especial y
serán utilizadas rememorando los sentimientos de este día. Además de que
estarán imbuidos del significado mágico y arquetípico del fulgor del
creciente joven sol de la celebración.
Fieles a la intención, en esta labor debe participar todo el conjunto
familiar, pero atentos y cuidando de los pequeños estando en la cocina.
Cubramos la mesa de trabajo con papel de periódico para que la cera que
pueda derramarse no estropee el mueble; y vitamos ropa que no
lamentemos que pueda estropearse con la actividad.
Preparar en artesanía domestica velas es una auténtica labor de
reciclaje ya desde su previo comienzo. Como material precisamos:
a) Restos de velas consumidas y almacenadas en la caja a ello dedicada; además de ello, obtengamos parafina y/o cera de abejas.
b) Si
se trabaja exclusivamente con parafina es conveniente añadir
“estearina”, un endurecedor de la estructura, conveniente si la vela
tiene más de 5 centímetros de longitud.
c) Las mechas o pábilos, que es hilo de algodón trenzado de diferentes anchuras dependiendo del grueso de la vela.
d) Se
pueden añadir aromas para velas y también colorantes para velas; aunque
también resulta añadir un poco de acuarela o tempera a la cera fundida.
Y como indicaré más adelante, aromatizar ritualmente las velas después
de hechas.
e) Disponer
de ojalillos que permiten que la vela se apoye y no dañe la base sobre
la que está ubicada. Se pueden reutilizar los de las velas de té o
votivas ya usadas, sólo es conveniente limpiarlos un poco y abrir su
abertura para que pase la nueva mecha.
f) Moldes,
que pueden ser muy diversos. Se puede utilizar como tales brics viejos
de leche o zumos de cualquier medida, envases de yogurt, vasos, tapas de
aerosoles, potes diversos, etc., medias naranjas, limones, limas o pomelos también considerarse y son muy decorativos.
g) Desmoldante;
pudiendo ser glicerina o incluso aceite de cocina que se distribuye con
un algodón uniformemente por la cara interior del molde para que la
cera no se quede adherida a su superficie y haga imposible separarla de
su molde.
h) Recipientes
para fundir la cera o la estearina y mantenerla caliente al baño maría
de acuerdo con el tiempo de realización de todo el proceso.
i) Algo de plastilina para sellar.
Una recomendación previa es realizar el agujerito del molde por el que se introducirá la mecha.
Si no derretimos la cera al baño maría, hagámoslo en una sartén o
cacerola de grueso fondo, con el fuego muy lento, pues la cera es
inflamable y puede ocasionar problemas desagradables tanto si se
convierte en humo como si se inflama. La parafina se inflama
espontáneamente al alcanzar los 150 grados centígrados. Si tal sucediera
sofoca el fuego, no utilices agua para ello. Antes de ello se producirá
un denso humo de muy desagradable olor, lo que indica que la
temperatura alcanzada es excesivamente alta. Entonces apaga el fuego y
deja que se enfrié. Tendrás que ventilas la estancia. A fuego lento y
con la conveniente atención todo debe discurrir sin contratiempos.
Como es inevitable salpicar con la cera fundida, procura ponerte ropa vieja para esta actividad.
Derrite la cera en el recipiente al baño maría o a fuego muy lento, la
que estimes suficiente para llenar el molde o el recipiente de la vela.
Mientras se calienta y funde unta con el desmoldante todo el interior
del molde, úntalo con un algodón concienzudamente. También, si utilizas
molde, acuérdate de hacer un agujero pequeño en la base, un clavo
caliente puede sr suficiente y úntalo también de desmoldante. Y si
utilizas ojalillos, el agujero es innecesario, pero adhiere el ojalillo
al fondo con algo. Yo utilizo unas gotas de cera para ello bajo y sobre
el ojalillo.
Ahora cada participante debe disponer de cierta longitud de mecha de
vela, unos pocos centímetros más larga que la profundidad del molde o
recipiente que utilice. En este momento debes prepararla; para ello la
sumerges en la cera para que se empape de ella, lo podéis hacer por
turnos. La mecha empapada la extraes y la alisas con los dedos en
caliente. Luego, al enfriarse, se mantendrá rígida, esto es lo que
pretendemos. Una vez preparada la mecha, enhébrala a través del pequeño
agujerito del fondo del molde y séllalo con un poco de plastilina. Ahora
hay que sujetar la mecha para que no se mueva en el extremo superior.
El sujetarla entre dos lápices o entre dos palillos puede ser
suficiente. Una vez colocada correctamente la mecha y estando sujeta ya
puedes verter la cera fundida con cuidado procurando que no se vierta
por el exterior del molde y dejas que se vaya enfriando. Si le quieres
añadir el aroma hazlo en la cera poco antes de verterla en el molde
porque el calor volatiliza el aroma. Observarás que se produce una
depresión alrededor de la mecha. Eso es debido a que al enfriarse la
cera se contrae. Entonces rellena con algo más de cera esa depresión.
Ahora deja que se enfrié y una vez fría extraer el molde, si el
desmoldante está bien distribuido no tiene que producirse problema
alguno.
Hechas las velas, se puede recurrir al método tradicional para
perfumarlas untándolas de aceite esencial así, mientras se queman,
liberan el perfume lo que añade un matiz especial a las celebraciones en
las que se utilizan. Es bien cierto que los niños disfrutan untándolas
con los aceites esenciales, y a su propio modo; pero el método
tradicional es el de echar un par de gotas de aceite esencial en medio
del tronco de la vela y frotarla en dirección ascendente y luego añadir
otro par de gotas para frotar en sentido descendente. Desde el punto de
vista ontoenergético, es de importancia convertir toda actividad en acto
a propósito plenamente consciente, por ello al abrir los sentidos y
visualizar el propósito es todo un trabajo personal. Y, por supuesto, la
elección del perfume también tiene su significado, no cualquier perfume
es oportuno para cualquier festividad. Cada una de ellas pide algo
peculiar.
En el caso que ahora nos ocupa, Imbolc, los aromas esenciales oportunos
para esta operación son los propios de invierno con una llamada hacia
la primavera. Con lo que utilizaremos el enebro, el ciprés unido a la
salvia.
Las autoras del libro “La magia de la Tierra” proponen una sugerencia para Imbolc con la cual se apoya la energía de Imbolc:
“Va a ayudarnos a sentirnos renovados y preparados para la primavera
Aceite de albahaca
Aceite de menta
Aceite de romero.”
Sugiriendo que mientras se añade estos aceites se proceda imaginando
que la vela toma las frescas energías de Imbolc, como una brisa
inspiradora que va a fortalecernos y revitalizarnos.
Además sugieren que preparan una vela especial para esta celebración que denominan “vela de los nuevos inicios”,
muy propicia en este inicio de temporada en la que se producen las
primeras germinaciones y lactancias en los animales de granja. Nos dicen
que la quememos en honor a la nueva vida y cuando demos inicio a algo.
Con ello centramos más nuestro intento en el significado de la
festividad tocando su aspecto sagrado. Para estas velas nos proponen
untarlas con aceite esencial de incienso (olibanum) y aceite esencial
de lavanda; y mientras se hace imaginar que la vela está brillando con
energía positiva, visualizando el poder de un nuevo inicio, una nueva
oportunidad de hacer crecer cosas buenas.
Y ahora propongo los aceites esenciales que considero oportunos para
las cuatro estaciones y las ocho festividades en consideración en esta
serie de escritos:
Invierno:
Para Yule por sugerir la pervivencia de la vida
Aceite esencial de pino
Aceite esencial de abeto
Aceite esencial de cedro
Aceite esencial de canela
Aceite esencial de salvia.
Para Imbolc por sugerir purificación y espera de la primavera
Aceite esencial de enebro
Aceite esencial de ciprés
Aceite esencial de canela
Aceite esencial de salvia
Primavera:
Para Ostara, el frescor del inicio primaveral
Aceite esencial de menta
Aceite esencial de manzanilla
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de jazmín
Para Beltane donde la fragancia floral y de vida se une al erotismo y la celebración de la festividad en toda la naturaleza
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de jazmín
Aceite esencial de benjuí
Aceite esencial de melisa
Aceite esencial de nerolí
Aceite esencial de pachuli
Aceite esencial de ilangilang
Aceite esencial de mejorana
Verano:
Para Litha con aromas frescos, refrescantes
Aceite esencial de pino
Aceite esencial de naranja
Aceite esencial de limón
Aceite esencial de pomelo
Aceite esencial de mandarina
Aceite esencial de nerolí
Aceite esencial de citronela
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de lavanda
Para Lughnasad en gratitud a la Madre Tierra por su abundancia e iniciar el proceso de introspección
Aceite esencial de lavanda
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de Artemisa
Aceite esencial de sándalo
Aceite esencial orégano
Aceite esencial de tomillo
Otoño:
Para Mabon se intensifica la purificación y la introspección. Acción de gracias a la Madre Tierra
Aceite esencial de rosa
Aceite esencial de pimienta negra
Aceite esencial de jengibre
Aceite esencial de salvia
Para Samhain Se encuentra el mundo material y el multidimensional
Aceite esencial de jengibre
Aceite esencial de salvia
Aceite esencial de Artemisa
Aceite esencial de eucalipto.
Donde haya más de tres, seleccionar tres entre los propuestos.
Con esto ya se tiene lo suficiente para preparar las propias velas para
esta festividad y para las siguientes del año; pero luego, desde luego,
la elaboración de velas se puede refinar de numerosas maneras creando
velas muy personalizadas y originales.
"Hacer instrumentos de música"
Otra de las actividades propicias para las cercanías de imbolc,
como ya indiqué al principio, es el acrecentar nuestro estado vibratorio
ya que nuestro ser está deseoso de expandirse mediante la acción
vibratoria de gratos sonidos nacidos de instrumentos musicales. La
creación de sencillos instrumentos musicales es lo que nos ocupa ahora.
No es necesario saber de música para crear un ritmo que acompañe
algunas canciones. Los niños tienen un cierto sentido innato del ritmo y
seguramente responderán positivamente ante la iniciativa de construir
unos instrumentos para hacer música.
Ante todo, de acuerdo con la ontoenergética, tenemos una
serie de instrumentos que se asocian con las cuatro direcciones
arquetípicas:
El Norte, en asociación con la mente y el elemento aire, se relaciona
con las maracas (que se utilizan para limpiar y atraer partes perdidas
del espíritu) y los instrumentos de viento, desde la suavidad de una
flauta hasta el fuerte sonido de una caracola.
El Este, asociado a la luz y la visión, nos pone en contacto con la autenticidad y la verdad personal y existencial, relacionándose con los sonidos vibratorios de cristales y metales en forma de cuencos, platillos, campanas y cascabeles.
El Sur, asociado a la abuela y madre Tierra, nos pone en contacto con el latir de nuestro corazón y pulso, siendo los instrumentos de percusión los más representativos como panderos, bombos y tambores; y además aquellos que resultan de la vibración de cuerdas tales como las liras, arpas, laudes, guitarras, violines, etc.
El Oeste, con el contacto con lo misterioso y el umbral de la muerte, nos pone en contacto con instrumentos que han sido material vivo y ya han dejado de serlo como el golpear palos y huesos. Ahí tenemos los palitroques, cajas chinas, castañuelas, etc.
El Este, asociado a la luz y la visión, nos pone en contacto con la autenticidad y la verdad personal y existencial, relacionándose con los sonidos vibratorios de cristales y metales en forma de cuencos, platillos, campanas y cascabeles.
El Sur, asociado a la abuela y madre Tierra, nos pone en contacto con el latir de nuestro corazón y pulso, siendo los instrumentos de percusión los más representativos como panderos, bombos y tambores; y además aquellos que resultan de la vibración de cuerdas tales como las liras, arpas, laudes, guitarras, violines, etc.
El Oeste, con el contacto con lo misterioso y el umbral de la muerte, nos pone en contacto con instrumentos que han sido material vivo y ya han dejado de serlo como el golpear palos y huesos. Ahí tenemos los palitroques, cajas chinas, castañuelas, etc.
A partir de ello podemos empezar a preparar instrumentos, algunos de ellos de una simplicidad increíble.
Podemos preparar sonajeros desde la sencillez de colocar unas
pequeñas piedrecitas en una caja de cerillas o en una cajita de madera,
metálica o de plástico que nos quepa en la palma de la mano. O bien con
unas calabazas pequeñas en las que se corta la parte superior (mango) se
dejan secar; y luego se rellenan con piedrecitas o de semillas
volviéndose a pegar con cola la parte superior; así se construyen
auténticas maracas que después pueden gravarse o pintarse
imaginativamente. Otra forma es el cortar cuidadosamente unos trozos de
caña de cierto grosor a la altura del nudo, colocar piedrecitas en su
interior y luego tapar la apertura con un tapón de corcho; al sacudirla
en las manos sonará como una maraca.
En
cuanto al viento, también con tallos de cañas de diferentes longitudes
podéis unirlas atándolas creando una flauta de tubos que sonaran
distinto al soplarlas. Consiguiendo botellas de cristal de diferentes
tamaños, tras llenarlas a la mitad con agua, se sopla por la abertura
obteniendo distintos sonidos; se precisa un poquito de práctica el
conseguirlos fácilmente.
Aprovechando
algunos cuencos o fuentes de cocina, así como cazos metálicos, pueden
golpearse suavemente en sus superficies laterales con un bastoncito y
hacerles vibrar hermosamente. Si recientemente se ha producido alguna
reparación de fontanería, quizá se cuente con algunos fragmentos de tubo
de cobre, que se pueden cortar en distintas longitudes y realizar con
ellos sonidos musicales al golpearlos con un palo; incluso sujetándolos
en dos marcos laterales se puede preparar un tipo de xilófono.
Si se
toma un guante de goma tipo de cirugía o por el estilo y se tensa sobre
un bote metálico, recipiente de cocina, o una pequeña maceta o macetero y
después se sujeta firmemente con una goma elástica se habrá improvisado
un tipo de pequeño tambor. La goma de los globos hinchables también
sirve a tal propósito. Sobre cilindros de diferentes diámetros y
materiales también se pueden cubrir con estos tímpanos y preparar
distintos tambores. También se consigue un ritmo golpeando suavemente
dos piedras de suave superficie. Si se tiene ocasión de conseguir algún
tronco hueco se puede golpear con un palo.
Con las cuerdas se experimenta tensando gomas elásticas de diferentes
tamaños y grosores cruzando una bandeja y pellizcándolas, o tensándolas
entre clavijas o clavos dispuestos en un marco de madera o sobre una
superficie de madera.
Si se guarda algún hueso largo sin tuétano, éste se puede golpear con
un palo proporcionando un peculiar sonido. Golpear entre sí palos secos
de distintas maderas, longitudes y diámetros producen sonidos
diferentes.
Cortando el
extremo agudo de una caracola marina y puliéndolo, con práctica y
ensayos, también se puede producir sonidos muy potentes.
Y al igual que estos ejemplos, se pueden imaginar y preparar otros
muchos, lográndose una amplia variedad de sonidos musicales que,
combinándose unos con otros, pueden dar lugar a una curiosa orquesta.
Constituir una banda familiar y realizar divertidamente
improvisaciones. Si os limitáis a mantener un ritmo juntos podéis
conseguir, tras algún tiempo, un estado peculiar de conciencia que evoca
un auténtico momento mágico.
Con la práctica, manteniendo el ritmo seguramente irán saliendo
improvisados cantos ajustándose al ritmo; se puede cantar a turnos lo
que a cada cual le venga siguiendo ese ritmo; esta actividad, a más de
ser divertida, probablemente sorprenda a los propios cantores.
Probad siguiendo el ritmo del corazón. Dejad que salgan estrofas
inspiradas con él y experimentad el poder o magia que se produce. Es
posible que adoptéis este sistema para prepararos mentalmente antes de
celebrar consejos familiares y estas festividades. Os sentiréis mucho
más receptivos y relajados.
"Actividad de construir un “Palo de lluvia” "
El
“palo de lluvia” es un instrumento muy afín a las maracas, alargando
más el efecto del sonido, así pues, está relacionado con el Norte, con
el invierno arquetípicamente y con la limpieza de nuestra mente
siguiendo el espíritu guerrero.
Por
esta razón principalmente y por imitar la lluvia nos recuerda que ésta
pronto aparecerá y borrará las nieves que aún señorean en el paisaje
invernal permitiendo que las semillas que, aguardan el momento, en el
interior del suelo, puedan germinar y asomar a la luz.
Es
un instrumento originario de America Central y del Sur utilizados para
relajarse así como en ceremonias. Su construcción domestica es muy fácil
con los recursos habituales de un hogar y todos pueden participar en su
preparación.
Se precisa un tubo de cartón de cierta longitud, el diámetro del
cilindro no es importante, pero sí lo es el grosor del mismo para que no
sea muy frágil y pueda soportar su manipulación sin deformarse
rápidamente o romperse. Dos tapas para sus extremos que también se
pueden preparar y una cierta cantidad de clavos para un solo palo en
construcción. Los clavos tienen que tener la misma longitud que el
diámetro del cilindro. Se clavan a lo largo de toda la superficie del
cilindro en un diseño improvisado o pensado. Una vez clavados por toda
su superficie se pega una de las tapas al final del tubo y se le echa
una cierta cantidad de arroz, lentejas o judías secas; dependiendo de
sus dimensiones. Si se le colocan diferentes tipos de semillas, el palo
producirá diferentes sonidos. Hecho esto ya se puede pegar la otra tapa
en el extremo del cilindro.
Con esto ya lo tenemos hecho, pero seguramente gustaréis de decorarlo
cubriendo los clavos pegando papel de envolver y luego pintarlo,
dibujarlo o decorarlo con diversos motivos e ideas originales.
Este también puede ser un instrumento más a añadir a la orquesta
familiar; y/o reservarlo para que con su evocador sonido acompañe
sesiones de relajación o ceremonias familiares como las que propongo en
estos escritos.
"Crear el altar de Imbolc"
Imbolc es la fiesta de la Doncella,
y es la estación hasta el 21 de marzo. Es la estación para prepararse
para el crecimiento y la renovación. La serpiente de Brighid emerge
desde las entrañas de la Madre Tierra para probar el clima; y en muchos lugares templados empiezan a crecer las primeras flores de la tierra congelada.
La preparación del altar desde el punto de vista ontoenergético es
siempre la misma, representa siempre la rueda de la vida girando en el
Universo de misterio; pero esta vez en el Norte y Noreste vamos a hacer
énfasis colocando dos o más de las velas hechas en casa, una de ellas
que sea de color naranja; y debe figurar también en un pequeño jarrón de
cerámica algunas briznas de plantas que estén brotando del suelo así
como alguna flor blanca que nos recuerde la “campanilla blanca de
invierno”. También se puede colocar en un pequeño recipiente algo de
nieve o de hielo que se irá derritiendo a medida que realicemos el
ritual de Imbolc.
La Doncella,
un aspecto de la diosa trina nos trae la promesa de la primavera. En su
honor vamos a poner una figura de la diosa en nuestro altar.
También colocaremos en él el “molde de sembrar intentos” que podemos acompañarlo con un pequeño recipiente con semillas.
Un pañuelo de color verde cálido o amarillo claro adornando el altar
nos recuerda los primeros indicios de la primavera y que en la tierra
aún fría, las semillas están despertando a la vida.
"La comida especial de imbolc"
Imbolc es
parte del invierno, por lo que vamos a recordar lo que ya se ha dicho
de él en la Visión ontoenergética del invierno.
Estamos en la estación del sistema Aire-Agua con el sabor salado como
asociado, por el hecho de estimular la digestión y realzar el sabor de
los alimentos, con lo que se inicia pronto el flujo de saliva y de los
fluidos estomacales; pero debemos cuidarnos del exceso de sal ya que
vence a los sabores y resulta nociva al organismo densificando el
cuerpo, aumentando la presión arterial, facilitando inflamaciones
cutáneas y exceso de calor, además de producir cierta adicción al
generar tolerancia y así exigir que se aumente.
Recordamos que el invierno pide alimentos contractivos que generan
energía interna como lo son las carnes, quesos curados, bulbos,
tubérculos y frutos secos.
Pero
ahora, en Imbolc, vamos a añadir su simbolismo. La presencia de una
ensalada con germinados (de alfalfa, de soja) y con semillas como de
girasol, calabaza y maíz nos indican que las semillas están a punto de
germinar o iniciar su crecimiento. La presencia de tacos o lonchas de
quesos tiernos o curados, en frío o caliente nos conectan con el
simbolismo de los primeros animales de granja recién nacidos y lactando.
Se puede seguir o acompañar con empañadillas, pizzas o crepes rellenos
de los alimentos invernales más queso y brotes. O pastelillos de carne o
verduras… El caso es que sean platos con alimentos que, al abrirlos,
revelen su contenido interior; como la Tierra guardando su vida.
Las bebidas de Imbolc deberían contar con la presencia de hierbas. Sea
en infusión, sirviéndose fría o en caliente en sobremesa. Para los niños
también les puede servir un vaso de leche caliente con miel y alguna
hierba relajante como la manzanilla; y para los adultos es ocasión de
tomar algunos sorbos de licores hechos con hierbas.
Como postre, se puede hacer algunos pastelillos marrones de chocolate o
algarroba y colocar en su interior algunas sorpresas diversas para que
los comensales los encuentren. También se puede decorar con velas de
cumpleaños encendidas que nos recuerden el “molde de sembrar intentos”.
Avisemos que el pastel contiene sorpresas para que así nadie se
atragante ni se malogre algún diente. Los bombones rellenos también
pueden ser útiles en esta festividad.
La idea de la comida especial de Imbolc es que la madre Tierra alberga y
esconde en su oscuro seno maravillas esperando germinar, y esto de una u
otra manera se reproduce en los platos de esta comida o cena.
"La Celebración de Imbolc"
Imbolc,
día 1 de febrero, es una fiesta tradicional en la que se celebra que
los días ya se hacen más largos, marcando el declive de la época oscura
del año. Es, pues, una fiesta de fuego y luz; es, por ello, también, un
medio de purificación en el que el fuego sagrado purifica la Tierra propiciando su fertilidad. Da inicio y nombre a una estación que concluye el día 31 de Abril.
Imbolc, unos años coincidirá con festivo de sin de semana y otros no;
ello, como en otras festividades, obliga a su adaptación a la vida
productiva cotidiana. Del mismo modo que con otras celebraciones de
estos días sagrados de la “Sagrada Rueda Anual”, los días previos ya
moviliza a la familia preparando su celebración. Ya hemos visto que
entre sus actividades previas se ha propuesto la preparación de velas y
de instrumentos, así como la adquisición de los ingredientes para la
comida de la misma que, de acuerdo con la dinámica peculiar de la
familia se puede celebrar al mediodía o al cenar.
Sea como sea, desde el levantarse debe respirarse el ambiente
especial de esta jornada y hacerse el programa de dedicar más tiempo al
encuentro en el hogar familiar.
En primer lugar, al tratarse de un día de purificación, debe realizarse
una limpieza energética del hogar de cara a la proximidad de la
primavera. Es muy posible que en Yule se prendieran las luces en todo el
hogar y se pasara el “bastón de olor” o el incienso por todas las
estancias del hogar; pero hoy la limpieza consiste en deshacerse de lo
viejo, de lo ya caduco. Es el momento en que los adornos de Yule, ya
secos y polvorientos, se quitan y, si se cuenta con una barbacoa o
chimenea, se quemen en el fuego de Imbolc; o si es oportuno, se añada al
abono que se está preparando para la tierra. Si no se pueden quemar o
reciclar como abono propio, entonces verterlo en el contenedor de
material orgánico para su reciclado comunal. Al retirar lo viejo y
muerto, hacemos espacio para que lo nuevo pueda brotar y crecer. Esta
actividad es propiamente un rito en el que nos deshacemos de lo que nos
apega al invierno e invitamos a los eventos de la cercana primavera. Se
puede también limpiar el jardín, la terraza o balcón preparándolo para
la nueva estación.
Imbolc es una antigua festividad del fuego. Antiguamente se celebraba
con hogueras, y en la antigua Roma se celebraba “Lupercalia”, en honor
de los poderes de la Naturaleza
representados por el dios Pan, con juegos de antorchas lupercales
apoyando el poder del joven-dios-sol en su creciente vigor; y luego el
cristianismo la reconvirtió en la “Candelaria” donde se celebra la
purificación de la Virgen María
con el infante Jesús en medio de una procesión de candelas benditas. Es
por ello que el elemento fuego debe estar presente en el hogar. Se
prenden distintos tipos de fuego en honor a la creciente brillantez del
sol y a los días ya visiblemente más largos. La chimenea prendida y/o
las velas untadas de olor cumplen este propósito; pero también se pueden
prender bengalas con los niños.
Ahora es el momento de reunirse ante el fuego y reflexionar sobre
cualquier cosa o hecho del año transcurrido que hubierais deseado que
aconteciera o se hubiese actuado de diferente modo; cualquier cosa mal
concluida o errada; es decir, que incluya algún tipo de suciedad
emocional en la mente. Entonces la anotáis o dibujáis en un papel,
manteniendo su contenido en secreto, a menos que se desee compartirlo.
Luego arrugad el papel convirtiéndolo en una bola y echadlo al fuego,
liberándose de todo resentimiento, rencor, culpa, etc.
Echad
luego a este fuego (que también podría ser un caldero como en Yule)
algunas hierbas purificadoras como romero, salvia o eucalipto. ¡Ya se ha
ido! ¡Ya no es! Y ahora abriros a las nuevas y numerosas oportunidades
de gozo y satisfacción que pueden acontecer a partir de hoy.
Llegado el momento, con la familia reunida se procede al aspecto
sacro de la festividad. El fuego en el hogar está encendido, sea en
forma de hoguera o de velas de Imbolc. Ahora se sale al exterior, al
huerto, jardín, terraza o balcón para realizar la tradicional práctica
de realizar la “ofrenda al surco”; se trata de abrir un surco en la
tierra (simboliza el arar) y realizar una ofrenda ritual en la misma
convocando su fertilidad y abundancia para la familia y la comunidad. Se
abre el surco o, en su caso, un hoyo si se trata de una jardinera o
maceta. En actitud de ofrenda, improvisando o recitando una oración o
poema o algún canto tradicional a la madre Tierra, se vierte en él un
poco de whiskey, “el agua de la vida” y se le añade unos pedacitos de
queso y pan; también se puede ofrecer algo de tabaco ritual y/o salvia o
romero. Este pequeño rito se puede acompañar de alguna varilla de
incienso prendida.
Seguidamente se procede con el rito de “siembra de intentos” y la
preparación del altar de imbolc, ya tratado en las actividades de
Imbolc.
Acompañados de los fuegos de Imbolc se procede con la comida o cena,
según el ritmo de la familia; también algunas velas untadas deberían
acompañar la mesa en el transcurso de la cena.
Brighid, diosa venerada en Imbolc |
En el momento oportuno, con el anochecer o la noche, antes de la cena
o tras ella, se procede al ritual de Imbolc frente al altar doméstico.
Se necesita un oficiante que sepa el rito, siendo todos los demás ayudantes.
Lo primero es la limpieza energética de la estancia. Al hacerlo
visualizar que se ahuyenta toda negatividad. En Ontoenergética lo hacemos
sahumando el lugar con salvia, copal o incienso de cedro.
Seguidamente, con el mismo sahumador, o con un bastón de olor se
purifica el oficiante y a todos los participantes. Así se crea un sentimiento
de pureza y favorece la entrada en un estado de consciencia acrecentada.
Antes de
empezar el ritual el oficiante medita acerca de la magnitud de las poderosas energías que subyacen en
el invierno, no sólo en la tierra esperando su momento, sino también en
nuestros corazones radiantes de vida y amor. Considerando el renacer en una
nueva fase o ciclo de vida en la que todo nuestro potencial se renueva y
precisa manifestarse. Así en el mundo de afuera y en el de nuestro “ser
interno”; y que lo sagrado que tenemos inicia su retorno y manifestación.
Ahora el oficiante se dirige al Norte, invoca al guardián del Norte,
al Espíritu del Aire y de todos los alados, Señor de la Mente Pura y del
Espíritu del Guerrero.
Ahora se dirige al Este, invoca al Guardián del Este, al Espíritu de
la Luz y el Fuego y de todos los seres de sangre fría que puebla la Tierra,
Señor de la Inspiración, de la Iluminación y Creatividad y de la visión de la
Verdad Interior.
Seguidamente se dirige al Sur, invoca a la Guardiana del Sur, a la
Señora de la Vida y Naturaleza con todos sus seres vegetales y de cuatro patas
y sangre caliente, Señora del Amor, de la nutrición y Salud.
A continuación se dirige al Oeste, invoca a la Guardiana del Oeste, a
la Señora de todas las Aguas y de todos los seres que las pueblan. Señora del
Misterio, de lo insondable y oculto, de la Otra Realidad, de la Puerta de la
Muerte; del depósito universal de la Sabiduría.
Seguidamente se procede a la invocación por la festividad celebrada, a
Imbolc: "Guardianes de las Cuatro esquinas del mundo, en este día de Imbolc,
os invoco y convoco para que protejáis este santuario y lo llenéis de vuestros
poderes.
Ahora invoca a “Todas nuestras Relaciones” con “Mitakuye Oyasin”, y a
nuestros ancestros, a nuestros parientes, amistades, comunidad y humanidad, a
todos los seres visibles e invisibles que nos acompañan en este mundo
solicitando su apoyo.
Hecho esto se invoca a la Abuela y Madre Tierra, esencia de todo
cuanto es material y vive, que nos crea, sustenta y ama. Declaramos ser uno con
ella.
Y finalmente se dirige al Gran Misterio, fuente de toda energía,
consciencia y vida; declarando aspirar a “ser uno con Él”. Luego el oficiante
refuerza “Todo es una Totalidad”. “Todo es Uno”. “Todo es Gran Misterio”.
Se ha realizado un giro completo alrededor del altar, ahora se procede
a realizar otro convocando el poder y significado de las Ocho Puertas Sagradas
de la Rueda Medicinal:
Convoco
el poder de la Puerta de Yula, la del desafía, la de ña Voluntad e Intento de
Vivir, concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Hoy convocados
en la Puerta de Imbolc, la de la aspiración al
despertar de la consciencia; celebramos y potenciamos tu poder para que lo
extiendas por todo el mundo.
Convoco el poder de Puerta de Ostara, la de la inspiración y
creatividad; concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Convoco el poder de la Puerta de Beltane, la de la energía vital de la
fertilidad y sexo; concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Convoco el poder de la Puerta de Litha, la de la energía del Amor y
plenitud, concedeos tu poder en la celebración de Imbolc.
Convoco el poder de la Puerta de Lughnasah, la puerta del amor sabio,
leal y fiel, concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Convoco el poder de la Puerta de Mabon, la puerta del
Misterio, sabiduría y desapego, concédenos tu poder en la celebración de
Imbolc.
Y, finalmente convoco el poder de la Puerta de Samhain, la puerta
de la Muerte y Eternidad; concédenos tu poder en la celebración de Imbolc.
Que vuestra presencia proteja y purifique las Ocho Puertas y todas
ellas nos aporten su fuerza y poder.
Antes
de prender las llamas se procede con la invocación tradicional. La recita el
oficiante:
“Este
es el tiempo de las velas y antorchas.
Con
cada lámpara que arde y brilla damos la bienvenida al renacido Abuelo y Padre
Sol.
Celebro
a la Abuela y Madre Tierra, celebro al Abuelo y Padre Sol.
Toda
la aturaleza vibra sumida en sueño
Ofrecemos
luz y calor para mitigar frío y oscuridad.
Ahora
el Padre Sol se aproxima a la Madre Tierra y, aunque distates, son Unidad”
Ahora
prendo la vela anarajada diciendo:
“El
Abuelo y Padre Sol, en el Cielo, prosigue su nuevo cicló.
La
Abuela y Madre Tierra ante él, le indica el inicio de una nueva vida, tres el
periodo de descanso”.
Tomo
la vela y camino en el sentido de las agujas del reloj alrededor del altar
mietras digo:
“El
aire y viento trae el frío del invierno, el agua aún es nieve, hielo y escarcha
cubriendo valles y montañas.
El
Padre, renacido,señor de la vida, de las plantes, animales y humanos va
acrecentando su presencia y ya abraza a la Madre Tierra, señora de la
fertilidad.
Te
honro Abuelo y Padre Sol.
Te
honro Abuela y Madre Tierra”
Me
detengo frente al altar con la vela alzada y digo:
“Miremos
fijamente la lama, e su aura policroma veamos el arco iris de la vida.
Luz
de vida despertando del sueño del invierno, con renovada fuerza y energia”.
Dejo la vela en el altar y efectuamos una
corta meditación considerando las poderosas energías que subyacen en el
invierno, no sólo en la tierra esperando su momento, sino también en nuestros
corazones radiantes de vida y amor. Ahora es el momento de despertar y del
mismo modo que se renueva la sagrada vida en la tierra, asimismo acontece en
nuestro ser
Tras esta oportuna meditación contemplativa, observamos el altar y se dice en
coro:
“Madre Tierra, Padre Sol, concededos
vuestra gracia y poder.
Beditos seáis. Somos vuestros
hijos".
Me dirijo a las Cuatro direcciones y sus guardianes:
-
Cuatro Esquinas del mundo, ayudadnos a
obtener la sabiduría.
- Guardián del Norte, con tu aire barre nuestra importancia persona, que
podamos obtener la consciencia pura (soplo el aliento con agua floral por el
altar y presentes).
-
Guardián del Este, quema nuestro temor y
que nazca nuestra verdad. (Todos hacen una ofrenda de salvia al fuego).
-
Guardiana del Sur, concédenos tu
abundancia, tu amor y cuidado y recibe nuestro amor (cada cual arazá al
compañero).
-
Guardiana del Oeste, riega con el
agua purificadora el mundo desvelando el asombro de tu misterio (Se salpica el
altar y a los presentes con algo de agua del altar).
-
Y a todos nuestros ancestros, las
generaciones venideras y a todos los seres visibles e invisibles que comparten
con nosotros este mundo. Apoyadnos para que la plenitud y armonía acontezca.
Y nuevamente me dirijo al altar para realizar el cierre diciendo:
-
Agradezco a los Siete poderes de la
Sagrada Rueda de la Vida:
-
Gracias Guardián del Norte, por tu
espíritu guerrero.
-
Gracias Guardián del Este, por tu luz e
iluminación.
-
Gracias Guardiana del Sur por tu amor,
abundancia y Salud.
-
Gracias Guardiana del Oeste por tu
sabiduría y misterio.
-
Gracias a los antepasados y demás seres
que compartís este mundo por vuestro apoyo.
-
Gracias Abuela Tierra por concedernos y
cuidar nuestra vida.
-
Gracias Gran Misterio por darnos vida y
consciencia.
Y ahora dirigiéndome a los presentes:
-
Que el poder de Imbolc nos acompañe y
permita vivir conforme al Misterio. Que nuestras generaciones venideras puedan
seguir asimismo la Sagrada Senda de la Vida.
Dejo que la vela
siga ardiendo junto al incienso y dispuestos a regresar al salón concluyo:
-
Mitakuye Oyasin. – Todos
contestan: Ahó.
Ya en el salón, cuando el momento de acostarse se aproxima, abrid la ventana durante
unos instantes aspirando el fresco aire, oliéndolo, advirtiendo la
energía de la tierra que está despertando del letargo invernal para
todos nosotros que, ahora, estamos en armonía con ella y su poder.
Y luego, mientras dormís en la arrulladora calidez del lecho, sentiros
como una semilla en su oscura matriz durmiendo a la espera de que el
dulce y amoroso calor del sol os acaricie haciéndoos expandir y brotar
entre los últimos resto de nieve.
¡Que la integridad, la autenticidad, la salud y la sabiduría florezcan en vuestro ser ahora y siempre!
Así sea.
Ernesto Cabeza Salamó