Actividades en grupo o familia de Samhain 4ª Parte:
"Año Nuevo Celta"
Como postres lo tradicional son los
pastelillos de calabaza como cabello de ángel o mermelada de calabaza regando
pastelillos de bizcocho. Panecillos
dulces con pasas o galletas con calabaza.
La comida especial de Samhain
En la Ontoenergética del
Otoño decía que se trata de una estación contractiva.
En esta estación contractiva, la vida a nuestro alrededor ya se está
aletargando, ha perdido vigor y con los días cortos y grises se nota la amenaza
del frío y la oscuridad. En cierto modo se produce un duelo, un desapego puesto
que hay muchas cosas que van muriendo a nuestro alrededor y otras que se
pierden. Ahora es el momento de soltar, de fluir; de atesorar lo esencial e integrarlo
como algo existencial, es decir convertirlo en conocimiento y sabiduría. Ya
vimos que el tomar hacia dentro (hacia el ser) y el soltar (entregarse, fluir)
se manifiesta en el órgano de los pulmones y la función respiratoria. El
aspecto del Aire del Río interior; y que el otro órgano asociado con el soltar
los contenidos ya no necesarios, lo que ya no nos sirve, es el intestino
grueso.
Vimos que las emociones asociadas son la
aflicción o pesar y el duelo; emociones que nos permiten soltar, desapegarse;
quedarnos ligeros de cargas, condición que permite un menor gasto de energía y
un ahorro de la misma. Repasemos el apartado “Ontoenergética del Otoño”.
Allí también apunté que el sabor asociado
al Agua/Aire del Oeste es el picante presente en la pimienta, algunos
pimientos, en el jengibre, nabos y rábanos, ajos y cebollas. El sabor picante
produce un calentamiento inmediato del cuerpo y una sensación inmediata de sed
como medio refrigerador. Los fluidos corporales (sudor, saliva, moco y la propia
sangre) empiezan a correr con lo picante;
así como también estimula los fluidos digestivos facilitando la
digestión. El efecto de lo picante, como dijimos, es de limpieza de tejidos.
La fase media del otoño pide asimismo
alimentos más contractivos cuanto más avanza, como son bulbos y tubérculos,
frutos secos; todos ellos tienen su energía concentrada en los tallos
subterráneos, en las raíces o dentro de duras cáscaras (nueces, almendras,
avellanas, castañas…) y cereales. Ahora el exceso de alimentos expansivos
(dulces) o demasiados alimentos crudos (propios del verano) debilitan el
tránsito hacia lo contractivo interno y puede llevarnos al abatimiento.
Ahora ya tenemos la pista para armonizar
la alimentación en esta fase del ciclo anual con el ciclo adaptativo personal.
Y ahora, en Samhain, vamos a armonizar la celebración del fin del año celta, la
permeabilidad de los mudos terrenales con la “otra realidad” y con el apogeo
otoñal.
En Samhain se suele celebrar la cena, a la
que sigue, en nuestra tierra (Cataluña) la “castañada”. Como es habitual cada
comunidad tendrá asimismo sus costumbres específicas que se deben incorporar.
Es costumbre
reservar un lugar en la mesa para las personas amadas que ya han fallecido o
colocar en ella algo que las represente o recuerde. Es común servir un plato
con un poco de toda la comida preparada y una copa con un poco de bebida en una
plaza que dejamos vacía que corresponde a nuestros antepasados recordados y
honrados (quizá no habría suficiente espacio en la mesa para reservar a todos y
cada uno de ellos, por ello lo comprimimos en sólo uno). Durante la cena
podemos recordarlos y relatar vivencias con ellos. Asimismo, acabada la cena,
es tradicional apartar este plato y esa copa y colocarlos en el exterior, sea
en el exterior de la ventana, o de la puerta del apartamento, o, si se tiene
jardín o terraza, en ella; para los espíritus que deambulan por ahí.
Samhain es apropiado para preparar platos
que consideremos patrimonio de nuestra herencia cultural (cada cual la suya,
provenga de donde provenga), con ello asimismo honramos a nuestros antepasados.
Los platos
con un cariz contractivo y caliente ahora se hacen adecuados. Las sopas
calientes y los guisos en los que figuran elementos de la cosecha como las
legumbres (garbanzos, judías, guisantes y lentejas) son adecuados; además,
tradicionalmente, se le suele añadir algo de maíz.
Todos los platos ya expuestos en Mabon son
igualmente satisfactorios para Samhain (ensaladas tibias, sopas, guisados, con
setas de la estación, etc.), pero para adecuar al significado de esta
celebración concreta sugiero el tomar como ingrediente de los platos el uso de
la calabaza. Así una sopa de calabaza o puré de calabaza sería muy adecuado
como primer plato.
Ahora expongo una sencilla receta de puré
de calabaza común en mi hogar:
Para entre 4 y 5
personas.
Se toma una calabaza pequeña o la mitad de
una grande y se reduce su pulpa a cubitos de 2x2 centímetros. Pelamos tres
zanahorias grandes en pequeñas rodajas y tres o cuatro patatas según tamaño
cortándolas en rodajas de medio centímetro de grosor. Ahora en la olla ponemos
suficiente aceite de oliva para sofreír lo preparado.
Cuando el olor y el color nos muestra que
está lo suficiente sofrito, lo cubrimos de agua, se le añade la sal al gusto y
se deja en la olla a presión fuerte unos siete minutos. Seguidamente se pasa
por la batidora para convertirlo en puré. Mientras se bate se puede añadir algo
de crema de leche para darle sabor y textura.
Después se puede servir decorándolo con
motivos de la celebración: dibujar una bruja, o una calavera, o una calabaza o
quizá una telaraña con crema de nata.
Una sugerente propuesta y parecida es la
que proponen para Samhain Cait Johson y Maura D. Shaw en su ya reiteradamente
citado libro “La Magia
de la Tierra”
(págs. 164 y 165)
“Sopa
de calabaza y patata dulce de Samhain”
Para 4 o 6 personas.
Ingredientes:
Dos patatas dulces o batatas peladas y
cortadas en dados.
Una cebolla de
tamaño medio troceada.
Uno o dos
dientes de ajo, en láminas.
Dos cucharadas
de mantequilla o de aceite de oliva.
De cuatro a seis
tazas de caldo vegetal.
⅓ De taza de
calabaza (fresca o enlatada) cocida.
Nuez moscada
recién rallada y jengibre al gusto.
Sal al gusto.
½ taza de crema
de leche ligera.
Proceso: Cocer las patatas, la cebolla y
el ajo en la mantequilla o el aceite durante varios minutos hasta que estén
ligeramente dorados. Añada el caldo vegetal hasta cubrirlo todo y llévelo a
ebullición. Cueza hasta que las patatas estén blandas, aproximadamente unos 25
minutos.
Añada la calabaza, la nuez moscada, el
jengibre, la sal y convierta la mezcla en un puré mediante la batidora. Añádale
la crema de leche y vuelva a poner toda la mezcla en la sartén. Déjela calentar
de nuevo y añada caldo si es necesario hasta que se convierta en una cremosa
sopa. Sírvala en pequeñas calabazas, con una gota de nata agria si lo desea.
De segundos se puede proceder con platos
de setas como en Mabon (ver comida especial de Mabon).
La bebida adecuada para Samhain para
adultos es la cerveza, en especial la negra con o sin alcohol, o el vino tinto
al gusto. Para los niños zumo de manzana viene a ser lo tradicional.
Huesos de santo |
Pannellets |
. Aquí en España
se acostumbra preparar la “castañada” con castañas asadas y boniatos igualmente
asados. En Cataluña se añaden los “panellets” tradicionales, pero en otros
lugares se utilizan igualmente postres dulces de mazapán como los “Huesos de
santo” de Madrid, Castilla y León; o los
huesos de San Expedito en el sur de España. Los buñuelos de viento también son
tradicionales de esta fecha.
El grupo familiar o de amigos en Samhain.
Estamos en la mitad del otoño, las últimas
cosechas ya han quedado atrás. De igual modo los árboles caducos se han
despojado de sus hojas, los días son muy cortos y aparecen las noches frías
cubriendo la naturaleza con su escarcha. El año vital muere y aparece la
oscuridad fría e inhóspita. Estamos hoy en el “Día Fuera del Tiempo” del
calendario celta. Ayer murió el año, hoy estamos en un tiempo especial en el
que ayer un año ha muerto y mañana nacerá el nuevo año. Fuera del tiempo, en
contacto con las fuerzas del Misterio y conforme va muriendo asimismo el día,
se desdibuja el límite entre dos mundos. El inmaterial, el del misterio pierde
sus límites con el crepúsculo y se confunde con el material; se interpenetran
ambos creando una situación mágica, especial y única. Es el instante en que
acontece el meollo de la celebración y la posibilidad de conectar y obtener
conocimiento directo del Misterio.
Antes del encuentro los participantes ya
habrán leído todas estas líneas y habrán considerado la indumentaria o disfraz
oportuno. Ya los tendrán preparados. Como ya se ha comentado
con anterioridad, los disfraces deben ser sencillos, hechos con elementos
domésticos y de ropas viejas o recicladas. Durante el encuentro no dispondremos
de tiempo para prepararlos, así que traerlos preparados desde casa; sobre todo
por parte de los niños que jugarán
libremente con ellos. En los adultos no son necesarios, pues nos pitaremos y/o
haremos máscaras.
De todas formas, cuando la celebración se
hace en familia, es en la mañana de Samhain cuando se realizan los últimos
retoques de los mismos. Del mismo modo que también es el momento de realizar
una visita al cementerio, especialmente si hay en él algún ser querido
pudiéndole dejar alguna ofrenda especial (una carta dirigida a él/ella o un
ramo de flores secas. Luego pasead por el cementerio observando las tumbas,
leyendo las inscripciones, imaginando como era la vida en esas fechas
pretéritas o viéndose reflejado en esa persona que falleció con tu misma edad.
Pregúntate sobre el sentido y el significado de tu vida.
Si lo que realizamos es el encuentro
ontoenergético para celebrar Samhain, lo primero que vamos a efectuar, como
siempre, el respetuoso saludo a la Sagrada Rueda de la Vida, honrando las Ocho
Puertas al modo tradicional; con ello nos sumergiremos en un estado de
consciencia no-ordinaria y nuestra atención en sus fenómenos. Este es el fin
que pretendemos, el expander nuestra consciencia y advertir su poder, la
atención, desde los limitados confines de lo ordinario, mecánico y egotista
hacia lo trascendente con sus fenómenos maravillosos y contactando con el
misterio que constituye lo que nos rodea y nosotros mismos. Samhain, en un estado
incrementado de consciencia es el momento más oportuno para adentrarse en los
confines del Misterio. Los antiguos druidas lo hacían así. Es el mejor momento
para evaluar lo ilusorio de muchas de nuestras creencias e ideas, de nuestros
actos y deseos a la luz de la consciencia de nuestra inminente muerte. Situaros
en un estado de consciencia no-ordinario es el mejor modo de experimentar
intensamente y sabiamente Samhain.
Una vez imbuidos por el estado de
consciencia adecuado ya podemos adentraros en la naturaleza plenamente otoñal
impregnándoos de su energía, su espíritu; contactado con las sensaciones y
sentimientos que os evoca, su poder; y dándonos cuenta de cómo afecta a nuestro
sentir y entender la vida, su medicina. Esta vez no se trata tanto de
recolectar, sino de contactar con su esencia energética. De todas formas,
recojamos hojas otoñales que os atraigan, bellotas de encina o de roble si los
hay, setas que reconozcamos y que deseemos comer y compartir. Puede haber
frutos de madroño y de rosal silvestre que, tras las primeras heladas, se
ablandan haciéndose para su utilización en infusiones ricas en vitamina C. Como
siempre declaro, el caminar debe ser un acto de plena consciencia. Nos movemos
a través de la Madre
Tierra, ahora con la apariencia de pérdida de poder y de
vigor, con aspecto de anciana y sabia. Seamos portadores de nuestro tabaco como
ofrenda de gratitud por todo cuanto nos entrega y hacia el espíritu de las
plantas que recogemos por su abnegada entrega. Sintámonos plenamente conscientes
del contacto con ella y de estar formando parte de ella; que todos nuestros
sentidos estén despiertos y dándonos cuenta, en todo momento, de los olores, de
los diversos sonidos que la vida aún genera, del contacto de nuestras manos
tocándola, acariciándola y de que caminamos amorosamente sobre ella. En este
estado puede acontecer el deseo intenso de abrazar un árbol y de entregarse a
la confluencia con su poder.
De vuelta, aportando lo recogido y
compartiendo lo experimentado ya podemos adentrarnos en las siguientes
actividades.
Vamos a preparar el altar, con el que nos
aproximaremos nuevamente al significado de la Sagrada Rueda de la Vida que estamos
reproduciendo como un mandala. El altar hoy es especialmente un santuario
alrededor del cual vamos a realizar gran parte de las actividades. Seamos
conscientes que de aglutina poder, que acogiendo y reuniendo el de los
presentes, lo amplifica envolviéndonos con él.
No nos entreguemos ociosamente en
divagación; tenemos mucho por hacer y el tiempo transcurre inexorablemente.
Pongamos un mantel sobre la mesa de trabajo y empecemos por preparar las
lámparas-guía de espíritus. Repartamos los nabos disponibles y las calabazas
entre todos. En pequeños grupos procedamos a su diseño u preparación. Dejemos
que el espíritu de colaboración y el apoyo mutuo se una a las sensaciones y
sentimientos que la actividad nos produce. Compartamos estas sensaciones,
sentimientos y comprensiones en una fraterna conversación. A medida que las
vamos acabando, preparemos nuestras
bolsas de judías-runas, de forma que cada cual obtenga la propia, ayudando, si
hay pequeños, en pintarlas, confeccionar las bolsas y decorarlas.
Con todo ello ya hemos creado el ambiente
de Samhain. Si estamos en el hogar lo podemos decorar con velas en forma de
calabazas o de brujas y gatos negros; tenemos aún parte de los adornos de Mabon
como las hojas secas, los candelabros otoñales, los frutos secos (especialmente
consistentes en castañas), las granadas,
los madroños y frutos de rosal silvestre. El añadirles figuras descarnadas como
calaveras o esqueletos de plástico complementa el escenario. Si lo hacemos en
el grupo ontoenergético, lo realizaremos con lo que hemos preparado y
encontrado hasta el momento.
Ahora podemos adentrarnos en la siguiente
actividad consistente en preparar y realizar la comida de esta misteriosa
celebración. Entre todos los participantes con las funciones y
responsabilidades repartidas se cocinan los platos otoñales, plenamente
conscientes de manejar los preciosos dones de la Madre Tierra y, como
en Mabon, plenamente conscientes de que mientras la vida de la cosecha se
sacrifica en la cocina, se va convirtiendo en lo que será nuestra propia vida.
Cada ingrediente en la preparación del menú es algo que muere o ha sido
sacrificado para nuestra vida; y tanto ello como nosotros somos hijos de la
diosa, lo que nos recuerda que lo que comemos está hermanado y se sacrifica por
nuestra vida. Después en la mesa, con los platos en ella, seamos conscientes de
que estamos alrededor de un altar y esta comida es, hoy, un rito especial. Un
bello acto sería entre todos tomarse de la mano y cada cual, en su turno,
manifieste su disposición de entregarse al Misterio, a lo desconocido en las
próximas horas.
Dejamos que la comida sea tranquila,
silenciosa y meditativa (si es posible) y amorosa.
Tras la comida y sobremesa, lo justo para
realizar sin prisa lo propuesto, retiramos los platos y mientras los fregamos
tengamos presente que asimismo limpiamos nuestro ser de las adherencias de
egoísmo y de impurezas en nuestro espíritu.
Ahora es el momento de afrontar la primera
actividad intensamente misteriosa del encuentro. El realizar y experimentar el
viaje psíquico al encuentro de nuestro animal de poder. Realizaremos un grupo de adultos y otro de
niños. Luego en grupo grande relataremos nuestro viaje, compartamos la
experiencia y efectuemos una rueda que nos ayudará a descubrir y comprender el
poder del trabajo que acabamos de realizar.
Como la tarde avanza, antes de que nos
sorprenda el crepúsculo, ultimemos los detalles de nuestras indumentarias o
disfraces para Samhain, especialmente en los niños, elaboremos las máscaras y
pintémonos para la ocasión. De todo ello, en los días anteriores ya nos hemos
ocupado. Ahora tan sólo es necesario hacer los últimos retoques y guarnecernos
con todo ello. Mientras lo hacemos ya iremos viendo como cae la tarde y se
acerca el crepúsculo.
Aparece el crepúsculo, alegrémonos si el
cielo se enciende de colores, si no observaremos cómo cambia el modo de luz,
observémoslo con plena conciencia, imaginemos y visualicemos como el sol
hundiéndose e el horizonte se adentra en las profundidades del mundo oscuro, de
la “otra realidad”. Cuando haya desaparecido su ígneo disco en el abismo
arquetípico empecemos a prender el fuego de Samhain e la chimenea.
Ha llegado el momento de encender las
lámparas guías de los espíritus que colocamos, si estamos en casa en las
ventanas señalando las Cuatro Direcciones, invocando sus guardianes y poderes
míticos para que protejan nuestro círculo interior. Y se acerca el momento del
festín.
Al igual que hemos hecho al mediodía,
preparamos comunitariamente la cena, el genuino festín de Samhain, y la
realizamos con la plena consciencia de que compartimos los mismos platos y
asiento en la mesa con nuestros amados fallecidos tanto recientes como lejanos.
Participamos historias de ellos y de los amigos que nos han dejado, con afecto,
alejándonos de todo aquello morboso o crítico; los estamos recordando y
honrando como si estuvieran verdaderamente presentes. ¿Quién puede asegurarnos
de que tal vez efectivamente nos acompañan hoy? Contemos sus historias y
anécdotas entrañales y divertidas que les hagan revivir o imaginar su presencia
a nuestros hijos. Si hay duelo o dolor por la pérdida, este momento constituye
un bálsamo sanador que compartimos entre todos. Seguidamente levantamos la
mesa, la recogemos, fregamos los cacharros de acuerdo a la actitud de limpieza
asimismo en nuestro ser.
Seguidamente si lo celebramos en el hogar
y se da la costumbre de ir casa por casa en el vecindario a la caza de
caramelos, seamos conscientes de que actualizamos una antigua costumbre de
origen medieval en la que a cambio de algo de comida, se ofrecía plegarias por
los difuntos del hogar; o la versión más actual norteamericana de que a cambio
del dulce o pastelito se hace alguna dramatización del personaje representado
mediante el disfraz. Tratemos de evitar el aspecto travieso del “Truco o trato”
y, sobretodo, no caer e la repugnante idea de causar alguna trastada a quien
nos caiga antipátic@ o no responda favorablemente a nuestra demanda. El ir por
la calle por la noche, a través del frío, cogidos de la mano, quizá con una
lámpara de Jack en la mano, es una vivencia que impresiona; y más si por el entorno
hay algunas o muchas calabazas encendidas.
Si estamos en el grupo ontoenergético
podemos dramatizar entre todos lo que nos sugiere los atuendos elegidos o
improvisados y, mientras los niños juegan, los adultos nos pongamos a
considerar qué significado o comprensión os aporta. Observando a nuestros hijos
en sus juegos también nos damos cuenta de qué enfrentan con su lúdica
dramatización.
Si en familia, cuando se regresa al hogar,
al igual que en el encuentro ontoenergético, procedemos a agruparnos alrededor
del fuego y del altar. Si aún o está encendido, ahora se enciende y procedemos
a las actividades sincrónicas. En primer lugar utilizando junto a los niños las
judías-runas.
Démonos cuenta de que no se trata de un
juego ocioso, sino de convocar el misterioso poder de la sincronicidad adecuado
a nuestras vidas. Mentalicémonos y ayudemos a mentalizarse a nuestros pequeños.
Luego, cada cual a su turno, se hace la solicitud de la orientación a la que aspira.
Recordemos que no responden a preguntas concretas, sino que aporta orientación,
información o sugerencia comprensiva. Cada cual elige la forma de consulta, ya
sea extrayendo una única runa con su significado; o con las variantes de
extraer tres o cuatro, como en su apartado se precisa. Ya sabéis que después es
conveniente formularse alguna pregunta respecto a la implicación de su
significado con el discurrir de la vida actual y considerar los resultados con
los pensamientos y sentimientos asociados. La dinámica del grupo lo hará
esclarecedor para todos.
El segundo lugar, sólo entre adultos,
profundizaremos en el misterio de Samhain al modo druídico utilizando el
caldero y las cartas del Tarot Osho Zen; aunque igualmente es válido cualquier
otro tipo de baraja adivinatoria de las existentes en el mercado. Como ya
sugerí en su momento, el resultado de esta actividad se afianza compartiendo
con los demás participantes la inspiración, comprensión y sentimientos; y
recibiendo de ellos sus desapegadas devoluciones.
Con esta comprensión y visión sincrónica
vamos a prepararnos para realizar el ritual de Samhain ante el altar.
Aprovechamos los resultados de las runas y cartas del caldero para decidir de
qué actos, creencias, hábitos o conductas inconvenientes deseamos desprendernos;
y las anotamos en un papel con el que acudiremos al ritual.
Nos agrupamos
entorno del altar de Samhain, ya pleno, y efectuamos su ritual. Cuando vosotros
lo hagáis no es necesario seguir una pauta en concreto, cada cual puede idearlo
conforme a su sentir, pero es útil que alguien haga de oficiante. Sirva, por
ello el que propongo a continuación como ejemplo, pero se corresponde a mi
sentir, quizá os inspire el vuestro
personal. Recordemos que un rito es un momento de consciencia
amplificada, de comunión grupal y puede suponer una experiencia iluminadora.
Por ello debe ser sentido y no simplemente una dramatización.
El ritual de Samhain.
Se precisa un oficiante
que se sepa el rito y lo sienta propio.
Lo primero es la limpieza
energética de la estancia si se hace en un interior, si es en el exterior, este
paso no es necesario, pues no hay adherencias energéticas, a no ser que algún
acontecimiento significante haya acontecido en el lugar recientemente o
históricamente. Al hacerlo visualizar que se ahuyenta toda negatividad. En
Ontoenergética lo hacemos sahumando el lugar con salvia, copal o incienso de
cedro.
Seguidamente, con el
mismo sahumador, o con un bastón de olor se purifica el oficiante y a todos los
participantes. Así se crea un sentimiento de pureza y favorece la entrada en un
estado de consciencia acrecentada.
Antes de empezar el
ritual el oficiante medita acerca de la muerte, recuerda a los amigos y
familiares que han muerto; recuerda que la muerte es sólo un paso para iniciar
un nuevo ciclo de renacimiento y vida y que la Otra realidad es nuestro verdadero hogar.
Ahora el oficiante se
dirige al Norte, invoca al guardián del Norte, al Espíritu del Aire y de todos
los alados, Señor de la
Mente Pura y del Espíritu del Guerrero.
Ahora se dirige al
Este, invoca al Guardián del Este, al Espíritu de la Luz y el Fuego y de todos los
seres de sangre fría que puebla la
Tierra, Señor de la Inspiración, de la Iluminación y
Creatividad y de la visión de la Verdad Interior.
Seguidamente se dirige
al Sur, invoca a la
Guardiana del Sur, a la Señora de la Vida y Naturaleza con todos sus seres vegetales y
de cuatro patas y sangre caliente, Señora del Amor, de la nutrición y Salud.
A continuación se
dirige al Oeste, invoca a la
Guardiana del Oeste, a la Señora de todas las Aguas y de todos los seres
que las pueblan. Señora del Misterio, de lo insondable y oculto, de la Otra Realidad, de la Puerta de la Muerte; del depósito
universal de la Sabiduría.
Seguidamente se procede
a la invocación por la festividad celebrada, a Samhain: Guardianes de las
Cuatro esquinas del mundo, en este día de Samhain, os invoco y convoco para que
protejáis este santuario y lo llenéis de vuestros poderes.
Ahora invoca a “Todas
nuestras Relaciones” con “Mitakuye Oyasin”, y a nuestros ancestros, a nuestros
parientes, amistades, comunidad y humanidad, a todos los seres visibles e
invisibles que nos acompañan en este mundo solicitando su apoyo.
Hecho esto se invoca a la Abuela y Madre Tierra,
esencia de todo cuanto es material y vive, que nos crea, sustenta y ama.
Declaramos ser uno con ella.
Y finalmente se dirige
al Gran Misterio, fuente de toda energía, consciencia y vida; declarando
aspirar a “ser uno con Él”. Luego el oficiante refuerza “Todo es una Totalidad”.
“Todo es Uno”. “Todo es Gran Misterio”.
Se ha realizado un giro
completo alrededor del altar, ahora se procede a realizar otro convocando el
poder y significado de las Ocho Puertas Sagradas de la Rueda Medicinal:
Convoco el poder de la Puerta de Yule, la del
desafío, la de la Voluntad
e Intento de Vivir; concédenos tu poder en la celebración de Samhain.
Convoco el poder de la Puerta de Imbolc, la de la
aspiración al despertar de la consciencia, concédenos tu poder en la
celebración de Samhain.
Convoco el poder de
Puerta de Ostara, la de la inspiración y creatividad; concédenos tu poder en la
celebración de Samhain.
Convoco el poder de la Puerta de Beltane, la de la
energía vital de la fertilidad y sexo; concédenos tu poder en la celebración de
Samhain.
Convoco el poder de la Puerta de Litha, la de la
energía del Amor y plenitud, concedeos tu poder en la celebración de Samhain.
Convoco el poder de la Puerta de Lughnasah, la
puerta del amor sabio, leal y fiel, concédenos tu poder en la celebración de
Samhain.
Convoco el poder de la Puerta de Mabon, la puerta
del Misterio, sabiduría y desapego, concédenos tu poder en la celebración de
Samhain.
Hoy convocados en la Puerta de Samhain;
celebramos y potenciamos tu poder para que lo extiendas por todo el mundo.
Que vuestra presencia
proteja y purifique las Ocho Puertas y todas ellas nos aporten su fuerza y
poder.
A continuación enciendo
el fuego del altar, situado en el caldero del sureste y la vela diciendo:
“En esta noche de
Samhain los dos mundos se cruzan. El Padre Sol acude al Mundo Oscuro y frío.
También es ahí donde acuden quienes se han ido y se irán después. Oh Gran
Oscuridad Sagrada, tú que acoges a los caídos y guías mis pasos por lo
desconocido, ayúdame a comprender tus misterios. Enséñame cómo de la Oscuridad nace la luz y
cómo la luz regresa a la oscuridad”
Ahora tomo el papel en
el que escribí todo aquello de lo que deseo liberarme, lo leo en voz alta, y
mirando fijamente a las llamas digo:
“Sagrada Abuela de la Luna Menguante,
Señora de la Noche
estrellada, En el fuego de tu útero entrego lo que me atrapa para que se
transforme en libertad. ¡De la oscuridad, luz! ¡De lo confuso, autenticidad!
¡De la muerte, renacimiento!”
Si el oficiante ha
pendido fuego en el caldero deja caer el papel en él, si está usando una vela
sostiene el papel en la llama de la vela hasta que se queme. Al quemarse, el
mal, la ignorancia desaparece al ser consumida por los fuegos universales. Que
sienta y visualice como todo aquello que le aqueja se va quemando junto al papel
que ha echado al caldero. Que se sienta renovado y de gracias a la diosa.
Ahora los demás
participantes arrojan sus papeles al caldero igualmente, o a una llama de
chimenea o de otro modo exprofeso mientras repiten la misma declaración.
“Sagrada Abuela de la Luna Menguante,
Señora de la Noche
estrellada, En el fuego de tu útero entrego lo que me atrapa para que se
transforme en libertad. ¡De la oscuridad, luz! ¡De lo confuso, autenticidad!
¡De la muerte, renacimiento!”
La Naturaleza queda marchita y estéril mientras el sol cruza el Oeste, el lugar del
Misterio.
Me
dirijo a las Cuatro direcciones y sus guardianes:
-
Cuatro Esquinas del mundo,
ayudadnos a obtener la sabiduría.
-
Guardián del Norte, con
tu aire barre nuestra importancia persona, que podamos obtener la consciencia
pura (soplo el aliento con agua floral por el altar y presentes).
-
Guardián del Este,
quema nuestro temor y que nazca nuestra verdad. (Todos hacen una ofrenda de
salvia al fuego).
-
Guardiana del Sur,
concédenos tu abundancia, tu amor y cuidado y recibe nuestro amor (cada cual arazá
al compañero).
-
Guardiana del
Oeste, riega con el agua purificadora el
mundo desvelando el asombro de tu misterio (Se salpica el altar y a los
presentes con algo de agua del altar).
-
Y a todos nuestros
ancestros, las generaciones venideras y a todos los seres visibles e invisibles
que comparten con nosotros este mundo. Apoyadnos para que la plenitud y armonía
acontezca.
Ahora me dirijo al altar de Samhain tomo
una vela blanca o de té y la unge con aceite esencial de salvia; que recuerde
que la manera de ungir las velas es desde el centro a los extremos, mientras lo
hace dice:
“Consagro esta vela para que de luz a los
espíritus que nos visitan esta noche.”
Deposita la vela dentro de la calabaza y la
enciende con una cerilla mientra dice:
“Con esta vela y con su luz os doy la
bienvenida espíritus en esta noche de Samhain”
Ahora nos sentamos y meditamos acerca del
envejecimiento, el desapego y la muerte; todo ello necesario para el
renacimiento. Permanecemos así unos momentos en estado meditativo.
Y
nuevamente me dirijo al altar para realizar el cierre diciendo:
-
Agradezco a los Siete
poderes de la Sagrada Rueda de la Vida:
-
Gracias Guardián del
Norte, por tu espíritu guerrero.
-
Gracias Guardián del
Este, por tu luz e iluminación.
-
Gracias Guardiana del
Sur por tu amor, abundancia y Salud.
-
Gracias Guardiana del
Oeste por tu sabiduría y misterio.
-
Gracias a los
antepasados y demás seres que compartís este mundo por vuestro apoyo.
-
Gracias Abuela Tierra
por concedernos y cuidar nuestra vida.
-
Gracias Gran Misterio
por darnos vida y consciencia.
Y
ahora dirigiéndome a los presentes:
-
Que el poder de Samhain
nos acompañe y permita vivir conforme al Misterio. Que nuestras generaciones
venideras puedan seguir asimismo la Sagrada Senda de la Vida.
Apago
las velas y prosigo:
-
Mitakuye Oyasin. – Todos contestan: Ahó.
Dejo que el fuego siga ardiendo junto al
incienso, coloco la calabaza con la vela cerca de la ventana y la dejo arder
hasta que se consuma concluyendo así el ritual.
Llega el momento de tomar el bol con agua
del altar y sentándonos todos a su alrededor lo escudriñamos, nos concentramos
en él en un estado de cierto trance dejando que nuestro ojo interior perciba. Para
ello visualicemos que una potente espiral de energía procedente del corazón de la Tierra de color plateada
entra en nosotros por nuestro hueso sacro, en la base de la columna vertebral y
asciende girando velozmente alrededor de nuestra columna vertebral hasta
alcanzar la cabeza y la coronilla, de donde se dirige al infinito; y luego otra
espiral de origen celeste de color dorada que entra por nuestra coronilla y
desciende velozmente en espirales alrededor de la columna hasta descargarse en
el suelo a alcanzar el corazón de la Tierra. Visualicemos
y sintamos a ambas como se abrazan en nuestro ser produciendo un estado muy
especial. A veces en el agua se perciben
imágenes, o en la mente. En otras ocasiones son palabras o impresiones las que
aparecen. Sea lo que sea es algo valioso e importante. Luego, tras unos
instantes compartamos lo que hemos percibido, sentido o pensado.
Permanecemos en silencio meditativo
observando el fuego o la calabaza y cuando
cada cual note que llega el momento de acostarse, se retira respetuosamente.
Estando bendecidos por la presencia de nuestros antepasados, y con el misterio
y profundidad de nuestra sabiduría interior, damos la bienvenida con corazón al
Nuevo Año celta. Antes de acostarse tomar algo de agua para facilitar el soñar.
¡Que tengáis felices y ricos sueños!
El alba de Samhain debe esperarse con
expectación. Veamos el nacer del día y con él el Nuevo año en su Etapa oscura.
Contemplemos el Sol Naciente y apliquemos la técnica de absorber la energía del
sol. Tras ello se puede volver al descanso alguna horita más o ya empezar las
actividades del día.
Realizamos el desayuno comunitario
reencontrándonos tras el descenso al mundo del misterio en el dormir.
Espontáneamente pueden surgir comentarios acerca de sueños; ahora puede ser un
buen momento para profundizar en ello.
En los trabajos de ayer nos centramos en
la permeabilidad entre los dos mundos, es el honrar a nuestros finados y a
desarrollar trabajos de tipo sincrónico e los cuales el Ser profundo, apoyado
por lo multidimensional nos brinda pautas y sugerencias para ajustarnos a la
autenticidad y verdad de nuestro Ser. Ahora vamos a recoger el desafío y
emprenderemos el reto de ponerlo en práctica. Además de las sugerencias de ayer
noche, vamos a desnudar nuestra consciencia contactando con la manifestación
cotidiana de nuestras inconsistencias, incongruencias y contradicciones. Vamos
a determinar detalladamente con claridad, discernimiento, objetividad y
desapego nuestras pautas rutinarias y negativas que empañan nuestra luz
interior. Nadie nos retiene en las tinieblas tan contundentemente como nosotros
mismos y nuestros apegos a lo que no funciona, a nuestra negación del verdadero
poder que poseemos para transformaros y transformar nuestro mundo. Somos
humanos porque e su momento transformamos nuestro entorno físico creando uno
cultural; pero ahora renunciamos a este poder y a seguir evolucionando por
vendarnos los ojos y no prestar atención al ímpetu de nuestro poder de
transformar y crear un nuevo mundo en el que podamos seguir evolucionando hacia
la actualización del potencial humano.
La forma en la que normalmente
interactuamos con el mundo y con nosotros mismos es con “Hacer”, es
considerarse un objeto, una cosa muy compleja e importante, pero cosa a fin de
cuentas en un Universo de cosas de diversa importancia. Nuestra manera normal
de funcionar y relacionarnos es a través del “Hacer”, Siempre estamos tratando
de hacer cosas. Hacer trabajos, hacer viajes, hacer planes, hacer yoga, hacer
el amor… hacer, hacer. Nuestra mente es una compleja máquina que sólo sabe
hacer… esto, aquello, lo otro, todo. Es asunto es justamente este, es una
máquina, es un programa mecánico que se nombra a sí mismo, que se define a sí
mismo y que se modifica a sí mismo para lograr hacer más y mejor. A eso le
llamamos YO, pero no lo es, es simplemente la imagen, el programa de aquello
que definimos como YO, como identidad. A ese YO le llamo Ego, porque se
identifica con lo que se puede o no hacer y consecuentemente con criterios de
utilidad o fracaso. Procurar no fracasar o fallar cueste lo que cueste y
engrandecerse con el éxito es el objetivo del Ego; es decir hacer constar la
importancia de la que alguien se cree merecedor.
“No-Hacer” es renunciar a este juego de
desdicha y desgaste. Es darse cuenta que lo que la mente se toma tan a pecho es
simplemente un espejismo que parece plenamente real. Esto es justamente lo que
empezamos a trabajar partiendo del estímulo de dos mitos relacionados con
Samhain. El de Morrigan con Dagda y el de Perséfore con Hades. A partir de ello
confeccionamos un inventario de nuestro entender mental (”Hacer”) y le
aplicamos el criterio de la sabiduría consistente en claridad, objetividad,
discernimiento y desapego. Con el material obtenido se idearán “No-Haceres” que
tienen como objetivo desestructurar el pegamento de la mente y permitir que
pueda emerger el Ser con su consciencia y atención, con sus valores y sus
sentimientos. Y permitir que nuestra personalidad se intente liberar de sus
cadenas y pueda volar en el aire de la libertad y creatividad.
Por último emprenderemos un intenso y
transformador trabajo muy conectado con la esencia de Samhain: “La Muerte como maestra”. El
“Hacer” consiste en crearnos la ilusión
de que el hecho de vivir está lleno de…”haceres”. El Ser subyace ahogado entre
tanto “hacer”, y entonces la muerte aparece como la realidad incuestionable. De
lo único que podemos estar seguros es que moriremos. Con la muerte la mente que
se sostiene en sus “haceres” desaparece en un mortal y absoluto vacío, en la
nada. ¿La nada? ¿Y el Ser? ¿Qué pasa con el Ser y la muerte? (…) Lo vemos a
nuestro alrededor en la naturaleza y esencia del otoño. Samhain, el centro del
otoño, año tras año nos lo enseña desde los tiempos más remotos. Lo
intentaremos descubrir con la actividad de Entregarse a la muerte y luego Danzar a la muerte.
Finalmente
habiendo comprendido el valor de la vida, vamos a danzar nuevamente de forma
diferente. Vamos a tomar los instrumentos naturales y dispongámonos para
agradecer y celebrar nuestro mutuo apoyo en esta festividad de Samhain; dejemos
brotar nuestro sentir de modo lúdico y divertido a través de la libre expresión
de ritmos, cantos y bailes centrando nuestra conexión con la Madre Tierra ahora
como una anciana sabia. Exterioricémoslo mediante nuestros ritmos, cantos y
bailes compartiéndolo con todas nuestras relaciones.
Sintamos
el entrañable sentimiento de finitud al final del encuentro, abracémonos,
despidiéndonos y mantengamos en nuestro corazón toda vivencia obtenida con su
sabiduría adquirida.
Aquí
doy por concluido este ensayo dedicado a la festividad de Samhain.
Ernesto Cabeza Salamó