Actividades en Litha
“El
apogeo de la Vida.”
Si
simbólicamente el Otoño es el “morir”, el invierno es la Existencia
“ultraterrena” y la
Primavera es el “renacer”. El Verano es “vivir”.
Vivir no es
un acto pasivo de estar vivificado o de discurrir por la vida como un corcho
sobre un río. Vivir es la propia expresión de la actividad. Desde el punto de
vista Ontoenergético, la energía vital en el organismo humano siempre es
expansiva y discurre en tres direcciones simultáneamente: Hacia el afecto, hacia la acción y hacia el conocimiento.
Los tres tan estrechamente unidos que en cualquier fenómeno humano se pueden
apreciar en diferentes proporciones. Una fuerza que irradia amor, acción y
conocimiento no puede ser nunca algo pasivo. Es pura expansión. Si algo reduce
o bloquea cualquiera de sus tres manifestaciones nos encontramos en la esfera
de lo no-saludable.
Litha
representa el apogeo y máxima expresión de esta verdad. Litha representa la
experiencia pico o cumbre de esta función vital. Acontece a nuestro alrededor,
debemos reconocerlo; acontece en nuestro interior, sintámoslo. Recordemos que
toda experiencia cumbre marca un antes y un después en nuestra vida. Litha
apoya, favorece y representa esta experiencia vital.
Con el
sentir de los sentimientos y emociones, con lo que construyamos y hagamos y con
la certeza de que nuestra curiosidad natural está en marcha nos proyectamos al
mundo; y aquello que acontece en nuestro mundo interno y externo nos contesta.
Así manifestamos el ser-en-el-mundo, aquí y ahora. Las actividades que se
proponen son medios para este fin.
Mostrar respeto,
reconocimiento y honrar la
Tierra.
Todo procede de la Tierra , de la Madre Tierra , de Gaia. El aire
que respiramos es la atmósfera del planeta transformada a través de eras por la
propia vida. Todo cuanto comemos procede de la Tierra. Las fibras con las que
confeccionamos nuestra vestimenta, los materiales que constituyen nuestro hogar
y sus complementos. Todo, todo procede de la Madre Tierra.
La cultura medioambiental es uno de los objetivos
de Litha; pensemos por ejemplo si empleamos materiales reciclados como en el
caso del papel para diversos usos: escribir, imprimir, higiénico, de envolver y
que, mediante el prestarle atención y decidir elegir, podemos salvar a muchos
árboles de su tala.
Muchas de
las actitudes que no apoyan a la naturaleza tienen que ver con hábitos,
automatismos. Con el apoyo del poder del apogeo solar podemos hacernos
conscientes de que algunos hábitos son actitudes destructivas o dañinas para la
naturaleza y para comunidades de personas. Tomar consciencia supone un esfuerzo
inicial para romper el hábito, pero luego veréis que es igual de fácil utilizar
productos naturales e inofensivos que otros que resultan tóxicos y la salud del
Planeta nos lo agradecerá. El que elijamos amorosamente apoyar a la Tierra nos hará sentir
mucho mejor.
Recuperar lo tirado.
Algunos
artistas hacen auténticas obras de arte reciclando materiales como latas de
bebida, alambres, cables, chapas, etc. Una actividad también relacionada con
honrar la tierra consiste en contemplar estos materiales y, en el ambiente
familiar, preguntarse ¿Qué es? Y ¿Qué podría hacerse con él para volverlo a
aprovechar y haciendo qué? Démonos cuenta que intuitivamente podemos acceder a
ideas muy creativas y originales y, además, es factible de realizarlo entre
todo el grupo familiar. Así ese logro creativo después se puede exponer como
símbolo de respeto y consideración hacia la Madre Tierra.
Hacer abono.
Otra forma
de honrar la Tierra
es devolverle las sobras orgánicas que no utilizamos en forma de abono. Claro
que esto se puede hacer si se dispone de un espacio exterior con algo de jardín
o huerto. Hay contenedores para preparar abono ya diseñado y comercializado,
pero también se lo puede hacer uno mismo
seleccionando una esquina del jardín o reutilizando un bidón de metal. Las
sustancias que se pueden utilizar para este fin son cáscaras de huevo, restos
de vegetales (hojas secas, ramitas podadas, césped cortado, flores marchitas…)
pero también se puede incorporar bolsas de té e infusiones, restos de café,
ramas de Yule y restos de comida. Si se tiene la posibilidad de hacerlo
entonces se puede encomendar a nuestros hijos que lo echen (los restos y demás
materiales) en el lugar de hacer abono y mientras lo echan se les pide que se
den cuenta y consideren que están devolviéndolo a la Tierra , digámosles que de
estos desperdicios saldrá un abono muy rico para las plantas del jardín y del
huerto y que las hará felices y, claro está, cuando llegue el momento, que
ellos participen en disponer este abono por el huerto o jardín.
Hacer una imagen solar.
Litha es
una celebración de alegría, de vitalidad, de regocijo sagrado.
El
sol está en su esplendor dando su poder a la naturaleza, nosotros al verlo en
su esplendor sentimos resonancia con él; nuestro sol interior vibra impetuoso
manifestándose en la apertura hacia los demás (amor) y a la vida (alegría de
vivir). Por ello, desde tiempos inmemoriales, las gentes devotas de las fuerzas
de la naturaleza en estas fechas construían formas solares con paja y otros
materiales y las decoraba con flores de colores solares; lo hacían recibiendo
el cálido abrazo de los rayos solares sobre bancos, sobre piedras caldeadas o
directamente sobre la tierra o hierba. Era la forma de honrar y agradecer al
astro solar, que en aquellos tiempos tenía la categoría de gran dios.
Cuando
observamos a los niños pequeños nos llama la atención en sus dibujos policromos
cómo dibujan formas solares con colores cálidos de grandes dimensiones. De ello
concluimos las potentes resonancias afectivas del astro solar y su valor primal
y arquetípico.
Dediquemos como una de las primeras actividades en relación con Litha el
construir una imagen solar justo en el día en que su poder es más fuerte y así,
con la intención y la atención, esta imagen solar va a aportar a nuestro hogar
esa vitalidad y fuerza. Después de Litha, el sol empezará a declinar, los días
empezarán a acortarse y las noches se
harán más largas, el frescor acudirá primero y el frío después dominando todo
nuestro mundo; y cuando entonces contemplemos esta imagen solar nos sentiremos
reconfortados, quizás añorantes, reconociendo que es el gran dador de fuerza de
vida y que, sin él, esta sería imposible. También nos recuerda que los
acontecimientos vivos son transitorios, que los momentos fulgurantes de
grandeza, de felicidad, las experiencias cumbre, acontecen y se convierten en
recuerdo. Que lo vivo dura un instante, un corto periodo de nuestra consciencia
y luego desaparece; enseñándonos la necesidad del desapego. Precisamente porque
los momentos vividos son instantes, estos deben ser vividos intensamente y
celebrados desde lo más profundo del Ser. Y esto es lo que se celebra en Litha;
esto es lo que tratamos de manifestar creando formas solares y apoyando a que
nuestros pequeños asimismo lo hagan.
Veremos que
a nuestros niños les encanta crear pequeños soles y distribuirlos por su lagar
de juegos, en las paredes, en las puertas y sobre la cama. La variedad de
posibilidades y diseños es enorme. Los principios guía deben ser que las formas
sean redondas y que sus colores deben evocar el color y el resplandor solar.
Evidentemente esta actividad debería realizarse al aire libre, bajo el tibio
sol. O en la máxima cercanía al mismo. No olvidemos untar sus cuerpecitos de
protector solar y que lleven sombrero si las circunstancias lo precisan.
Algunas
sugerencias:
- Modelar
con arcilla o barro discos solares, algunos se endurecen por sí mismos,
otros deben acudir al horno; después se pueden pintar con acuarelas, témpera
u otras pinturas o forrarlos con telas de colores cálidos o dorados. Se
puede completar haciendo relieves con palos o palillos para darles bonitas
expresiones en su rostro.
- De la
forma tradicional que era tomar unos delgados palos de igual tamaño y
hacer con ellos una cruz y en aspa, quedando como un asterisco de 8
puntas, tantas como puertas y festividades naturales acontecen en el ciclo
anual; e ir pasando por ellos rafia, paja, cordeles o cintas creando una
forma redondeada. Si los materiales ya son coloreados quedará psicodélico,
si no, se puede colorear con pinturas y/o añadirle unas flores de colores
solares.
- Utilizando
plastilina de color solar del mismo modo como antes he comentado con la
arcilla.
- Utilizando
cera de abeja y, una vez ligeramente calentada, utilizarla como
plastilina, o fundirla del todo y echarla en moldes en forma de disco o
soles. La cera de abeja ya tiene el hermoso color solar, además difundirá
su olor peculiar siempre agradable.
- Otro
material utilizable es la cera de depilar que, tras calentarse ligeramente
se puede moldear y, ya fría, pintar. También emite su peculiar olor.
- Hacer
con papel “maché” discos y esferas solares y, una vez secos, se les pega
detalles divertidos o simbólicos, se pueden utilizar también moldes.
- Sobre
una base circular de cartulina, con los pequeños, se les puede pedir que
hagan bolitas de papel de servilleta de colores cálidos y luego pegarlas
sobre cartulina completando la decoración según propia creatividad y
deseos.
- Dibujar
sobre cartulina un sol con sus rayos y luego recortarla; realizando un
pequeño agujerito por el que puede hacerse pasar hilo de pescar y así
poder colgarlo en la habitación por ejemplo.
- Una forma muy interesante de hacerlo es cortando lonchas muy finas de naranjas o pomelos de color anaranjado o rojizo. Luego estas finas lonchas se ponen a secar en una ventana soleada, o sobre papel de galletas en un horno a temperatura moderada para que se sequen. Luego pueden unirse entre sí por hilo de pescar y hacer tiras de soles de varios tonos y dimensiones que difundirán su aroma por el hogar. Si en su extremo inferior se añade varitas metálicas o cascabeles, con las corrientes de aire o el abrir y cerrar de puertas emitirán agradables sonidos.
- Los
fondos circulares de latas pueden separarse y después perforar o grabar
con punzones dándoles aspectos creativos.
- Sobre
telas se pueden bordar o coser formas de otras telas o pintarlas, creando
formas circulares muy artísticas que, después se pueden enmarcar.
- Otra
posibilidad muy habitual es grabar soles o esculpirlos sobre madera, ya
sea en forma de medallones o en tiras. Estas formas pueden perdurar
durante muchos años siendo, a menudo, recuerdos entrañables de la infancia
en épocas posteriores. No olvidemos ponerle fecha y nombre.
- Sobre una base circular de cartón o cartulina ir disponiendo y pegando a partir de un centro palillos (mondadientes) en forma de radios hasta obtener un círculo bordeado de puntas agudas. Luego, ya seca una cara, se repite la operación con la otra cara y luego, si se quiere se puede pintar o decorar al gusto.
Asimismo se os pueden ocurrir otras ideas
al respecto con toda forma de materiales y recursos a disposición del momento.
Como ejemplo, si se tiene flores planchadas como margaritas, crisantemos,
pétalos de rosa, de clavel o de amapola se puede hacer una imagen solar con
ellas y plancharla entre dos cristales, resultando una bella creación, o
pegarlas sobre cartulina en bella composición. Todo esto sirva para activar la
imaginación con sus inmensas posibilidades.
Recordemos
que, cualquiera que sea la creación, una vez hecha debemos exponerla al sol
para que reciba y contenga su energía.
Construir varitas mágicas.
En el libro
“La Magia de la Tierra ” de Cait Johnson y
Maura D. Shaw (libro referente sobre estos temas) también nos sugiere la
actividad de construir varitas mágicas. Habida cuenta de que estos en días aún
hay un fuerte recuerdo de las hazañas del joven mago Harry Potter y sus colegas
en la mente de los niños y jóvenes, la idea de la varita mágica resulta muy
atrayente. He visto mientra paseaba por el campo a niños construirse e
improvisar, a partir de pequeñas ramitas, convirtiéndolas de inmediato en su
varita mágica. Intuitivamente los niños captan su simbolismo y poder; y., por
ello, pueden convertirse en una hermosa actividad para este día en el que el poder
de la naturaleza y del sol está en su apogeo. Ellos intuyen que esta varita
mágica tan elemental es un medio de concentrar, amplificar y dirigir la
atención y energía a un fin beneficioso; pero debemos indicarles que este fin
beneficioso debe ser común a todos, que se haga en beneficio de todas nuestras
relaciones. Lo entienden y comparten completamente.
Considero
que la confección de varitas mágicas puede ser muy variada. Lo que proponen las
autoras del libre “magia de la
Tierra ” resulta bastante grande, consistiendo en obtener una
rama recta de árbol de la longitud del antebrazo del niño. Según elección se
puede descortezar o no y en ella hacer grabados mágicos y simbólicos. Seguidamente
se toma un cristal de cuarzo incoloro y transparente de entre 2 y 3 centímetros
de longitud. Lo ideal es utilizar cristal de roca, por ser incoloro y
transparente, pero también pueden utilizarse los de cuarzo rosa, ahumado, falso
topacio o amatista, que son los más corrientes. Los naturales tienen forma de
prisma de seis facetas más o menos irregulares. El poder del cuarzo, en
especial en prisma natural, es ser transmisor y concentrar la energía
psico-emocional. Seguidamente hay que pegar el cristal al palo seleccionado. Se
puede atar al palo con tiras de cuero o de alambre o cordel; se puede taladrar
el extremo de la rama con el diámetro del grosor del prisma e insertarlo
adhiriéndolo con alguna cola. Luego se puede decorar y pintar a propio gusto,
personalizándola.
Otra forma
de hacerla más acorde con las imágenes de películas es una varilla más delgada
o ramita de árbol. Unos materiales a tener en cuenta son tallos de sauco o de
ailanto, cuyo corazón es esponjoso y se puede vaciar fácilmente o de caña de
bambú entre nudo y nudo que resulta muy resistente. En su interior, el corazón
de la varita, el niño pone sus arenas o plumas de poder, incluso pequeños
prismas de cuarzo. Se sella el orificio de entrada y luego pinta o se hace
grabar su superficie.
Si estos
materiales no están al alcance, cualquier ramita sirve para ello puesto que el
poder procede de uno mismo y la varita canaliza y dirige al mismo. Se le puede
pegar cintas de colores o plumas para darle presencia y vistosidad, y pintarla
con colores preferidos. Estas varitas pueden ser muy delgadas y muy fáciles de
manejar en los juegos de la jornada.
Antes
expliquemos a los niños en qué consiste la verdadera magia. Digámosles que la
verdadera magia no acontece de forma instantánea como en muchas películas, que la
satisfacción del deseo no es inmediato; que la mayoría depende de la presencia
y la confianza que uno tenga en sí mismo, que la magia tiene que ver con la
intención y el convencimiento de que esa intención se realiza para el propio
bien unido al de los demás y de la Naturaleza.
Esa es la verdadera magia. Enfaticemos la idea de utilizar el
poder personal únicamente para beneficio mutuo y nunca con fines egoístas y
mezquinos y, menos aún, para herir a cualquier persona o ser vivo.
Coronas y atuendos solares.
A todos los niños les encanta jugar a
disfrazarse. Litha es una hermosa ocasión para improvisar atuendos de tipo solar.
No es necesario hacer disfraces sofisticados en forma de sol, aunque pueden
aprovecharse de carnavales, por ejemplo. El preparar disfraces supone una
importante labor de confección en días previos y esto no siempre es oportuno
para las madres y/o abuelas, quienes comúnmente se ocupan de esta actividad,
perdón si pueda parecer una opinión sexista. No recomiendo comprarlos ni
alquilarlos. Mi propuesta es obtener unos retales de telas de colores cálidos,
amarillos, naranjas, rojos, rosados, dorados o por el estilo y cortarlos como
túnicas ceñidas por la cintura con un cinturón que puede ser de la misma tela
anudada o en lazo. Esto les permitirá mucha libertad de movimiento y poco
miramiento a que si se rompe al corretear por la naturaleza o trepar a los árboles
y peñas. Las telas también pueden ser blancas con soles, cielos y nubes
pintadas o con motivos florales.
Atuendos de aspecto feérico también son oportunos, aunque mucho más complicados de preparar (duendes, hadas, gnomos y demás). Es sabido que en esta jornada de solsticio la frontera entre el mundo físico (tridimensional) y el sutil (multidimensional) se afloja y permite que las fuerzas etéricas de la Naturaleza se manifieste con mayor libertad, sobre todo a partir del crepúsculo. Innumerables cuentos y leyendas con estos motivos corren por las diversas tradiciones europeas ya sean locales o globales. Este atuendo es una forma de atraer este poder invisible de la naturaleza a nuestra vida.
Otro disfraz común de esta celebración de homenaje al sol y la vida natural sería los del “Hombre verde”, ya sea en su versión natural como de hojas y hierbas, como en el popularizado cinematográficamente con la imagen del verde Robín de los bosques, personaje que se puede evocar con camisetas y leotardos o pantalones hechos de tela verde y gorrita con plumas en la cabeza. Ello promueve imaginativos juegos en el campo y jardines.
Una actividad clásica en esta festividad es la de hacer las “Coronas solares” infantiles. Es una conexión formal (física y visual) entre tu hijo y la poderosa energía del sol. Es una forma de reconocer su luz y brillo personal y aumentar o apoyar su autoestima al lucir y brillar como el sol.
Proponer coronas solares les evoca su propio sol interior creativo, su calidez natural; se convierten en la propia representación del sol dador de fuerza y vida. Pensemos en lo conveniente de ello, de estos valores, como maniobra de antídoto frente la cultura en la predomina la competividad, la violencia sea manifiesta o no y la negatividad. Es una imagen sana, potente, con autoestima, afirmadora de la vida y todo ello con el fin de favorecer la vida de todo el planeta. Es un honrar a nuestros niños por el gran potencial que albergan y que van a desplegar con su desarrollo y crecimiento convirtiéndose cada vez más en la manifestación de su potencial (dones, talentos, etc.) y asegurarse de que lucen y brillan con luz propia.
Obviamente esta corona debe ajustarse bien a la cabeza del niño y permitirle hacer sus juegos sin que la pierda constantemente y ´´él o ella debe contribuir en su preparación. Debemos conseguir que brille tanto como el sol, hecho que no representa problema alguno, puesto que a casi todas las criaturas les encanta las cosas brillantes y ésta es una gran oportunidad de disfrutarlo.
Los
materiales que brinda la propia naturaleza del lugar es lo más favorable para
su preparación. La base de la corona puede ser tallos de vid, tallos de hiedra
o de cualquier otra enredadera ornamental con o sin flores. Se pueden coronas
de flores imitando las guirnaldas de Ostara y Beltane; las flores que nos
interesan ahora son las de colores vivos y cálidos: amarillas, anaranjadas y
rojas que después se pueden combinar con otros colores. Hay que elegir flores
que resistan la actividad infantil durante horas, también pueden comprarse en
floristerías. Considero que unas muy oportunas son los claveles por sus
variados colores de flor y por los largos tallos que pueden trenzarse entre sí.
Si se hace con rosas, atentos a sus pinchos y suelen ser muy frágiles sus
pétalos. La paja, la rafia, los finos tallos nuevos del sauce llorón también lo
permite, incluso con ramitas jóvenes de laurel, folíolos de palmera y ramas
tiernas de brezo. Las cintas anchas también pueden ser buenas bases. Se pueden
realizar dibujando y recortando cartulina de color o forrándola (de papel de
color de seda, o de celofán) y pintándola ya hecha. También se puede adquirir
en tiendas de disfraces.
Una vez
hecha la base, sea recortada o trenzada, los adornos pueden ser muy variados;
se pueden añadir flores del lugar, de floristería, secas, cintas, pegatinas,
cordeles policromos, plumas y objetos metálicos y acristalados, botones,
lentejuelas, espejitos, purpurina o pintura fluorescente; hay incluso quien
puede añadir lucecitas a pilas si se tienen habilidades técnicas. Todo ello es
conveniente que quede bien pegado para poder resistir la vitalidad infantil.
Concluidas las coronas realicemos una ceremonia de coronación, invocando
la energía benéfica y poderosa del sol, la belleza de la Naturaleza y elogiando
y reconociendo a nuestros hijos por sus cualidades y ser manifestaciones del
poder del Padre Sol y la madre Tierra. Me encanta también la propuesta que las
autoras del citado libro “La magia de la Tierra” cuando plantean la brillante
idea de que si el día es soleado, que los niños se pongan con el sol tras su cabeza
(con el amanecer o atardecer) y luego, cuando él o ella hayan sido coronados,
colocar un espejo delante para que puedan verse brillar. Si no hay sol por
nublado, se hace en un interior,
encended una lámpara para conseguir el mismo efecto. Unas preciosas y mágicas
fotografías de nuestros hijos atestiguarán el evento de Litha.
Hacer hadas y duendes de
Litha.
Litha,
junto a Beltane siempre ha estado muy unida al mundo feérico (de las hadas). Ya
desde Beltane, cuando las puertas entre la realidad ordinaria tridimensional y
la no-ordinaria o multidimensional se hacen permeables, ambos mundos están
conectados. Las viejas tradiciones cuentan que en estas fechas espíritus de la
naturaleza y hadas salen para mezclarse con los seres humanos, juegan y se
divierten alrededor de las hogueras rituales y pueden recurrir a diversos
trucos, desde bromas inocentes a hechizos a quienes les ofenden. Estos espíritus
de la naturaleza están vinculados con los paisajes, con las montañas, ríos,
lagos, costas, bosques, rocas concretas, árboles concretos, fuentes o
manantiales, etc. De su coexistencia con los humanos da testimonio la
universalidad de sus referencias en todas las mitologías y leyendas procedentes
de todos los continentes. Hay testimonios que aseguran tener contacto con ellos
y no es raro percibir su presencia en la soledad de los bosques, campos y
montañas. Estos entes gustan de visitar ciertos lugares de poder como ciertos
valles, montañas o círculos de piedras. Indudablemente deben sentirse atraídos
por los trabajos de celebración de esta festividad que, con su energía etérica
y astral, se les hace atractiva y vivificante.
En
esta fecha es oportuno el contar leyendas y cuentos acerca de sus aventuras e
interacciones con los humanos, así como depositar ofrendas florales o de tabaco
en lugares específicos para saludarles y contribuir a una buena relación. Los
psíquicos, chamanes e iniciados pueden interactuar con ellos comunicándose;
tampoco es muy infrecuente que lo hagan con niños, de ello hay algunos
testimonios.
Para honrar
a estos seres mágicos y su mundo paralelo al nuestro proponemos preparar hadas
y duendes de Litha. Es fácil hacerlos con plastilina, arcilla o cera de abeja.
Precisamos la pasta de moldear, pinceles, témpera, palillos de dientes, tela y
flores. Podemos empezar moldeando una forma de lágrima de unos 3º4 centímetros
de longitud, ésta constituirá su cuerpo. Otra forma de lágrima más pequeña
constituirá la cabeza, en la que vamos a marcar sus rasgos (ojos, nariz, boca y
oídos) con un palillo de dientes. Una vez
que esté hecha la fijaremos a la otra lágrima más grande mediante un
palillo, así no se separarán. Observad que es muy práctico que las puntas de las lágrimas
siempre miren hacia arriba, así se podrán añadir gorros florales y el cuerpo
resultará estilizado. Ahora podemos moldear el cabello y también se puede
añadir un sombrero que puede ser una flor en campanilla o el cascarón de una
nuez, avellana o bellota. Les haces bracitos y piernas y después, si quieres,
le puedes poner alitas de libélula o mariposa también moldeadas o recortadas…,
los detalles que se os ocurran. La vestimenta puede consistir en tela, hojas,
pétalos de flores, etc.; y finalmente, cuando ya esté seco o duro lo puedes
pintar y ceñirle la vestimenta. Deposítalos en algunos rincones del huerto, del
jardín o por el campo y bosque. También puedes dibujarlos sobre cartulina y
luego recortarlos o incluso tras fotocopiar las imágenes de cuentos,
recortarlas, pegarlas sobre cartulina o láminas de madera y disponerlos en
lugares especiales del jardín, huerto, campo o bosque que la intuición os
indique acompañado de alguna ofrenda de frutos silvestres, flores o tabaco como
muestra de relación y reconocimiento. Si queréis podéis pasarlas antes por el
humo de incienso purificador. También, si os place, podéis colocarlos en el
altar y después de acabado el ritual depositarlo en algún lugar de los
indicados.
Ofrendas al espíritu del
Roble.
Entre los
antiguos celtas y seguramente desde antes de ellos, el ciclo anual se dividía
en dos etapas: La “Fase luminosa”, de Beltane a Samhain y la “Fase oscura” de
Samhain a Beltane. Una imagen que perfectamente se puede representar con la
dialéctica del Yin-yang chino. Siendo ambas las festividades más importantes.
Como nuestros ancestros europeos estaban tan íntimamente en relación con la
naturaleza y su discurrir natural, en vez de recurrir a una abstracción como
hacían los taoístas, lo representaban con la ideación de un relato mítico a
través de dos árboles sagrados que lo representaban.
Que se
sentían profunda e íntimamente relacionados con la naturaleza (Madre Tierra) y
que la vivían como un Ser Vivo trascendente con mucha más intensidad que los
actuales europeos no debe sorprendernos. Como muestra sabemos que cada uno de
sus trece meses o lunas del año tenía el nombre de un árbol o de alguna planta
que florecía o fructificaba en esa luna. Los meses tenían nombres de seres
vegetales. Esto es muy significativo e ilustra su modo de sentir íntimo.
Los
druidas, bardos y sacerdotisas consideraban sagrados a un conjunto de árboles y
platas, de entre ellas destacan dos por el relato mítico y utilizaban a ambas
en las celebraciones de los solsticios. Uno es el roble y el otro el acebo. El
roble es un portentoso árbol caducifolio, el acebo es un arbolillo perenne; un
evidente contraste.
Roble |
Acebo |
El roble con la primavera brota y se llena
de un denso follaje durante el verano, sus frutos, las bellotas, son discretas
en cuanto atractivo. El acebo mantiene su follaje siempre verde y al acontecer
el otoño maduran sus frutos, mostrando un encendido color rojo al empezar el
invierno. Durante el verano, el acebo es modesto y pasa prácticamente
inadvertido comparado con el majestuoso roble; pero con el otoño, el roble
pierde sus hojas y queda desnudo, como muerto; mientras que el acebo destaca
con su brillante verdor y muestra sus hermosos frutos ya con cierto color, que
cada vez se intensificará más hasta alcanzar el invierno; entonces el roble
aparece desnudo y como muerto, cuando el otro se halla en su esplendor.
Esto dio como resultado la creación del mito
de los dos hermanos gemelos el Rey Roble y el Rey Acebo; hermanos que se enfrenta
por la supremacía.
En otoño el Rey
Roble pierde el vigor y sucumbe y con el solsticio invernal éste ha perdido
todas sus hojas en la lucha y se haya vencido; mientras el Rey Acebo se muestra
triunfante y pleno de vigor. Sin embargo este triunfo encierra en sí mismo el
germen de la derrota, dado que el Rey Roble con la primavera renace y vuelve a
establecer su supremacía y ésta llegará a su máximo esplendor en el solsticio
de verano (Litha), mientras el Rey Acebo pasa a convertirse en un arbolillo discreto
en la sombra del bosque; y vuelta a empezar en esta eterna lucha.
. Así cada uno reina en una mitad del año. El Roble es
el Rey y Señor de la época luminosa del año que se inicia en Beltane y concluye
en Samhain; y el Acebo se hace Señor y Rey de la época oscura del año que se
inicia en Samhain y concluye en Beltane.
Litha es la
fecha en la que el poder del Rey Roble está en su apogeo y, por tanto,
representa plenamente el significado de esta festividad. Es el momento de
agradecer al roble y al espíritu del roble su poder, significado y presencia
colocándole cintas de colores en sus ramas. Los colores representan vivacidad
pero también representan nuestros sentimientos y deseos; y éstas ondearán al
viento difundiendo sentir y anhelos por los Cuatro Vientos a lo largo y ancho
de todo el mundo por el bien de todas las criaturas que pueblan el mundo. Se
trata de un rito muy semejante al nativo-americano del “Árbol de las
oraciones”.
Crear el altar de Litha.
Un altar es
un lugar donde confluyen energías procedentes de la consciencia, de la atención,
de sentimientos, emociones, símbolos, pensamientos y aspiraciones. Es una lente
de aumento que crea un lugar especial y significativo.
Un
altar es como una lente en la que se concentra la atención compartida centrada
en una intención. En la confección del mismo participa todo el grupo sea
familiar como de allegados y se va concluyendo a lo largo de toda la jornada a medida que se
obtienen y se completa a lo
largo de toda la jornada a medida que se obtienen o preparan, así que ahora
propongo un esbozo.
Un altar en el bosque |
Como en
Litha se celebra la máxima expansión y presencia del astro solar, el que tenga
o recuerde la forma solar es adecuado. Un círculo de piedras en la tierra, un
tocón de árbol cortado, un montículo de tierra o una mesa circular son
adecuados.
Un altar de Litha |
Es
importante que figure algún fuego en el altar y que además se localice en el
Este, el lugar del elemento fuego en la Sagrada Rueda Medicinal Ontoenergética.
Litha es la fecha del solsticio, pero también es el inicio del verano, por lo
tanto sus símbolos se unen a los del verano en su conjunto. Deben figurar
frutas del tiempo (fresas y cerezas) haciendo con ellas diseños de soles;
flores con forma y colores del sol (doradas, anaranjadas y amarillas), ofrendas
florales al altar (caléndulas, margaritas, manzanillas, diente de león,
hipérico, etc.). Ir previamente a por ellas y después disponerlas en círculos o
ramitos. Las rosas de colores cálidos o de fuego son ofrendas tradicionales de
Litha. Una imagen de la Tierra, o una canica u esfera azul (el color de la
Tierra vista desde el espacio) también es útil situarla cerca del sol indicando
su estrecha e íntima unión, pero hay que hacer predominar el aspecto solar
sobre el terrestre.
Altar Ontoeergético. El Norte está a la izquierda. |
Cada cual
puede seguir la tradición que sienta más próxima. Ya sea oriental, céltica,
cristiana, musulmana, amerindia o africana. Los elementos son simbólicos y
obtienen significado conforme a la tradición del grupo. Personalmente me
decanto por la amerindia por su austeridad y sencillez. Cada cual haga el altar
conforme a su sentir y creencias.
Mi
propuesta es marcar las Cuatro Esquinas del Mundo con su símbolo:
Norte-guerrero-mente-aire con el símbolo de plumas representando a los alados.
El Este-vidente-verdad-fuego o luz con un fuego o vela simbolizando la verdad
interior, la iluminación y la creatividad. El Sur-sanador-amor-Madre Tierra con
arena o piedras y ramos vegetales de salvia. Y el Oeste-misterio-sabiduría-agua
con un recipiente con agua representando el misterio, la otra realidad y la
muerte con el desapego, aquí conchas marinas pueden ajustarse bien. En el
Centro del altar coloco una pluma de águila indicando la alta aspiración de
elevarse hacia el Gran Misterio. El incensario o sahumador lo coloco en el
Noroeste. El caldero o bandeja de ofrendas al fuego en el Sureste. La vela
específica de Litha en el Sur rodeada de círculos de flores y frutos;
repartiendo los demás detalles por todo el altar de un modo armónico. Cada cual
añade aquello que quiere aportar y le resulta significativo.
La comida especial en Litha.
Como indico
en Ontoenergética del Verano, el sabor asociado con el verano es lo amargo, que
resulta tonificante y neutraliza los deseos de lo dulce, de agua y de lo
picante y que, en diverso grado, aparece en las verduras de hoja verde entre
otras. Tenemos, además, que en verano el organismo pide alimentos expansivos,
refrescantes, de poca densidad y bastante presencia de agua; por ello los
vegetales verdes y las frutas ocupan la posición hegemónica; ayudados por
semillas (cereales y legumbres). La cualidad energética del verano es contraria
al uso de alimentos contractivos (bulbos, huevos, carnes, embutidos y quesos). Tenemos
también que el estado emocional-afectivo Asociado al verano es el Amor y la
Alegría de vivir, con lo cual todos los alimentos que influyan presionando o
forzando el sistema cardio-vascular tendrán un efecto negativo al forzar el
corazón y la circulación potenciando estados anímicos arrogantes; pero el abuso
de alimentos y sustancias claramente expansivas como fruta, ingesta de drogas,
alcohol y excitantes debilitan el sistema cardio-vascular pudiendo llevar a
sobreexcitación o euforia con sus consecuentes reacciones depresivas.
Se
trata, pues, de conseguir una síntesis integrada de estas variables con la idea
de evocar la poderosa actividad del sol y la alegría de vivir en el día pico de
vitalidad y energía. En nuestra comida evocaremos los colores del sol y lo
acompañaremos con la belleza policroma y alegre de flores, productos del huerto
y de jardín.
El efecto
poderoso del sol se consigue con el uso del fuego, lo ligeramente picante o
especiado y el color que tiene que ir contrarrestado por la fruta, las verduras
y flores.
Por ello
salsas elaboradas con el dorado curry, jengibre y especias, incluso el alioli
son un buen recordatorio del poder del sol. Estas salsas se acomodan muy bien
con vegetales asados en barbacoa. Los calçots (típicos en Cataluña) son
indicados con su salsa tradicional; También el marinado de cebolla fresca junto
a tomates cortados en rodajas y otras verduras resulta adecuado. Se acompaña de
una ensalada variada y policroma con el adorno poco usual de flores como
pensamientos, margaritas u otras flores.
Parrillada de verduras |
Como en el
huerto o jardín puede haber flores de calabaza, se pueden utilizar salteándolas
algo y será un bonito acompañante de color solar, o bien puede rebozarse con
harina y huevo. La flor de diente de león es asimismo una base de rebozar de
gran aceptación en comensales.
Flor de calabaza rebozada. |
Entre las bebidas, además de agua, el vino
de diente de león para adultos y/o una infusión fría de hierbas con trozos de
limón constituye algo apetecible para adultos; y una agradable limonada es muy apreciada
por los niños si está suficientemente endulzada.
En cuanto
al postre lo más adecuado durante el día es la belleza de la macedonia de
frutas del tiempo (fresas, cerezas, nísperos, etc.) con zumo de naranja. Si se
está pensando en la noche, lo mejor es una ensalada de frutas de la estación
flambeada, sobre todo tras la puesta de sol y, cómo no, la misteriosa
“queimada” gallega a continuación.
Si no se
quiere renunciar a lo típico de la verbena de san Juan, se puede añadir más
tarde la “coca” tradicional y las copitas de cava, pero acompañando las
actividades festivas frente al fuego.
Coca de Sant Joan |
El grupo familiar o de
amigos en Litha.
Es el
solsticio de verano, el día más largo, la noche más corta del año. Consideremos
las ocho festividades naturales del Cicla sagrado anual, saludémoslas de un
modo tradicional. Empecemos con el Norte, con Yule, invoquemos su poder, su
significado y con él al espíritu del Norte. Recorramos las otras siete puertas
con igual proceder. Así nos situamos ya en un contexto sagrado y en el estado
de ánimo armonizado con el contexto de la celebración. Crear un estado de ánimo
adecuado es también expandir la consciencia y situarse en un estado
no-ordinario de la misma. Declaremos la intención de mantener este estado a lo largo
de toda la celebración, sea grupal o familiar.
De acuerdo
con la Ontoenergética en Litha la potente energía está en la Naturaleza (todo
el conjunto de los seres que la pueblan), ella está en plena expansión,
grávida, deseosa de verter su abundancia, su generosidad maternal. En las
corrientes vibratorias nos llega el apogeo del sol, su fulgor ígneo activándolo
todo y la vida muestra, asimismo, esta riqueza energética interior con un
ímpetu vital, el apogeo máximo de su vitalidad, por lo que también se le asocia
al elemento fuego.
En este
contexto lo primero es interiorizarnos y preguntarnos cuál es nuestra
implicación con Gaia. Consideremos si nuestra actitud es amistosa, amorosa
hacia la Madre Tierra. Reflexionemos acerca de nuestras posiciones estúpidas y
despectivas hacia nuestra madre planetaria. Consideremos si el Amor y la
Alegría de vivir, que es lo que nos inspira, forma parte de nuestro modo de
vida; veamos lo alejados que nos colocamos de vivir gozosamente la vida y
concretemos en cómo nos podemos armonizar más y mejor en diferentes aspectos
afectivos y comportamentales con la Madre Tierra sintiéndonos gozosas criaturas
en su seno.
Démonos
cuenta que vivir es apropiarse, ser consciente, del instante vivido. Si no se
está presente en este instante preciso, no puedes decir que vives; puedes estar
absorto en otro acontecer del pasado o planificando el futuro. Esto no es
vivir. Es rehuir el compromiso aquí y ahora con la vida. También te puedes ver
funcionando como autómata, como hipnotizado, dormido en vida. Esto es contrario
al espíritu de Litha. Litha es la celebración de cada instante vital en su
plenitud, como una experiencia, la más grande e intensa que se está dando. Haz
de cada instante una gran experiencia y la vida se convertirá en algo intenso y
con pleno sentido. Cada instante es una oportunidad en el compromiso nuestro
auto realización.
Inmersos en
este contexto hablemos con quienes nos acompañan de nuestros momentos
vivenciales más álgidos, de nuestras vivencias pico o cumbre, de los
despertares de consciencia e iluminación y de cómo nos han transformado; y
también consideremos nuestras inercias y actitudes que apagan y dificultan
nuestra expansión y el abrirnos a experiencia pico.
Litha
nos indica que cualquier experiencia, sea brillante y trascendente o penosa, es
siempre transitoria, que no debemos apegarnos a ella, pues continuamente se
suceden y hay que vivirlas todas, cada una de ellas.
En la
medida de lo posible, contando con las condiciones meteorológicas que se den,
tratemos de pasar la mayor parte del tiempo celebrante al aire libre, siendo
plenamente conscientes del sol. Sólo en este día el sol lo domina todo en su
máxima estancia. Seamos conscientes de cómo se alza por el horizonte, de cómo,
en su camino, cambia su luz y se modifican las sombras, de sus reflejos en las
aguas si estamos ante un lago, río o mar, veamos su poesía y belleza, que
inspire nuestros corazones.
Estando conscientes del fulgor, del brillo
solar, preguntémonos cómo luce y brilla nuestro sol interior alojándolo en el
plexo solar. ¿Qué sensaciones hay ahí? ¿A qué le tememos? Hoy es día de plena
vida, de gozosa reunión por compartir plenitud exterior e interior.
Preguntémonos ¿cómo luce y brilla nuestro ser, cómo es la puesta en marcha de
nuestros talentos y dones al servicio del bienestar de este mundo? ¿Tenemos
claro qué da sentido a nuestras vidas?
Tanto si alcanzamos claridad como si no, hagamos el
propósito de solicitar el apoyo del poder solar para averiguarlo o ratificarlo
y fundámonos con la Madre Tierra, seamos uno con ella para sentirlo y que
amorosamente os lo inspire.
Alcémonos suave y armoniosamente y, manteniendo los pies bien conectados con el suelo, tomémonos de las manos formando un círculo, levantemos los rostros al sol y sintámonos un solo cuerpo familiar o amigo mientras respiramos sintiendo que la energía de la consciencia fluye de la cabeza a los pies; y la de la vida vibra desde los pies a la cabeza equilibrándonos, armonizándonos con el sentir y el pensar.
Alcémonos suave y armoniosamente y, manteniendo los pies bien conectados con el suelo, tomémonos de las manos formando un círculo, levantemos los rostros al sol y sintámonos un solo cuerpo familiar o amigo mientras respiramos sintiendo que la energía de la consciencia fluye de la cabeza a los pies; y la de la vida vibra desde los pies a la cabeza equilibrándonos, armonizándonos con el sentir y el pensar.
Hay muchas
cosas por hacer, el altar de Litha no está completo, necesitamos recoger flores
para completarlo, necesitamos flores para crear coronas solares, necesitamos
plantas y flores bellas y medicinales para cumplir con el llamamiento de la
Vida y la Madre Tierra de ser gozosos y felices criaturas arropadas por su
amor. Hagamos una caminata, atenta, consiente, sagrada, en la que recolectemos
flores y plantas con un sentimiento sagrado y respetuoso; agradeciendo a cada
flor, hierva mata y árbol su existencia y contribución al bien común.
Depositemos nuestras ofrendas de tabaco al espíritu del campo o del bosque por
el que transitamos
; demos gracias a las plantas que cortamos asegurándoles que
es por bien propio y digámosles que nosotros también moriremos y que deseamos
que nuestras vidas hayan sido en provecho de todos los seres del mundo. Siente
que esa planta no es ni más ni menos que tú mismo. Sois iguales, igualmente
necesarios e importantes para la vida.
Previamente haréis reunido información acerca
de las plantas que crecen en este lugar. En esta época crece el trébol, la
acedera, el hipérico, la zanahoria silvestre, el tanaceto, el hinojo silvestre,
la menta, el llantén, la manzanilla, etc. En el jardín puede haber verbena, salvia,
artemisa, tomillo, romero o alguna variedad de lavanda. Esta fecha es muy
favorable para recoger hipérico en flor con el fin de preparar su aceite; es
propicia para recoger artemisa y alguna variedad de lavanda para preparar
almohadas de sueños.
Recordad a
los niños que no todas las plantas son inofensivas; que algunas pinchan como
las zarzas y rosales, o como las ortigas que irritan la piel; que algunas son
venenosas como la hiedra y el roble, que no se deben llevar a la boca a menos
de que estén seguros de que no hay riesgo alguno. La cicuta se parece al
perejil y es muy venenosa, la belladona parece sabrosa pero puede ser mortal.
Si recogéis
manojos de hierbas no las mezcléis entre sí, que sean manojos de un único tipo
de planta. Atadlas con un cordel y más adelante ponerlas a secar colgadas boca abajo
en lugar seco. En las cocinas les da un aspecto de botica antigua con ese aire
de misterio atemporal.
Con lo
recolectado podemos agruparnos para preparar las coronas solares de nuestros pequeños,
hablemos de sus diseños posibles de acuerdo con los materiales disponibles,
hagámoslas entre todos y también diseñemos duendes y hadas que después
dejaremos en nuestras macetas, huertos y jardines o en el propio bosque. Veréis
lo entrañable y festivo que resulta todo este trabajo. Veamos en nuestros
hijos, e incluso en nosotros mismos, cómo lucimos como el sol. Somos soles e la
Tierra radiando nuestra luz, nuestros dones, nuestros talentos para el bien
común. Seamos conscientes de ello y que en cada momento lo estamos intentando.
Imbuidos de
este sentir acordémonos del mito del Rey Roble, acudamos ante él, es el árbol
sagrado del verano; improvisemos un altar en su pie, y hagamos un sentido
ritual a su ancestral significado. Él que representa el poder de la época
luminosa y que, como el sol, hoy está en su apogeo. Preparemos las ofrendas con
las cintas, depositémoslas en sus ramas para que ondeen nuestro sentir con los
vientos. Permitámonos co-participar de su vigor y poder y abracémonos a él y
celebrémoslo con alguna danza a su alrededor.
Y ahora, si
es oportuno y estamos autorizados, preparemos la hoguera de Litha. La hoguera
de Litha es especial porque tiene forma de sol mientras se quema. Se colocan
las ramas y pequeños troncos con sus extremos levantados, tocándose en el
centro, como un tipi, colocando los materiales más pequeños en su interior. Si
no se puede hacer una hoguera grande en el exterior, se puede realizar una
pequeña en la barbacoa; y si ésta no es posible, contentémonos con una lámpara
de aceite o vela. Es tradicional encender fuego o llamas en Litha y dejarla
encendida una vez que el sol se ha puesto.
Seamos muy
conscientes de la puesta de sol. Es única en el año, hasta dentro de todo un
año no habrá otra igual. Hagamos algo ante el sol: abrir el corazón a sus rayos
crepusculares, bailarle, cantarle una canción o simplemente mirarlo y decirle
adiós. Seguidamente el fuego ritual de Litha liberará luz como él y, en su
entorno, podremos seguir nuestros trabajos de esplendor, de darle ofrendas y
destruir hábitos molestos; así como proseguir con la celebración vital en fraterna
comunidad.
Si
disponemos de antorchas, ahora podemos desplegar nuestra Alegría de vivir y
nuestro amor a la Vida de la Madre Tierra, extendiendo nuestro goce y sentir
con antorchas desplazándonos y bailando por el prado o jardín, extendiendo
nuestro feliz gozo y haciéndolo partícipe del ambiente que nos rodea.
Y mientras
el fuego se consume, entremos en su contemplación, sigamos meditando, cantando
o bailando en íntima armonía con la Naturaleza nocturna celeste y terrestre,
con el efecto purificador del fuego y pensemos que mientras arde el fuego, el
sol luce en el otro lado de la Tierra.
Cuando el sueño nos venza, serenos y en paz retirémonos a dormir, cada
uno en su momento, sin forzar ni esperar nada de nadie. Entreguémonos al
reparador sueño, quizás inspirador de ensueños.
Al
amanecer, independientemente de que se haya hecho o no el saludo al sol
naciente, después del desayuno agruparse en torno al altar de Litha, ahora ya
completo y efectuemos su ritual. No es necesario seguir uno en concreto, cada
cual puede idearlo conforme a su sentir; pero es útil que alguien haga de
oficiante. Sirva el que propongo más adelante como ejemplo bajo mi sentir,
podéis utilizarlo como referencia o idear otro personal. Un rito es un momento
de consciencia amplificada, de comunión grupal y puede significar una
experiencia iluminadora e inspiradora. Por ello debe ser sentido y no sólo
dramatizado.
Con la luz e
iluminación obtenida en el ritual podemos
realizar la creativa actividad de dar lugar a historias de poder. Hay un
poder personal, la propia expresión de vivir; y éste se puede reunir
constituyendo uno grupal o familiar. Hagámoslo y démonos cuenta de su energía,
de su significado, de su propio poder que también es el nuestro. No lo
olvidemos, que nos acompañe como un interesante relato, cuento o leyenda.
Y
seguidamente, con toda esta inspiración recibida y vivida, preparemos las túnicas
solares de nuestros niños y tomemos los instrumentos musicales naturales
preparándonos para celebrar la llegada del verano con todos los complementos
como coronas solares y atuendos solares, divirtiéndonos en libre expresión de
ritmos, cantos y bailes mostrando nuestra fusión con la energía del sol de
Litha, con la Madre Tierra y con todas nuestras relaciones.
Sintamos el
entrañable sentimiento de finitud al final del encuentro, abracémonos,
despidiéndonos y mantengamos en nuestro corazón toda vivencia obtenida con su
sabiduría adquirida.
El ritual de Litha.
Se precisa un oficiante que se sepa el rito y lo
sienta propio.
Lo primero
es la limpieza energética de la estancia si se hace en un interior, si es en el
exterior, este paso no es necesario, pues no hay adherencias energéticas, a no
ser que algún acontecimiento significante haya acontecido en el lugar
recientemente o históricamente. Al hacerlo visualizar que se ahuyenta toda
negatividad. En Ontoenergética lo hacemos sahumando el lugar con salvia, copal
o incienso de cedro.
Seguidamente, con el mismo sahumador, o con un bastón de olor se
purifica el oficiante y a todos los participantes. Así se crea un sentimiento
de pureza y favorece la entrada en un estado de consciencia acrecentada.
Ahora el
oficiante se dirige al Norte, invoca al guardián del Norte, al Espíritu del
Aire y de todos los alados, Señor de la Mente Pura y del Espíritu del Guerrero.
Ahora se
dirige al Este, invoca al Guardián del Este, al Espíritu de la Luz y el Fuego y
de todos los seres de sangre fría que puebla la Tierra, Señor de la
Inspiración, de la Iluminación y Creatividad y de la visión de la Verdad
Interior.
Seguidamente se dirige al Sur, invoca a la Guardiana del Sur, a la
Señora de la Vida y Naturaleza con todos sus seres vegetales y de cuatro patas
y sangre caliente, Señora del Amor, de la nutrición y Salud.
A
continuación se dirige al Oeste, invoca a la Guardiana del Oeste, a la Señora
de todas las Aguas y de todos los seres que las pueblan. Señora del Misterio,
de lo insondable y oculto, de la Otra Realidad, de la Puerta de la Muerte; del
depósito universal de la Sabiduría.
Seguidamente se procede a la invocación por la festividad celebrada, a
Litha: Guardianes de las Cuatro esquinas del mundo, en este día de Litha, os
invoco y convoco para que protejáis este santuario y lo llenéis de vuestros
poderes.
Ahora
invoca a “Todas nuestras Relaciones” con “Mitakuye Oyasin”, y a nuestros
ancestros, a nuestros parientes, amistades, comunidad y humanidad, a todos los
seres visibles e invisibles que nos acompañan en este mundo solicitando su
apoyo.
Hecho esto
se invoca a la Abuela y Madre Tierra, esencia de todo cuanto es material y
vive, que nos crea, sustenta y ama. Declaramos ser uno con ella.
Y
finalmente se dirige al Gran Misterio, fuente de toda energía, consciencia y
vida; declarando aspirar a “ser uno con Él”. Luego el oficiante refuerza “Todo
es una Totalidad”. “Todo es Uno”. “Todo es Gran Misterio”.
Se ha realizado un giro completo alrededor
del altar, ahora se procede a realizar otro convocando el poder y significado
de las Ocho Puertas Sagradas de la Rueda Medicinal:
Convoco el
poder de la Puerta de Yule, la del desafío, la de la Voluntad e Intento de
Vivir; concédenos tu poder en la celebración de Litha.
Convoco el
poder de la Puerta de Imbolc, la de la aspiración al despertar de la consciencia,
concédenos tu poder en la celebración de Litha.
Convoco el
poder de Puerta de Ostara, la de la inspiración y creatividad; concédenos tu
poder en la celebración de Litha.
Convoco el
poder de la Puerta de Beltane, la de la energía vital de la fertilidad y sexo;
concédenos tu poder en la celebración de Litha.
Hoy,
convocados en la Puerta de Litha, la de la energía del Amor y plenitud,
celebramos y potenciamos tu poder para que lo extiendas por todo el mundo.
Convoco el
poder de la Puerta de Lugnasad, la puerta del amor sabio, leal y fiel;
concédenos tu poder en la celebración de Litha.
Convoco el
poder de la Puerta de Mabon, la puerta del Misterio, sabiduría y desapego;
concédenos tu poder en la celebración de Litha.
Y, finalmente
convoco el poder de la Puerta de Samhain, la puerta de la Muerte y Eternidad;
concédenos tu poder en la celebración de Litha.
Que vuestra
presencia proteja y purifique las Ocho Puertas y todas ellas nos aporten su
fuerza y poder.
Poder de
Litha, poderoso apogeo del sol, fecunda Madre Tierra, Vitalidad amorosa y
Alegría de Vivir, hoy celebramos tu gran día.
Ahora
preparo el saquito de tela en el que pongo tabaco y salvia. Mientras introduzco
las hierbas mentalmente descargo todos los problemas, penas, dolores,
enfermedades y resentimientos y la ato con un cordel amarillo. Me concentro en
ello transfiriéndolo al saquito.
A
continuación enciendo el fuego del altar situado en el Sur.
Me pongo
frente al altar y declaro:
-
¡Cesen
las penas! ¡Cesen todos los disgustos! ¡Este día es para vivir! ¡Para vivir la
vida! Doy gracias a la Abuela y Madre Tierra y al Gran Misterio por todos sus
dones.
Me dirijo a
las Cuatro direcciones y sus guardianes:
-
Cuatro
Esquinas del mundo, ayudadnos a obtener la paz.
-
Guardián del Norte, con tu aire arre nuestra
importancia persona, que podamos obtener la consciencia pura (soplo el aliento
con agua floral por el altar y presentes).
-
Guardián
del Este, quemo nuestro temor y que nazca nuestra verdad. (Todos hacen una
ofrenda de salvia al fuego).
-
Guardiana
del Sur, concédenos tu abundancia, tu amor y cuidado y recibe nuestra ofrenda
floral (cada cual deja una pequeña flor en el altar).
-
Guardiana
del Oeste, riega con el agua
purificadora el mundo desvelando el asombro de tu misterio (Se salpica el altar
y a los presentes con algo de agua del altar).
-
Y a
todos nuestros ancestros, las generaciones venideras y a todos los seres
visibles e invisibles que comparten con nosotros este mundo. Apoyadnos para que
la plenitud y armonía acontezca.
Ahora me
dirijo al altar de Litha y digo:
-
Celebramos
el día de Litha, el más potente del año.
Padre Sol, Madre Tierra. Toda la
Naturaleza vibra con vuestra energía.
Es tiempo de apartar las calamidades y
las preocupaciones.
Es tiempo para purificarnos.
Abuelo fuego del sol, quema lo inútil, lo
caduco, lo sufriente…
¡Purifícame! ¡Purifícanos!
Ahora echo
al fuego el saquito de tabaco e hierbas.
-
Pesar,
dolor, superfluo, cargas…
Os quemo con el apoyo de Litha y los
Siete poderes del universo.
Que nada quede de ello en mí.
……………………………………………………………………………………..
-
Sagrada
Rueda de la Vida, en esta jornada de Litha,
Desaparezca también todo dolor y
sufrimiento del mundo,
Nazca el Amor, la abundancia y la
alegría.
Que nos reúnas a todos como hermanos.
Doy gracias. Es bueno.
¡Mitakuye Oyasin! - Aho.
Aguardo unos momentos mientras
permanecemos unos momentos en estado meditativo.
Y nuevamente me dirijo al altar para
realizar el cierre diciendo:
-
Agradezco
a los Siete poderes de la Sagrada Rueda
de la Vida:
-
Gracias
Guardián del Norte, por tu espíritu guerrero.
-
Gracias
Guardián del Este, por tu luz e iluminación.
-
Gracias
Guardiana del Sur por tu amor, abundancia y Salud.
-
Gracias
Guardiana del Oeste por tu sabiduría y misterio.
-
Gracias
a los antepasados y demás seres que compartís este mundo por vuestro apoyo.
-
Gracias
Abuela Tierra por concedernos y cuidar nuestra vida.
-
Gracias
Gran Misterio por darnos vida y consciencia.
Y ahora
dirigiéndome a los presentes:
-
Que
el poder de Litha nos acompañe y permita vivir conforme al Misterio. Que
nuestras generaciones venideras puedan seguir asimismo la Sagrada Senda de la
Vida.
Apago las
velas y prosigo:
-
Mitakuye
Oyasin. – Todos contestan Ahó.
Dejo que el
fuego siga ardiendo junto al incienso mientras abandonamos el lugar.
Aquí doy
por concluido este ensayo dedicado a la festividad de Litha.
¡Que la
integridad, la autenticidad, la salud y la sabiduría florezca en nuestro ser
ahora y siempre!
¡Así sea!
Ernesto Cabeza Salamó.
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