domingo, 8 de marzo de 2015

Consideraciones ontoenergéticas acerca de la Luna y justificación de la “Ceremonia de la Luna Llena” y"Rito de la Pipa Sagrada"


Consideraciones ontoenergéticas acerca de la Luna y justificación de la “Ceremonia de la Luna Llena” y “Rito de la Pipa Sagrada”


    Originariamente en la infancia del Sistema Solar. Lo que devenía a ser la Tierra estaba en formación. Una nube de materia estelar se iba condensando, por la propia atracción de su gravedad, en una esfera primero líquida y luego, enfriándose, más densa.
     En un momento de esta secuencia, en el Eón Hádico (ver cuadro de Era Precámbrica), un gran cuerpo sólido, el planeta Theia, chocó con este planeta y con la explosión del impacto una gran cantidad de materia se desprendió del planeta.

     Theia se formó en un punto de Lagrange (L.5 del gráfico) donde el efecto de la gravedad del planeta se anula en relación con el Sol. Cuando el protoplaneta Theia creció hasta el tamaño parecido a marte, la fuerza gravitacional lo impulsaba fuera del punto (L.5) en dirección de colisión con Tierra.
     En la antigua Tierra una gran herida quedó en el lugar del impacto.
     La Luna se formó al irse compactando la materia fluida o semidensa expulsada por el impacto por el efecto atractivo de la gravedad, al tiempo que la Tierra cicatrizaba su brutal herida.
     La zona no golpeada de la Tierra dio lugar a las porciones de tierras altas e irregulares que la ciencia geológica denominó Pangea y la zona del impacto, una gran zona más profunda, que, con la condesación del vapor de agua constituyó el gran lecho del Océano primigenio del Periodo Precámbrico.



Supereón
Periodo
Sistema
Eventos relevantes
Inicio, en millones de años
Precám-
brico
n 2
La biota ediacárica florece en todos los mares. Huellas de posibles animales vermiformes (Trichophycus). Primeras esponjas y trilobitomorfos. Formas enigmáticas que incluyen numerosos animales blandos parecidos a bolsas, discos o colchas (como Dickinsonia).
Clavo dorado.svg~635
Glaciación global ("Tierra bola de nieve"). Los fósiles aún son raros. El continente Rodinia comienza a fragmentarse.
850n 3
Persiste el supercontinente RodiniaTrazas fósiles de eucariotas multicelulares simples. Primera diversificación de acritarcos parecidos a dinoflagelados.
1000n 3
Surgen estrechos cinturones metamórficos debidos a la orogenia al formarse el supercontinente Rodinia.
1200n 3
Los depósitos sedimentarios sobre las plataformas continúan expandiéndose. Colonias de algas verdes pueblan los mares.
1400n 3
Desarrollo de depósitos sedimentarios o volcánicos sobre las plataformas existentes.
1600n 3
Primeras formas de vida unicelulares complejas: protistas con núcleo. Formación del primer supercontinente,Columbia.
1800n 3
La atmósfera se vuelve oxigénica. Impactan dos asteroides, ocasionando los cráteres de Vredefort (2020 Ma) y de Sudbury (1850 Ma). Orogenia intensa.
2050n 3
2300n 3
2500n 3
Estabilización de los cratones modernos.
2800n 3
Primeros estromatolitos (probablemente cianobacterias coloniales). Macrofósiles más antiguos.
3200n 3
Primeras bacterias productoras de oxígeno conocidas. Microfósiles definitivos más antiguos.
3600n 3
Primeras formas de vida unicelulares (probablemente bacterias y puede que arqueas). Microfósiles inciertos más antiguos.
Primeras moléculas de RNA auto-replicantes.
Máxima actividad de impactos meteoríticos del "Bombardeo intenso tardío" en el Sistema Solar interior (~3920 Ma).1
Inicio de la cristalización del núcleo interno y generación del campo magnético terrestre (~4000 Ma).
4000
Mineral más antiguo conocido: un zircón de 4400 Ma.2
Formación de la Luna a partir de material arrancado de la Tierra por el choque con Theia hace ~4533 Ma.
Formación de la Tierra por acreción de planetesimales hace aproximadamente unos 4567 Ma.
Cuadro esquemático del Precámbrico terrestre y formación de la Luna (fuente Wikipedia)

     La Luna quedó orbitando alrededor de la Tierra, sin rotación, mostrando siempre la misma cara, lo que hizo que la atracción gravitacional de la Tierra atragera en su dirección materiales densos de su profundidad creando las manchas visibles desde la Tierra.

     La Luna es, por consiguiente, el resultado del impacto de Theia con la antigua Tierra y por ello tiene un origen común. Theia pasó a formar parte de la Tierra (quizá su núcleo o parte de su núcleo) y mezclado con restos terrestres se dio origen a la Protoluna. Tierra y Luna constituyen una misma unidad fragmentada, una misma identidad separada por la dinámica del Sistema Solar.
     La Tierra se quedó con el vapor de agua y antigua atmósfera que dieron lugar a las condiciones de vida y Luna no pudo retenerlos, quedándose estéril en el ámbito material, pero aportando un complemento energético único en la evolución del Sistema Terrestre.

    El sistema Tierra-Luna es una unidad indisoluble hoy por hoy. Aunque constituyen un sistema único, tienen aspectos diferentes.
    El sistema Tierra-Luna es, al mismo tiempo, un aspecto constituyente, algo así como un órgano importante del Sistema Solar junto a sus demás hermanos, los demás planetas con sus satélites y demás cuerpos materiales constituyentes del Sistema Solar. Todo ello constituye un cuerpo sistémico físico y energético regido por su núcleo estelar o Sol. Del Sol reciben su fuerza y cohesión y también sus influencias energéticas.

     Desde un punto de vista trascedente el Sol es el jerarca del Sistema Solar y su aspecto energético multidimensional podríamos decir que constituye su alma; el aspecto energético de la Tierra, su alma, también lo es de la Luna.
     El Sistema Tierra-Luna crea unas condiciones sistémicas únicas que posibilitan el milagro de la vida y su singularidad en el Planeta Tierra y ambos, como unidad, conducen su desarrollo y evolución.

     El Sistema Tierra-Luna gira alrededor del Sol en un ciclo de 365 días y una pequeña fracción de día. Este es un tiempo armónico establecido por la dinámica del sistema Solar.
     La Luna gira alrededor de la Tierra en una órbita que dura 28 días y una pequeña fracción de día. En su órbita la Luna muestra cuatro fases de siete días y una pequeña fracción. La fase nueva, la fase creciente, la fase llena y a fase menguante, con las que manifiesta diferentes gradientes de energía solar influidas con su propia presencia y poder.
     De Luna nueva a Luna llena hay 14 días. De Luna llena a Luna nueva hay 14 días. La Luna está plenamente Llena o Nueva durante un día completo; por lo que cada una de las dos medias fases es de 13+1 días (14+14=28 días). A lo largo del año solar, la Luna completa un total de 13 traslaciones alrededor de la Tierra sumando 364 días + 1 día para igualar a los de la órbita terrestre en el año solar.
    Así la fórmula del año solar Tierra es de 365 días en 13 meses de 28 días; y la Luna respecto a la Tierra, en su recorrido, es de 13 traslaciones divididas en dos ámbitos de expansión y contracción de su faz iluminada, cada una de ellas de 13 + 1 días.

     Si aplicamos la Numerología observamos lo siguiente: De la traslación de influjo solar el número que nos sale es el 13; en el ámbito de la Luna es 13+1 de expansión y 13+1 de contracción energética. Así vemos que el 13 del Sistema Solar (este 13 aquí no debe considerarse un número kármico) nos confiere el contacto con la esencia que configura el Universo dentro del cual figura el Sol (13= transformación, globalidad, radios de la Rueda de la Vida), (1+3=4, estabilidad, manifestación material); el aspecto de la Luna con sus dos medios ciclos nos indica que el 13 se trasciende en (+1) dando lugar al 14 (1+4=5) que es el vigor y conocimiento a través de sus dos medios ciclos.
     Advertimos que la aportación de la Luna en el ámbito de la consciencia es el apoyar y enseñarnos la trascendencia cíclica en todo lo vivo y consciente.
     365 días del año {3+6+5=14; 1+4=5 (vitalidad)} Tierra-Luna multiplicado por 4 nos da 1460 días, lo que constituye un ciclo en el cual se completa con un día más {Año bisiesto de 366 días (3+6+6=15; 1+5=6, el amor)}.
     14 días (13+1) de ½ ciclo lunar + 14 días del otro ½ ciclo lunar da lugar a 28 (2+8=10; 1+0=1). Aquí tenemos el 10, el número del guerrero del espíritu constituido por el doble 5 (1+4) + (1+4), el vigor; y el 1, la unidad sustancial de todo.

     Si lo contemplamos desde el punto de vista mítico asociado a la Rueda de la Medicina tenemos que la Luna es la luz de la noche, así como el Sol es la luz del día. Queda su poder asociado, en especial, con las horas nocturnas y consecuentemente con el significado del Oeste (El misterio, lo desconocido, el acceso a la otra realidad) y al elemento Agua (mares y océanos con sus profundidades abisales, con su oscuridad; con la creación y mantenimiento del ciclo del agua (evaporación marina → formación de nubes → lluvias sobre las tierras → origen de ríos y lagos con su recorrido y su desembocadura en el mar). El símbolo de Nacimiento – crecimiento – muerte -  renacimiento.

     En asociación con el mar tenemos asimismo que el agua viene a constituir la sangre de la  tierra circulando sobre y dentro de ella; y da lugar a las mareas (idas y venidas del mar por la gravedad lunar). Por ello la Luna – la noche –el oeste y el mar  quedan íntima y arquetípicamente asociados.

     La dualidad del Universo (yin – yang) (aspecto femenino y masculino) da lugar a la manifestación material.
     El aspecto femenino, oscuro, frío, estático da lugar a la máxima manifestación de la fecundidad en el Universo; el aspecto masculino (luminoso, cálido, dinámico da lugar al poder engendrador en el Universo. Entre ambos se realiza la complementariedad necesaria, la creación. Esta se representa simbólicamente mediante la Sagrada Rueda Medicinal.

     En nuestra realidad física, la manifestación de este aspecto o poder creativo manifiesto lo llamamos Abuela Tierra; y al poder masculino Abuelo Cielo; ambas son grandes fuerzas y pueden considerarse míticamente como Grandes espíritus o divinidades.
Imagen de la liebre en la Luna
     La Abuela Tierra da nacimiento y tutela a la Madre Tierra (la Naturaleza) como entidad mítica con la que estamos emparentados filialmente y las cavidades de la misma (cuevas, grutas, grietas) nos conducen a su vientre y constituyen su útero, por ello se consideran portales de la vida. Entre los mitos que en Occidente que muestra esta relación tenemos el céltico relativo a la celebración de Ostara; en la luna llena de Primavera, en la que los antiguos europeos celebraban el renacer de la vida con los símbolos de la "diosa doncella", los huevos de aves en nidos y la imagen de la liebre en la faz de la Luna; animalito que siempre acompaña a la joven divinidad de Ostara.

     Esta fecundidad trascendental se manifiesta en la expresión viva de la Naturaleza con sus ciclos de Vida y Muerte; las estaciones, las lunas y los días.

     La mujer como encarnación de esta energía, poder o espíritu femenino de la creación (yin) manifiesta el ciclo menstrual ajustado y acompañado de la Luna y sus fases.

     La Luna es la encarnación o avatar celeste del aspecto femenino cósmico. Ella rige los 13 ciclos que como expliqué antes constituye el año; y cada día causa la subida y bajada de las mareas por su efecto gravitatorio. El mar constituye el origen de la vida en la Tierra; y con sus abismos representa asimismo un misterio, sobre todo al anochecer.

     La Luna Llena representa la culminación del poder lunar, el aspecto energético, misterioso y más sutil del Poder femenino cósmico. Por ello en la Luna Llena se realizan ceremonias en las que se celebra y contacta ritualmente con ese poder e todas las tradiciones naturales del Mundo.

     Es también por ello que realizo en la proximidad tanto de la Luna Llena como de la Nueva de dos ritos específicos; en el primero “Ceremonia de la Luna Llena” realizando el reconocimiento y dramatización simbólico de la mujer como personificación del aspecto femenino cósmico manifestado por la Luna Llena y la Abuela y madre Tierra constituyendo un único sistema energético mítico y cósmico; y en la cercanía de la Luna Nueva, el rito de la “Pipa Sagrada”, en el cual se representa la propia creación y la hermandad pacífica de todas las formas conscientes de vida en la Tierra.


Domingo 08 de marzo de 2015.
Ernesto Cabeza Salamó.

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